El Barrio Nueva Esperanza de Guaymallén se vistió de fiesta para recibir a los Reyes Magos. Una versión criolla de Melchor, Gaspar y 
el Negro Baltazar montados a caballo hicieron las delicias de más de trescientos niños que no salían de su asombro ante semejante visita Real el pasado jueves 5 de enero.
Pero los reyes no vinieron solos. Repartieron cientos de juguetes y golosinas, robándoles la sonrisa a todos los niños que se acercaron junto a sus familias.
El arduo trabajo de los compañeros de La Cámpora en Mendoza con la colaboración de los vecinos de la Unión Vecinal “Domingo Faustino Sarmientoˮ y de la Cooperativa de Viviendas “La Conquistaˮ, dio sus frutos en una tarde en donde los protagonistas fueron los más chiquitos.
La militancia juvenil busca estrechar los lazos con los vecinos del barrio trabajando en rescatar los espacios públicos, y ayudarlos a organizarse con el fin de trabajar para mejorar las condiciones de vida de los lugareños.
“Que el Modelo Nacional y Popular, impulsado por el kirchnerismo, llegue a cada uno de los habitantes de Mendoza. Ese es nuestro objetivoˮ, sintetizó uno de los compañeros de La Cámpora mientras juntaba las pelotitas de tenis que formaban parte de uno de los juegos recreativos.
La “plazaˮ, eufemismo utilizado por los vecinos para denominar al descampado del barrio, fue el centro de reunión donde con el transcurso de las horas se vio repleto de niños y familias que le hicieron frente al viento que levantaba mucha tierra para disfrutar de las actividades propuestas por los compañeros.
Una compañera, quien se cubría los ojos del polvo que volaba fuertemente, comentó que quieren lograr, a partir del trabajo en conjunto con los vecinos, convertir el lugar en una plaza donde reine el verde, las flores y las plantas. Un lugar que puedan disfrutar todos.
Juegos, regalos y sorteos
La primera actividad programada consistió en la realización de juegos tradicionales como las carreras de embolsado, entre otros más originales, que salieron de la inventiva de los compañeros de Guaymallén, y disfrutados con entusiasmo por los niños de la zona que, incansables, formaban fila una y otra vez para poder participar.
Luego fue el turno de la merienda. Las ricas tortas fritas preparadas por los vecinos del barrio, y el jugo de naranja, muy solicitado debido a las altas temperaturas, fueron muy bien recibidas por grandes y chicos que no se privaron de degustar esta comida tan tradicional de la provincia.
Más tarde llegó el concurso de baile. Al ritmo de los Wachiturros, y ante la atenta admiración de sus padres, muchos chicos demostraron sus destrezas bailarinas que en vano los compañeros de La Cámpora intentaban copiarles los pasos de baile.
Al caer la tarde, la plaza se vació de repente. Sólo quedaron las madres custodiando a los más pequeños. Y sí, era lógico, a lo lejos se veía llegar al trote a los Reyes Magos ataviados con vistosos trajes. Los niños, sin dudarlo, salieron corriendo en estampida para verlos de cerca, entregarles una cartita con sus pedidos, y recibir las golosinas que iban arrojando a su paso.
Ya más organizados, otra vez en la plaza, se repartieron los numerosos juguetes que los compañeros de La Cámpora lograron recolectar con mucho esfuerzo, entre vecinos, amigos y familiares. Hay que destacar también la colaboración de la Unión Vecinal del
barrio para realizar la tarea y reacondicionar los juguetes que se encontraban deteriorados, además de la donación generosa de la Cooperativa de Viviendas.
Entrada la noche, mientras las familias seguían con atención las palabras del compañero que se encargó de animar la jornada, se realizó un sorteo de los juguetes más importantes. Sonrientes y contentos se los veía a los suertudos ganadores de un metegol y un caballito de madera, entre otros grandes premios. Luego del sorteo, los chicos cansados pero alegres después de una hermosa tarde compartida, siguieron bailando la música de moda junto con los compañeros de La Cámpora.
