Patria Grande

Ponencia de Cristina Fernández de Kirchner en el ELAP 2016

La presidenta Cristina Fernández brindó este jueves una conferencia magistral sobre la situación regional de la América del Sur, en el Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP), que se realiza en Quito.

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Muy buenas tardes a todos y a todas, compañero vicepresidente de la República de Ecuador (Jorge Glass), compañera secretaria general del movimiento PAIS; Piedad que nos acompaña; canciller de Venezuela, Delcy (Rodrí­guez); Elí­as Jaua, ahora diputado, te he conocido en todos los cargos Elí­as. Al lado de Hugo, en un montón (risas y aplausos).

En principio vamos por lo primero: agradecer como lo hice hoy también al gobierno de la República del Ecuador, la inmensa distinción que me confirieron hoy por la mañana la Asamblea Nacional otorgándome la más alta condecoración, Manuela Sáenz, que de ninguna manera es una distinción o un reconocimiento personal más allá de los encendidos discursos que diera la presidenta de la asamblea, Gabriela, y recién las palabras del vicepresidente. No lo tomo como una cuestión personal sino como un reconocimiento colectivo a polí­ticas que hemos desarrollado durante más de 12 años en la Argentina, pero también por la actuación, por la intervención que hemos tenido como integrantes de la Patria Grande durante estos ricos e intensos 12 años, yo dirí­a poco más de la primera década del siglo XXI, que encontraron a una región sustancialmente diferente a lo que fue la mayor parte del siglo XX y especialmente lo que se denominó como las etapas que gobernó la región, el consenso de Washington, el fondomonetarismo, que parece querer retornar nuevamente a la región.

Miraba la consigna, el motivo principal de este tercer Congreso del Encuentro Latinoamericano Progresista y me gustarí­a repasarlo con ustedes: “develando el nuevo Plan Cóndor y por un Pacto í‰tico Latinoamericanoˮ. Hoy, en el desarrollo de mi intervención ante la Asamblea Nacional, plantee porque es una realidad inocultable, una cuestión insoslayable, que esta región que ha producido procesos de inclusión social como no se habí­a visto durante todo el siglo XX, porque yo repetí­a que durante el siglo XX habí­a estado el peronismo pero en un lapso que no llegó a cumplir 10 años en el gobierno y se habí­an dado procesos en América Latina pero en forma aislada.

Nunca habí­a sucedido, salvo en la etapa de la independencia, de la constitución de nuestras identidades como paí­ses, nunca se habí­a producido al mismo tiempo, en forma simultánea, el surgimiento de gobiernos que eran impulsados por movimientos con tres caracterí­sticas esenciales: nacionales, populares y democráticos. No es una cuestión menor esto porque hace primero al concepto de nación, tan indisolublemente unido a nuestra propia historia que surgió hace ya más de 200 años. Popular, porque aquellos procesos de liberación nacional e independencia nacional también fueron populares. Fueron procesos polí­ticos militares pero llevados a cabo, llevados adelante por el pueblo que iba a pelear.

Eran los criollos, eran los mulatos, eran los mestizos, era el pueblo el que abonó con su sangre el territorio de la América del Sur en su lucha por la emancipación durante el siglo XIX. Y eran nuevamente protagonistas en estos procesos que se dieron durante la primera década del siglo XXI también los pueblos. El sujeto y también el objeto de estos procesos transformadores, de gran inclusión social, cada lugar y cada paí­s con sus caracterí­sticas, por su conformación social, por su historia, por las caracterí­sticas de sus lí­deres también, pero al mismo tiempo supimos construir una unidad y una integración que en momentos difí­ciles como le tocó vivir a Bolivia o también a la hermana República del Ecuador, tení­amos una relación de fuerzas y una presencia que permitió obturar, que permitió neutralizar procesos destituyentes que habí­an tenido lugar con movimientos regionales que querí­an al presidente de Bolivia bajo una presunta emancipación o algunos episodios como los que se vivieron aquí­ en el Ecuador y que motivara la reunión de la Unasur convocada por nosotros en la ciudad de Buenos Aires.

