El cierre del acto estuvo a cargo del presidente Alberto Fernández quien recordó: “Me puse a contar cuántos días exactos habíamos podido gobernar en tiempos de sanidad y para mi sorpresa eran 99 días: al día 99 de haber asumido, vino la pandemia y nos cambió todo lo que teníamos preparado”.

“Fuimos a levantar un sistema de salud que había desaparecido, no es que había desaparecido un Ministerio, había desaparecido un sistema. El ministro de Salud que después bajó al rango de secretario y que hoy es candidato en CABA dijo públicamente ‘hay que reconocer que en el gobierno anterior la salud pública no era una prioridad”, sostuvo mientras relataba las dificultades afrontadas durante la pandemia: “El pasado fue hace dos años y, porque hicieron todo eso, los argentinos tuvimos que arremangarnos para poner en pie un sistema de salud destruido. Construimos más de 30 hospitales modulares a lo largo y a lo ancho del país. Donde nos necesitaban, estuvimos. No le preguntamos a nadie qué ideología tenía”.

Para culminar, Alberto destacó: “La historia nos sometió al peor de los exámenes, vamos a aprobarlo con nuestro pueblo, con el acompañamiento de nuestro pueblo. Y cuando ese día 100 amanezca, y nos saquemos de nuestras caras los trapos que cubren la mitad de nuestros rostros, salgamos con toda la fuerza. Será el momento en que en la Argentina las fábricas funcionen al 100%, el empleo funcione al 100%, el turismo se despliegue en toda la Argentina”.

“Esa es la Argentina que tenemos que construir solidariamente, depende de nosotros. Que no nos convenzan del derrotismo que quieren imponernos. Somos un país maravilloso, una sociedad maravillosa que se ha levantado una y mil veces. Pongámonos de pie para vivir la vida que queremos”, terminó entre aplausos emocionados.

Previamente, se pudieron escuchar las palabras de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner quién reflexionó: “Venía pensando qué es gobernar. Y es eso: es hacer, está en nuestro ADN de peronistas y de toda la vida. Es sentir que lo que uno hace trasciende. Y lo van a ver tus hijos y los hijos de tus hijos, tus nietos. Eso es la vocación política, la de la trascendencia, la de imaginar que estamos construyendo un proyecto de país diferente para todos. Gobernamos así, para todos, nunca le preguntamos a nadie qué ideología tiene para reconocerle un derecho”.

“Cuando comenzó la pandemia sentí mucho miedo. No existían las vacunas, no había nada, la única manera era el distanciamiento, encerrarse, no verse. Sentí miedo porque dije; ‘Si esto pasa en Nueva York, ¿qué nos va a pasar a nosotros en el conurbano?”, indicó al trazar un paralelismo entre las imágenes que se veían de Europa o Estados Unidos durante los primeros meses del año pasado.

“Con miedo, con angustia, sin saber de qué se trataba, salimos a la cancha a hacer lo que sabemos: a cuidar a la gente y a construir. Porque se hicieron 12 o 30 hospitales portátiles. Y en la provincia de Buenos Aires terminamos 5 hospitales que yo había dejado prácticamente terminados y que se habían negado a abrir. Armamos el país, para enfrentar lo que venía”, rememoró.

De este modo, puso en valor el operativo de vacunación que se está desarrollando en la provincia de Buenos Aires, y recalcó que “se organizó una vacunación excelente con pibes y pibas que se pusieron una pechera, esa pechera que tanto les molestó en algún momento cuando los chicos se identificaban políticamente. Yo prefiero gente que se identifique políticamente, que toda la energía que tiene la juventud la canalice de esa manera y no agrediendo e insultando; sino ayudando a todos y todas”.

“Va a crecer la economía, pero que el crecimiento no lo aprovechen cuatro vivos y la gente se quede la ñata contra el vidrio como ha pasado en otras épocas del país”, advirtió Cristina al tiempo que exclamó: “Esto no tiene que ser un cierre de campaña. Tiene que ser una apertura de debates. Creo que en esta etapa que se avecina hay que discutir cuáles son los modelos de país. Cada uno debe hacerse cargo de la parte que le corresponde”.

Por otra parte, hizo referencia a recientes declaraciones de Mauricio Macri en televisión. “El expresidente decía que éramos golpistas. Pero yo puedo dar cuenta como presidenta en el 2009 habíamos perdido las parlamentarias y ganó el grupo A. Teníamos minoría en la Cámara de Diputados. Y ese año la Argentina se quedó sin presupuesto. Perdimos las elecciones, pero la economía estaba fuerte, desendeudada, nadie podía venir a decirnos cómo manejar nuestros recursos porque no le debíamos un solo peso al Fondo, teníamos cada vez más trabajo, más consumo; entonces la no aprobación del presupuesto la pudimos aguantar porque teníamos espaldas”, acentuó para luego contrastar: “Hoy, la Argentina todavía está en pandemia, el mundo está patas para arriba, le debemos al Fondo 44 mil millones de dólares y a los bonistas lo que se reestructuró, tenemos que mejorar los salarios, seguir bancando las actividades con problemas como el turismo. Por eso no es lo mismo”.

“Esto recién empieza. Espero en serio que el lunes podamos debatir un país sin agravios, sin insultos, en igualdad y paridad de condiciones para todos y todas”, subrayó.

Finalmente, Cristina enfatizó: “El país, los argentinos y argentinas necesitan mucha responsabilidad institucional y no solamente de los que gobiernan, también de la oposición, de los medios de comunicación, los empresarios, los sindicatos, de todos aquellos que elegidos en el lugar en que están tienen que dar cuenta de sus actos y saber que un país no se construye solo y que nadie se salva solo. Esto es lo que viene y es la discusión que estamos dispuestos a dar como siempre de cara a la gente, de cara a la historia y de cara a todas nuestras ideas de las cuales estamos siempre muy orgullosos”.

El domingo en las urnas depositaremos la esperanza de poder volver a vivir la vida que queremos, la que ya vivimos y añoramos: la de la justicia social, la independencia económica y la soberanía política. La pandemia fue una piedra en el camino que sólo nos demoró en la tarea de que todos los argentinos y argentinas vuelvan a ser felices. Y cuando decimos que vamos a volver, volvemos.