El verdadero gobierno en la Argentina es el del Fondo Monetario, que salva a Caputo de las inconsistencias de su plan transfiriéndole dos mil millones de dólares, relaja las metas fijadas de acumulación de reservas y suspende la tercera revisión de este año. Pero con la plata vienen otras exigencias: la des-universalización de la AUH, la des-nacionalización de la economía, los tarifazos y las privatizaciones. En octubre hay que votar también contra el FMI.