La sede que La Cámpora tiene sobre la calle Cerrito, entre Bartolomé Mitre y Rivadavia, fue inaugurada recientemente y todavía no cuenta con ninguna gráfica de identificación partidaria en la fachada del edificio, de modo que resulta difícil creer que estuvieran ahí de casualidad. Por el contrario, para realizar la acción que llevaron adelante, debieron contar con información previa que sólo se puede obtener haciendo inteligencia.
Por este motivo realizaremos la denuncia correspondiente y solicitaremos que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires proporcione las imágenes de las cámaras de seguridad que hay en esa zona y brinde la información que permita dar con el titular del automóvil en cuestión.
Este no es un episodio aislado sino que se suma a agresiones y tareas de inteligencia como los disparos a militantes en la inauguración de un local de Nuevo Encuentro en Villa Crespo, la balacera a una Unidad Básica de La Cámpora en Parque Avellaneda y los destrozos en otra de Parque Chacabuco, o los infiltrados en la marcha por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Esto se enmarca en un clima de violencia en el que se busca hostigar y amedrentar a las voces opositoras, y sobre el cual el gobierno de Mauricio Macri tiene la principal responsabilidad. Desde el Poder Ejecutivo deben dar señales claras para que se respeten las libertades de todos los argentinos y se deje de precarizar la democracia.