Fue la propia gobernadora Vidal quien dijo que “el Astillero es la única empresa deficitaria de la provincia de Buenos Airesˮ, y hace unas semanas se conoció que el presidente Mauricio Macri dijo que “al Astillero Río Santiago hay que dinamitarloˮ, sumado a operaciones periodísticas, muchas salidas de la usina oficialista, Clarín.
Todo esto no es más que una máscara de criminalización que busca distorsionar el fin mismo del gobierno: achicamiento del Estado, despidos, hambre, miseria y dependencia económica.
En ese contexto de incertidumbre los trabajadores del ARS se mantienen en estado de alerta, movilizándose pacíficamente para pedir estabilidad laboral e inversiones para reactivar la industria naval argentina, resistiendo los embates del oficialismo que el día de hoy llegó a responder con una brutal represión que dejó heridos y detenidos.
En este sentido es que recordamos las palabras de Néstor Kirchner al referirse sobre medidas de ajuste: “ ¿Cuál es la audacia, ser débiles con los poderosos y fuertes con los débiles?ˮ.
Es lo que nos va dejando el plan económico, el acuerdo con el FMI y el apuro por hacer bien la tarea ante Lagarde para seguir trayendo dólares que financien la timba especulativa, la espiral de dependencia económica y disolución de soberanía.
Repudiamos la represión del gobierno de María Eugenia Vidal contra los trabajadores del Astillero Río Santiago, empresa emblema de Latinoamérica, acompañamos su lucha y pedimos que el Estado se haga responsable, deje de mirar hacia un costado y ponga sus esfuerzos en garantizar los puestos de trabajo y la reivindicación de la industria nacional argentina.