Y digo esto porque tal cual lo charlamos hoy a la mañana, esta relación de fuerzas que permitió neutralizar y obturar el camino de estos procesos destituyentes, no tuvo la fuerza suficiente para impedir por ejemplo la destitución de la compañera Dilma Rousseff bajo la apariencia de un golpe institucional en la República Federativa del Brasil, nada menos que en el Brasil, no porque un movimiento destituyente sea más importante por el volumen del paí­s o el tamaño del paí­s, sino porque es evidente que el eje que formaban Brasil y Argentina en toda nuestra historia, ha sido lo suficientemente relevante como para imprimir su ritmo a la región.

Por eso digo que es importante que analicemos cuáles son los elementos nuevos que han surgido a partir de que nuevas fuerzas, una nueva relación de fuerzas ha surgido, que no ha surgido, a ver, porque cuando se va de su paí­s y puede venir a este paí­s o sin salir del paí­s sigue muy de cerca las manifestaciones opositoras a distintos procesos de transformación, advierte un hilo conductor en todas ellas. Similitudes, como una suerte de plan enlatado que viene de otro lado. Y esto se puede ver claramente en lo que Rafael Correa ha denominado “Plan Cóndor”, con una gran construcción que ha hecho, para compararlo con lo que fue el Plan Cóndor que también tení­a hilos conductores para todos los paí­ses de Latinoamérica, en un tono militarista, cuando todaví­a se utilizaban las Fuerzas Armadas como punta de lanza para neutralizar o hacer fracasar los movimientos nacionales y populares.

Creo que ha surgido en estos años una articulación entre lo que son los medios hegemónicos de comunicación concentrados, procesos de judicialización, y al mismo tiempo una transformación, porque todos estos gobiernos han provocado una gran movilidad social ascendente, el pomposo nombre sociológico con que nosotros decimos incluir a gente y que gente, nuestro pueblo pueda acceder a mejores condiciones de vida, a los servicios de salud, educación, de vivienda, trabajo estable bien remunerado, procesos de industrialización. Hablaba recién Jorge y daba cifras sobre lo que habí­a sido la transformación de Argentina, una de ellas por ejemplo: cuando Néstor llegó al gobierno habí­a en la Argentina solamente 738.000 hogares conectados a internet. Cuando me fui el 9 de diciembre, más de 15 millones de hogares de argentinos están conectados a la red. Estas transformaciones, también deben demandar en nosotros nuevas miradas, porque evidentemente ha sido estudiado desde afuera y muy bien, como pivotear sobre lo que son las nuevas clases incorporadas al proceso económico, a la movilidad social, como pivotean con sofisticados instrumentos y apelaciones, inclusive desde lo no solamente sociológico, sino también hasta desde lo psicológico, para que de repente haya, en segmentos, no en todos, pero en segmentos de la población que se han visto sustancialmente favorecidos por estos procesos económicos y polí­ticos, una suerte de disociación entre su situación personal de los proyectos polí­ticos que le permitieron precisamente acceder a esa mejor calidad de vida.

Obviamente es indispensable, en este armado que se ha presentado y que se puede ver con similitudes si uno mira, y yo lo comentaba hoy a la mañana, lo que fue el proceso destituyente de Dilma, en realidad lo que le paso a Dilma se intentó hacer durante mis dos gestiones con respecto a esta presidenta. El carácter sexista, agraviante, descalificador de las movilizaciones era muy similar. Esto lo charlé con la propia Dilma en su casa de la Alborada. Cuando una veí­a en realidad que las movilizaciones eran de los sectores más acomodados de la población, porque en realidad en todo proceso de movilización normalmente los que se movilizan son los que sufren privaciones, los que tienen problemas, digamos que en una sociedad en la que se movilizan los que tienen dinero y están mejor posicionados económicamente hay algo que no está funcionando adecuadamente, pero sin embargo esto fue naturalizado desde los medios de comunicación concentrados y además fue internalizado por algunos sectores, por algunos segmentos de la población.

