Fue noticia en estos días los cientos de miles de jóvenes que se acercaron a “Expo Jovenˮ en el predio de La Rural en busca de un empleo. Más allá de que esa iniciativa del Gobierno de la Ciudad es una puesta en escena donde entregan folletería identificada con los colores del PRO y prácticamente ninguna empresa que allí tiene un stand recibe currículums ni se muestra dispuesta a aumentar su planta de personal, el evento sirvió para tomar dimensión de una situación.
La falta de empleo que se incrementó con la llegada del nuevo Gobierno afecta con gran profundidad a los jóvenes. Seis cuadras de fila y una demora de tres horas para ingresar al predio es una clara señal de la necesidad que existe. Necesidad de conseguir un trabajo que es un derecho constitucional, aunque algunos medios maquillen el problema hablando de ilusión o de fiebre.
En relación al empleo, el INDEC dio a conocer que en marzo subió un 0,9%. Prima facie uno creería que es una buena noticia. Sin embargo, al desmenuzar la información se observa que el alza está dada por una suba del empleo público tantas veces denostado por la actual administración y por un incremento de los monotributistas, y una parte por el repunte de la construcción producto de la decisión gubernamental de descongelar la obra pública en la antesala electoral. El sector privado, que es el que debe motorizar la economía, sigue estancado y sin generar puestos de trabajo.
El Centro de Economía Política Argentina relevó que en los primeros meses de 2017 se registraron 9.599 despidos y 2.594 suspensiones, sobre todo en el sector industrial. El INDEC también dio a conocer que la producción cayó en abril un 2,3% respecto al mismo mes de 2016. En lo que va del año anota una caída del 2,4%, y el acumulado de 2016 tuvo una baja del 5,2%. Quince meses consecutivos de caída de la actividad industrial dan cuenta de que el país no repunta y sigue en franco deterioro.
El empleo y la industria no repuntan en un contexto donde estimaciones privadas vaticinan que la inflación del supermercado será del 3,5% en mayo y donde el Banco Central informa que sus ganancias se redujeron en 2016 un 54,1% respecto a 2015 como consecuencia de las altas tasas de las Lebacs. El Gobierno apuesta a un modelo especulativo de fuga de capitales sin industria nacional y con una parte importante de la sociedad expulsada del sistema.
Frente a esta situación, el Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne aseguró que el problema no es el rumbo del país sino la metodología del Indec. El Jefe de Gabinete, Marco Peña Braun, sostuvo en el Congreso que Argentina está creciendo, los precios bajando, la industria repuntando y el empleo subiendo. El robusto call center que maneja para atacar dirigentes opositores le consume tanto tiempo que le provoca un enorme divorcio con lo que sucede en la realidad.
La situación del país está muy mal y lo nota la inmensa mayoría cuando ya no sólo resigna bienes de confort o salidas de ocio, sino que ahora debe economizar productos de primera necesidad y algunos meses elegir entre comprar comida o pagar los servicios públicos que no paran de subir.