Esteban Bullrich ratificó que el Gobierno de la Nación no convocará a la paritaria nacional docente. Sus declaraciones fueron respaldadas por el Jefe de Gabinete Marcos Peña y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal quienes justificaron la decisión en que la cartera educativa nacional no tiene escuelas ni docentes a cargo. El objetivo de la paritaria docente nacional es fijar un mínimo salarial para todos los maestros del país además de conversar cuestiones vinculadas a la formación y los contenidos comunes a todo el territorio nacional.
Dada la disparidad y las inequidades que existen entre las distintas provincias, el rol de la Nación es garantizar un mínimo de dignidad salarial que incluso fue una promesa electoral de Mauricio Macri. El Ejecutivo Nacional demuestra que no está interesado en establecer condiciones mínimas ni en discutir contenidos ni programas para que mejora la educación pública en todo el país. Además, no se explica por qué ahora sostienen esta posición cuando hace un año decían lo contrario.
El 25 de febrero de 2016 los ministros de Educación y Trabajo, Bullrich y Triaca, brindaron una conferencia de prensa celebrando la discusión paritaria nacional y el acuerdo que llevaba el salario mínimo a $8.500 en julio. En ese momento tampoco tenían escuelas y docentes como esgrimen ahora: ¿por qué lo hicieron? Lo hicieron porque, omitiendo cuestiones éticas y de justicia social, es una obligación legal fijada en la ley de financiamiento educativo.
A raíz de la arbitraria decisión del Ejecutivo de eliminar la paritaria nacional, los gremios nacionales (que discuten contenidos y un mínimo salarial común en el país) anunciaron un paro de 48 horas. Esto significa sin perjuicio de si las paritarias distritales están avanzadas o trabadas, el 6 y 7 de marzo no habrá clases en ningún lugar del país por un conflicto de índole nacional. En simultáneo, en provincias como Santa Fe, Córdoba y Neuquén los gremios provinciales anunciaron medidas de fuerza para sus provincias.
Algo que por ahora no han realizado los gremios de la provincia de Buenos Aires pese a las propuestas vergonzosas y los destratos que vienen sufriendo de parte de los funcionarios bonaerenses. En consecuencia, no se explica por qué el gobierno Vidal dictó una conciliación obligatoria si no hay ninguna medida de fuerza en curso. Para evitar el paro nacional, debería intervenir el Ministerio de Trabajo Nacional. Es inédito y rara vez visto que una provincia se arrogue facultades y competencias del estado central. Es una ilegalidad manifiesta y una decisión nula de nulidad absoluta.
El cambio de acción del Ministerio de Bullrich y las decisiones del gobierno de Vidal no son errores. Son puestas en escenas para desprestigiar a los docentes, sus representantes gremiales, y correr al Estado de su compromiso con la educación pública.
