Hoy Chile es noticia. Aquel país hermano vive intensamente el renacer de la conciencia de sus estudiantes, quienes luchan incansablemente por una educación pública gratuita y de calidad.
Durante la semana pasada fueron protagonistas de días que van a quedar escritos en las páginas de la historia; mientras que en Argentina otras páginas, la de los diarios poderosos, intentaron hacernos creer durante meses que debíamos imitar el modelo político de Piñera. Aquí se ven los resultados.
Resulta lógico que las páginas teñidas con sangre de la última dictadura militar vean al sistema educativo chileno como digno de adaptar a nuestro país, pero los estudiantes secundarios argentinos y chilenos no nos dejamos manipular y vamos al frente por la igualdad de oportunidades, sin bajones ni dobleces, pese a lo que puedan decir los grandes grupos de poder concentrados. Esos que tanto hacen por desprestigiar a nuestra Presidenta, impulsora de un modelo político, social, económico y cultural que le devolvió la dignidad al pueblo, y en el que la educación y el trabajo son los pilares fundamentales para el desarrollo de un país con inclusión social.
No podemos dejar de poner en evidencia las diferencias entre este Proyecto Nacional que aumenta la inversión educativa en un 6, 45% del PBI; que lanza la Asignación Universal por Hijo con la asistencia escolar como requisito fundamental; que entrega 3.000.000 (tres millones) de netbooks a los estudiantes secundarios y primarios, como paradigma de la tecnología como derecho y no como mercancía; que valora profundamente la importancia de las escuela pública y sanciona la Ley de Escuelas Técnicas; que construyó más de 1100 (mil cien) escuelas en todo el país; que entrega un millón de becas para quienes más las necesitan, frente al Modelo neoliberal que destruyó a la escuela pública durante décadas y que ahora hace lo mismo en Chile.
Una vez más, el fracaso de ese modelo neoliberal queda en evidencia. Ese mismo que hablaba del “progresismo y la concertación”, pero no generó ningún cambio estructural que rompiera con los viejos estamentos que aún perduran de la dictadura de Pinochet. Por izquierda o por derecha, ninguno tuvo la capacidad de liderazgo y el valor trasgresor de cambiar lo más profundo de los cimientos de la patria; ni Patricio Aylwin Azócar, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet o, actualmente, Sebastián Piñera.
Para tomar algo de dimensión, en Chile no existe la educación pública. Son las empresas multinacionales las que hacen negocios con las secundarias y las universidades, lucrando con el saber de unos pocos y la ignorancia de muchos. De esta manera, mientras Latinoamérica crece, resulta una paradoja que los hermanos chilenos tengan grandes deudas por tan solo ir a estudiar. De eso estamos hablando; esa es la pelea que dan hace varios años los chilenos y que nosotros acompañamos.
Lamentablemente no es el único caso en Latinoamérica, en Paraguay recién se alcanzó obtener Educación y Salud Pública hace apenas dos años. Esto nos debe servir para tomar dimensión de la Argentina en que vivimos y que seguimos construyendo todos los días. Porque nosotros tuvimos un líder trasgresor que se le animó a los grandes poderes concentrados y se enfrentó con las viejas estructuras de poder, para terminar con unaArgentina corrupta y neoliberal. Hoy es Cristina Fernández de Kirchner quien conduce este movimiento y profundiza esta idea de Estado, Pueblo y Nación.
La Cámpora Secundarios repudia cualquier tipo de represión, como también celebra y acompaña la lucha de los compañeros chilenos, hermanos de esta Patria Grande que anhelamos y por la que luchamos. Por nuestros libertadores, por nuestros patriotas latinoamericanos, por la felicidad de nuestros Pueblos.
Es momento de fortalecer aún más la hermandad entre los países del sur y nosotros, los Secundarios, formaremos parte de esa construcción.
Hasta la victoria siempre!
