Llegaron delegaciones de 180 países, aunque la gran mayoría eran los locales, que vinieron de todas las regiones de Rusia. Es la tercera vez que el festival se realiza en territorio ruso, los anteriores fueron en 1957 y 1985.
Los foros de discusión se apegaron a la tradición antiimperialista del festival. Se discutieron temas como el rol de los medios en la lucha antiimperialista, la guerra en Siria, el futuro de Palestina, la situación del Sahara Occidental, la independencia de Puerto Rico o la experiencia del Che en ífrica.
Por otro lado, el gobierno ruso realizó un despliegue importante para mostrar los avances tecnológicos y científicos del país, organizó actividades culturales y deportivas y presentó charlas con grandes figuras de su diplomacia.
La delegación Argentina mantuvo permanentemente a lo largo del festival el reclamo por la liberación de Milagro Sala, quién participó con un mensaje por video a los jóvenes del mundo, por la aparición con vida de Santiago Maldonado, y por la descolonización de Malvinas. Este último caso fue presentado al Tribunal Antiimperialista del festival, como prueba del imperialismo en América Latina.
El festival ha terminado, pero la lucha sigue. Por que los fuegos de Octubre siguen sonando, ya sean de 1917, 1945 o 2017.
“Acá nada ha terminado. Esto recién comienzaˮ.