Polí­tica

DISCURSO DE MíXIMO KIRCHNER EN PLAZA DE MAYO

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Compañeros, compañeras, Madres, la verdad que tengo que agradecerles a las Madres la invitación a cerrar esta marcha. La verdad que siempre van sucediendo cosas que uno no espera.   Y gracias a ustedes y a ellas y a muchos más, estas cosas que suceden suelen ser hermosas, suelen ser lindas y reconfortantes cuando a veces hay que llevar sobre la espalda todo el dí­a el bombardeo mediático de aquellos que creen que defenestrando, estigmatizando, van a poder ocultar que fueron parte de la mentira que llevó al presidente a la Casa Rosada cuando decí­a que no iban a endeudar, que no iban a subir las tarifas, que iba a haber trabajo y hasta de manera cí­nica hablar de pobreza cero.

Es hora, porque esta marcha al igual que en el 81 cuando comenzó, comenzó también porque los medios callaban. Y esta marcha vuelve hoy porque los medios vuelven a callar lo que está pasando.

Queda claro ya que no les importaba la desocupación, queda claro ya que no les importaba nada más que volver a la Casa Rosada para poder aplicar este plan económico. Y es lógico, y no debe enojarnos, que un gobierno de ceos en vez de tener un plan de gobierno para el pueblo, tenga un plan de negocios para las trasnacionales y para aquellos que siempre han dominado a la Argentina.

Quizás vean en Cristina, quizás vean en todos ustedes, quizás vean en los trabajadores, como dijo el presidente recientemente mientras inauguraba una fábrica, quienes le ponen los palos en la rueda. Sinceramente acusar a los trabajadores argentinos de poner palos en la rueda, y que lo haga un presidente, mientras sube la desocupación, mientras las promesas de verano, en enero y en febrero, con conferencias de prensa, cuando iba a venir la lluvia de inversiones y la única lluvia es este y ustedes están acá para comenzar el camino de la resistencia. Pero esta no puede ser sólo una marcha de resistencia sino que tiene que ser también una marcha de la construcción.

Nos quieren provocar constantemente, llama la atención que califiquen un simple acto democrático que es que la gente se movilice como un plan subversivo; llama la atención que vean fantasmas en todos lados, precisamente en nosotros aparte, que durante los gobiernos de Néstor y Cristina, y para ser más justos, en los de Cristina, que apenas arrancó a los dos o tres meses Clarí­n festejaba en su tapa doscientos cortes de ruta, mientras los patrones rurales amenazaban con prender fuego el Congreso si no se votaba lo que ellos querí­an. ¿Qué es lo que pasa con la libertad de prensa que apoya cuando protestan los patrones y le da miedo cuando salen los trabajadores en la calle?

Aún así­, en este escenario tenemos una oportunidad. He escuchado atentamente a cada uno de los compañeros que me precedieron en la palabra, como he escuchado cada uno de los compañeros con los que nos vamos reuniendo en diferentes lugares. Hay que tener los brazos bien abiertos, los oí­dos bien abiertos, los ojos bien abiertos y el corazón bien grande para enfrentar un modelo económico cuya principal consecuencia siempre es explotar las miserias de todos, de volvernos más individualistas, de bajo ese sentido común que los argentinos de a uno somos buenos y todos juntos somos una mierda. Este modelo es eso, es vací­o, no tiene nada, es gélido y frí­o como la mirada del presidente. Nada bueno allí­ anida para el pueblo argentino y lo que estamos haciendo acá no es más que hacerle caso a él, que cuando asumió nos dijo a todos que si algo no funcionaba bien, que si algo no andaba bien, nos iba a atender e iba a atender las razones del pueblo para así­ poder solucionar. Una mentira más, mentira como no aumentar los impuestos, mentira como la pobreza cero y mentira como que no iban a echar a nadie.

Parece ser, entonces, que esta manifestación u otras tienen un carácter desestabilizador. Lo que esta manifestación, lo que la gente pide, aún aquellos que no comulgan con nosotros, o que están enojados o que se cansaron o que se quebraron; aúnˮ¦  (hombre del público: “o que traicionaronˮ) la palabra traidor a algunos les queda demasiado grande compañero.

Lo que hay que hacer, y existe la oportunidad en el Congreso la Nación, la Cámara de Diputados, es que aquellos que dejaron el FpV, aquellos que en su despacho tienen el cuadro de Perón y Evita y sudan peronismo, tienen una segunda oportunidad, ya se equivocaron en el primer semestre, es tiempo de corregir y todos juntos ponerle freno a esto. Porque vienen por la gente, no tengan miedo, no pasa nada. Hay que tener coraje para enfrentarlos donde hay que enfrentarlos. Les puedo asegurar que como sucedió con la ley antidespidos o recientemente cuando tratamos de frenar el tarifazo y finalmente así­ lo hizo la Corte. Les puedo asegurar que se puede hacer.

