Diego, te fuiste muy pronto pero dejaste en todes nosotres un legado de amor y amistad. Gracias por ser ejemplo de lucha, por brindarnos tu cariño, tu solidaridad incondicional para ayudar a quienes más lo necesitan, por transmitir la importancia de militar alegremente.
Con tu carisma y gran sentido del humor, llenaste cada uno de nuestros días. Nos quedamos con tu sonrisa constante y tu gran corazón, con ese fuego que enciende todo alrededor.
Nos duele el alma, te despedimos con profunda tristeza, pero tenemos la certeza que desde donde estés seguirás iluminado nuestro camino y recordándonos que nada grande se puede hacer con la tristeza . Te vamos a extrañar mucho, te llevaremos siempre en nuestros corazones. ¡Hasta la victoria siempre, compañere!