Hace meses vemos con mucha tristeza como el lobby de los grandes capitales económicos genera los focos de incendios que después se extienden gravemente debido a las condiciones de fuerte sequía que sufre nuestro país, asociada a la crisis climática que cada día azota al mundo. De esta forma, luego del fuego, los grandes grupos del sector inmobiliario y agropecuario se hacen de las tierras para su explotación a precios muy por debajo del valor de mercado.
Este proyecto, acompañado además por diputados y diputadas de otros cinco bloques de la Cámara Baja, prohíbe el cambio en el uso del suelo luego de ocurrido un incendio. Así, desde la política se da una respuesta para que se termine con este círculo perverso y que en Argentina ya no pueda haber especuladores que piensen en destruir nuestro ambiente de forma indiscriminada para llevar adelante sus negocios en esos lugares.
Esta iniciativa vuelve a dejar en claro que, por un lado, hay espacios colectivos que con políticas públicas buscan preservar nuestros bienes comunes naturales mientras que, por el otro, están quienes sólo se encargan de defender los intereses de los grandes grupos económicos.
Seguimos militando por políticas públicas integrales y construyendo un proyecto nacional, popular, democrático, feminista y ambientalista que entienda que no hay justicia social sin justicia ambiental.