Esto requiere por parte de nosotros, y cuando hablo de nosotros hablo de un espacio muy heterogéneo. Hablo de un espacio donde conviven movimientos sociales, organizaciones polí­ticas, movimientos sindicales, en fin, hablo de una amplia, de un amplio espectro que debe volver a confluir, porque se fueron articulando divisiones en lo que podemos denominar el campo nacional, popular y democrático, para finalmente culminar en algunos procesos, como en el caso de Argentina donde estuvimos en el balotaje 49 por ciento a 51 por ciento. Previamente,  se habí­a producido una división de lo que puede denominarse el campo nacional popular y democrático, pero pese al bombardeo mediático impresionante y a que algunos auguraban que en ese balotaje í­bamos a perder por 10 o 12 puntos, lo cierto es que obtuvimos el 49 por ciento de los votos, y debo decir que ese crecimiento exponencial que hubo entre la primera y la segunda vuelta, que fue casi 12 puntos, no debe agradecerse a los dirigentes sino esencialmente a la movilización de la sociedad y de amplios sectores de la militancia polí­tica. Es una primera cuestión que debemos abordar.

La verdad que las transformaciones que se han operado en estos primeros diez meses son realmente impactantes por el blindaje mediático con el que cuentan, y por cómo han impactado en el conjunto de la población.

En apenas 10 meses con una devaluación del 50 por ciento, una inflación de más del 40 por ciento, el pago a los fondos buitres con lo que tiró por tierra gran parte del trabajo que habí­a hecho Argentina en Naciones Unidas junto al grupo G77+China, como un aporte tan importante como es lograr una regulación internacional en materia de reestructuración en deudas soberanas, que si se me permite una discreción, como lo dije hoy la mañana pasamos la posta a la hermana República de Ecuador que hoy le toca presidir el grupo del G77+China para seguir adelante con esto y también con una regulación y una condena internacional a los denominados paraí­sos fiscales.

Pero les decí­a, sigo nombrando algunas decisiones y medidas que se tomaron en estos primeros 10 meses; un aumento de las tarifas en los servicios públicos de agua, luz y gas que supera en los hechos más allá de las idas y venidas el 800 por ciento. Una disminución real del salario que ha sido muy pero muy importante, a punto tal que ha caí­do el consumo; y estos son números que han sido publicados el dí­a de hoy, viene cayendo la actividad industrial, la actividad económica, el consumo. Pero no hace falta leer para los que vivimos en Argentina tanto número ni tanta cifra; basta recordarles a los argentinos que hoy nos acompañan y a los que no acompañan también pero escucharán y mirarán, podrán recordar lo que era Argentina 11 o 12 meses atrás, donde cuando uno iba a un supermercado a las 7:30 de la tarde se chocaba con los changos -los changos son los carritos- con las otras personas. Donde habí­a que hacer tal vez una cola de una en las cajas para poder facturar el chango lleno que se llevaba cada uno. Donde además restaurantes, cines, vacaciones, centros de veraneo tení­an una afluencia de un mercado interno que era impulsado desde el Estado porque sostení­amos y seguimos sosteniendo que la demanda agregada es lo que mueve la actividad económica y promueve la inversión.

Es una vieja discusión de los economistas, si hay que invertir primero, si es la oferta o es la demanda. Nosotros decimos que salvo que uno tenga la inventiva de un Henry Ford, que crea la demanda a partir de la oferta de algo novedoso, o Bill Gates y todo lo que puede denominarse el conjunto de las comunicaciones que también crean el instrumento innovador tecnológico y a partir de ahí­ crean la demanda, siempre en materia de consumo, alimentos y en consumo de bienes finales, de bienes de capital, siempre primero la demanda y luego necesariamente viene la inversión.