Quien les habla y los compañeros no queremos ser comoˮ¦ no somos patovicas de boliche que vos entrás y vos no entrás. La única condición para estar todos juntos, para que no sea unidad para ver qué lugar me toca en las listas es defender los derechos de estos doce años y conseguir muchos más para la mayorí­a del pueblo. Hay que dejar de disfrazarse, no miré ninguna encuesta ni un focus group antes de venir acá. No me interesa si la imagen positiva está acá y la negativa acá, lo que me interesa es ver que todos estos doce años no fueron en vano, que las luchas de las Madres, como siempre digo, que caminaron, permitieron que Néstor y Cristina puedan caminar y nosotros tenemos que caminar ahora para que hijos y nietos puedan caminar el futuro de una Patria Grande.

Quieren un PJ pre 25 de mayo de 2003 y lo quieren desde la Casa Rosada porque es condición sine qua non para tener un paí­s preperonista, eso es lo que quieren. Van por los derechos de los trabajadores, y se los dijo Cristina incontables cantidad de veces, se los dijo siempre.

Y creo que no puede más que darle bronca también a uno que esté por ahí­, quizás esté pasando por calles más lejanas o mirando en su casa, cómo le mintieron. Hay que ir a buscarlos, no tienen que seguir mascando bronca. Hay que organizarse, hay que estar alegre,  en estas peleas tristes no se gana. Les mostraron la zanahoria de ganancias y hoy tenemos el palo de la desocupación sobre millones de  trabajadores más gente pagando ganancias que antes, más desocupados que antes .Han inflado otra vez la deuda externa, espero que esta vez ese Congreso investigue esta deuda que se está tomando ahora. Espero que tengamos claro este tipo de situaciones. Más deuda, más desocupados.

(Mujer del público: “Milagro presaˮ)Milagro presa, y un pibe que ya está hace un mes preso, de apellido De Paola, por haber puesto en Twitter algo en árabe. Un mes preso. A nosotros nos cortaron doscientas rutas, festejaron a la policí­a cuando se levantaba y dejó al pueblo a mansalva, festejaron los saqueos, incentivaban los cacerolazos y ahora de repente se asustan. O quieren hacerle creer a la sociedad que ellos son las ví­ctimas. Que se queden tranquilos, tenemos un fuerte espí­ritu democrático. Lo aprendimos siempre. Se me viene ahora a la cabeza a Néstor reconociendo perder por dos puntitos la Provincia de Buenos Aires ante alguien que no sabemos dónde está ahora. Esto es lo que logran los medios, que un personaje como De Narváez aquella vez pudiera ganarle a un ex presidente del tamaño de Néstor. Abran los ojos con los medios de comunicación, no son dios, tienen que volver a informar y nosotros tenemos que volver a pensar. Es necesario, y volvimos a reconocer otra vez una derrota por dos puntitos. Y acá estamos.

Antes de venir escuchaba a un diputado de la nación que es parte del Consejo de la Magistratura decir que él no decí­a que “habí­a que sacar el ejército a la calle pero queˮ¦ˮ. A mí­ sinceramente me parece que los que están jugando a otro juego son ellos y no nosotros. Nosotros vamos a seguir con esto, construyendo, militando, convocando, debatiendo,       generar la masa crí­tica suficiente para poder construir un futuro mejor. No es más que eso. Creo que ellos mismos que hablan de desdramatizar la polí­tica la dramatizan todo el dí­a.

Escuchaba también a una ex ministra de trabajo, hoy ministra de seguridad, polifuncional por donde se la vea, que tiene la mala suerte siempre de integrar gobiernos que traen desocupación, hambre y represión. O elige mal o es mufa. Pero lo cierto es que se tienen que quedar tranquilos, que se queden tranquilos. O me acuerdo también cuando hubo una interferencia en el helicóptero de Cristina, “tienen que matar a la yeguaˮ. Decí­an que mentí­amos, que esto, lo otro, ni sé cómo terminó. Podrí­a contar la cantidad de veces que estos doce años que hemos recibido amenazas o cartas. Eso sí­, siempre eran criticando la polí­tica de derechos humanos esas cartas, las recibí­a muchas veces yo en mi casa.   Podrí­a contar otras cosas que siguieron  sucediendo después del 9 de diciembre pero acá de ví­ctima nadie. Acá autocompasión cero, acá tenemos mucha autoestima.

Fue difí­cil construir en estos doce años lo que hicimos, recién se pudo bajar la desocupación en el 2007 abajo de dos dí­gitos. Cuatro años para llevarla de 20 a 9, 9, ocho meses para subirla casi al 10. Es mucho más fácil destruir que construir. Ese es el desafí­o y eso es lo que tenemos que entender. Un pueblo paciente, que mientras la desocupación bajaba y faltaba que llegáramos a millones de argentinos, acompañó sacarse al FMI de encima. Se le pagó más de lo que encontramos de reservas cuando llegamos, sin que nadie preguntara en este paí­s dónde estaban las reservas, mientras los banqueros que se la habí­an llevado toda seguí­an de joda.

