El “JINˮ A DE 14 (para niñxs de entre 3 y 5 años) está ubicado junto a la Escuela Primaria Nº 13 “Provincia de Neuquén” (sobre la calle Seguí 2580, La Paternal) y como es usual en este tipo de jardines, muchos de lxs niñxs que concurren tienen hermanxs que cursan en la escuela primaria.
A mitad de este año y sin ningún aviso previo el Ministerio de Educación a cargo de Soledad Acuña notificó a las familia del “JIN A” que el jardín iba cerrarse y que lxs niñxs iban a ser trasladadxs de manera compulsiva a uno nuevo construido en Chorrarín al 300, ubicado a 15 cuadras de distancia y sin ningún medio de transporte que los una. Un verdadero peregrinaje imposible para padres y madres que tiene que dejar y buscar niñxs en jardín y primaria al mismo tiempo.
Lxs padres y madres consiguieron que el Gobierno les ponga un micro temporal para llevar a lxs niñxs desde Seguí hasta Chorroarín y la promesa de que en 2019 el “JIN A” volvería a estar en condiciones para que vuelvan lxs niñxs. En el medio quedaron varias familias que debieron sacar a sus hijxs del jardín ya que ni siquiera pudieron acceder a una plaza en el micro escolar.
Pero las malas noticias siguen: por un lado, pese a la falta de vacantes el edificio de la Seguí y Warnes no va ser reparado y por otro lado el GCBA les niega un micro hasta Chorroarín para el año que viene, con lo cual muchas familias (muchas de ellas con muy escasos recursos) deberán llevar a pie a sus niños.
La Ministra Acuña, en la comisión de Presupuesto y ante la pregunta puntual de la legisladora por Unidad Ciudadana Paula Penacca, sostuvo que no había impedimento para que lxs niñxs volvieran al Jardín JIN A de 14. Mintió a conciencia, pues hay un impedimento: en el presupuesto 2019 no hay partida para arreglar el edificio del “JIN Aˮ. Por eso un grupo de padres y madres junto la legisladora porteña Paula Penacca y a la comunera Camila Rodríguez, recorrieron la distancia que hay entre el jardín original y el transitorio de la calle Chorroarín.
Paula Penacca declaró al respecto: “Es una falta de respeto y un abuso que los padres tengan que dejar a unx hijx en una escuela y volar para llevar al otrx, a un edificio distinto y lejano. Y lo peor es que no hay perspectivas de que el año que viene se resuelva el problema. Presentan el jardín de Chorroarín como un edificio que suma vacantes, cuando en realidad es una mentira porque trasladaron a lxs chicxs generando este trastorno a las familiasˮ.
Camila Rodriguez expresó por su parte que “no solo es mentira lo de las nuevas vacantes, sino que abandonaron a su suerte a la comunidad educativa del Jardín “JIN Aˮ. El GCBA se comprometió a resolver este tema y no están haciendo absolutamente nadaˮ
Fiorella, madre de una alumna afectada dijo que “estamos preocupados, no sólo nos cerraron el jardín sino que nos trasladaron a uno lejos y nos quieren sacar el micro para trasladarlosˮ.
Este tipo de conflictos son de simple resolución. Solo hace falta voluntad política, sensibilidad y sentido común para resolverlos. Cosas que hace tiempo se perdieron en la Ciudad de Buenos Aires.