En todos los lugares constantemente fue así­, y lo recuerdo muy bien. Que no ponga cara de cansado, los dí­as para Néstor eran de treinta horas, no de veinticuatro. í‰l no era ví­ctima, él quiso ser presidente, él tiene que defender a todos los argentinos pensemos como pensemos. Que no juegue al nene triste, que no encuentre el agujero al mate ni se lo busque, y que estamos dispuestos a ayudar, nos ponemos las pecheras y vamos a controlar los precios. Para nosotros no cambian los desafí­os gobierne quien gobierne.

Que tenga claro que nosotros tenemos claro que primero está la patria. No nos vamos en disputas personales, ni como dijo él, que lo querí­a tirar del tren a Néstor. Nosotros no queremos tirar del tren a nadie, queremos que se suban todos al tren, queremos avanzar, queremos una Argentina más grande, justa, libre, soberana.

Yo para ir terminando, les puedo asegurar que en lo individual para mí­ ya está, lo vi ser intendente y transformar Rí­o Gallegos;  lo vi ser gobernador, transformar Santa Cruz; lo vi sacar a la Argentina   del infierno, como decí­a él, peldaño por peldaño; la vi a Cristina pelearlas todas; la pude ver a Cristina seguir sin él, cuando muchos pensaban que por mujer no podí­a sola y con el pueblo al lado pudo. Si quiere tener coraje y voluntad, un buen espejo presidente es mirarse en esa mujer que se la bancó sola. Con una desventaja, obviamente, u otras más aparte de la ser mujer en este paí­s. El todo o nada, como dicen ellos, o ahora que Macri dicen “No, ahora Macri quiere todo o nada en las tarifasˮ. La gran diferencia con nuestro todo o nada era a favor de la gente, no en contra de la gente.

Nosotros queremos que nuestro pueblo crezca. ¿Nos hemos equivocado? Seguro, pero imaginemos un segundo todo lo que nos faltaba hacer, todo lo que tení­amos por delante. Imaginemos a aquellos que todaví­a no habí­amos llegado en esos doce años, a los que la estaban peleando todos los meses estos doce años. Imaginemos dónde están ahora, imaginemos que aquellos que más o menos estaban ya tampoco están. Tienen que recapacitar, es necesario que lo hagan, es necesario, es necesario que mire a su gente, lo votaron. Que no rompa el contrato electoral con la sociedad. Se lo pedimos de la mejor manera posible.   Imaginemos eso un ratito e imaginemos lo que falta.

Miren, les decí­a que la vi a Cristina doce años, desde el 25 de mayo del 2003 y 9 de diciembre a las 0hs., o 10 a las 0hs., gobernar la argentina. Y lo dijo Cristina el 9, y era lógico que esto vení­a. Aquel dí­a, el 9, fue una pequeña demostración, un indicio de lo que vení­a. A la tarde, ocho, nueve, no me acuerdo bien, a los gritos el hoy presidente le exigí­a a Cristina que era su fiesta de asunción y que era como él querí­a. Sinceramente, como hijo uno hubiera reaccionado de otra manera pero uno tiene responsabilidades también y hay cosas que un hombre nunca debe tratar de esa manera a una mujer pero vamos a dejarlo ahí­. Ese 9 de diciembre a la noche esta plaza estaba repleta, y si alguno quiere saber por qué está pasando hoy lo que está pasando, les recomiendo que vaya a escuchar ese discurso, párrafo por párrafo, palabra por palabra. Ahí­ está, ahí­ Cristina advierte el tema del trabajo, advierte que van a venir por la libertad, y nos pide, les pide a cada argentino que haga valer sus derechos como los hizo valer durente los doce años años que gobernó este proyecto polí­tico votara a quien se votara.

Tenemos la enorme responsabilidad y la vocación de volver a construir una mayorí­a, pero que quede claro, no va a ser una mayorí­a electoral para una victoria pí­rrica. Nosotros queremos otra vez construir una victoria electoral sólida y que garantice el desarrollo de cada uno de los argentinos. Es lo que necesitemos para que vengan, abran los brazos, vayan a buscarlos. Sepamos perdonar   y volver a abrazarlos que Argentina necesita que estemos juntos, que estemos unidos y que los trabajadores con otro presidente no vuelven a ser un palo en la rueda sino la polea de desarrollo que necesita nuestra patria para volver a crecer, a creer y volver a estar junto a todos ustedes. Muchas gracias a todos, enormemente agradecido, los quiero mucho. Sean felices, sin miedo, con ganas, cantando, marchando, caminando, desde el lugar que le toca a cada uno con la plena convicción de que la vida no se agota en una victoria sino que se agota ahí­ luchando, luchando y luchando porque es firme el futuro y se creemos en él. Muchas gracias compañeros.

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