Y fundamentalmente en estos tiempos también en el mundo donde tenemos un excedente de la demanda agregada en todas las economí­as, y donde la etapa del precio de los comoditties, producto también de la caí­da del consumo mundial y la caí­da de la actividad económica a nivel mundial ha caí­do también. Por lo tanto era necesario preparar a nuestros paí­ses que los habí­an convertido en exportadores primarios netos, en paí­ses exportadores de bienes también de capital, de innovación tecnologí­a. Por eso apostamos tan fuerte también a la innovación tecnológica poniendo en órbita dos satélites, exportando centrales nucleares, trabajando mucho en el área de energí­a económica.

Pero les decí­a, en estos meses ha habido estas transformaciones que pueden palparse en la calle y se palpan también. El otro dí­a asistí­ al encuentro de la Federación Universitaria de La Plata que acaba de ganar el peronismo luego de 41 años, y nos hablaban los estudiantes que muchos tení­an el orgullo de ser, como una de las compañeras que habló, la primera generación de una familia de obreros que iba a acceder a la universidad. El problema que están teniendo con el Plan Progresar, por ejemplo. Ha habido un error que tuvimos nosotros le pusimos a todo Progresar, Procrear, deberí­amos haber inventado algún otro nombre me parece. Lo comunicacional también es importante en estos tiempos, y no les hemos dado la importancia que otros le han dado. Pero les decí­a que el problema que están teniendo los estudiantes, por ejemplo en la Ciudad de La Plata donde acuden gran cantidad de alumnos de la Argentina profunda, del interior, los alquileres o la deserción que ya comienza a verse porque los padres perdieron el trabajo o porque ya no pueden seguir estudiando. Hay una modificación evidente.

Esto se construyó por la apelación a que nada de lo que se habí­a logrado durante los 12 años se iba a perder, si no que se iban a conservar todos y cada uno de esos derechos y además se iban a lograr se iban a lograr muchas cosas más. Desde la alegrí­a, a que por ejemplo ningún trabajador pagara impuestos a las ganancias. Al 9 de diciembre tributaban quizás los altos ingresos 1 millón aproximadamente de trabajadores en la Argentina, hoy es el doble. Además en un escenario donde ese salario representa el 50 por ciento del salario que tení­an, y donde las paritarias además que durante 12 años y medio fueron libres, esto es salario acordados libremente entre sindicatos y patronales que permitió tener el mejor salario, no solamente en términos nominales de dólares sino en términos de paridad de poder adquisitivo; ustedes saben que se puede tener una cantidad de dólares en un paí­s pero hay que ver que se puede comprar en ese paí­s con esa cantidad de dólares y en otro paí­s con la misma cantidad, no solamente en términos nominales sino también en términos paridad de poder adquisitivo.

Habí­amos anunciado una suerte de polí­ticas y de programas sociales dirigidos y orientados hacia aquellos sectores vulnerables a los cuales todaví­a no habí­amos podido llegar. La Asignación Universal por Hijo (AUH) que creamos por un Decreto de Necesidad y Urgencia que me tocó firmar, luego de que habí­amos recuperado la administración de los recursos de los trabajadores, fue precisamente orientado a los sectores informales de la economí­a, a los trabajadores no registrados por una única contraprestación que era  la de que los niños fueran al colegio y tuvieran control de su salud. Esto fue un inmenso avance porque además siempre mantuvimos totalmente actualizado, de manera tal que nunca se perdiera el poder adquisitivo de ese ingreso que recibí­a el sector informal.

Además, al mismo tiempo de cumplir un rol social cumplió un importante rol dinamizador de la actividad económica porque los sectores más vulnerables no tienen capacidad de ahorro, con lo cual todo lo que reciben lo vuelcan al consumo. O de servicio, o de alimentos, de vestimenta o de educación. Con lo cual al mismo tiempo contribuí­a a la actividad económica.

Esta y muchí­simas otras medidas que han explicado mucho mejor Gabriel y Jorge, que los quiero llevar a ustedes dos de promotores mí­os porque realmente es una maravilla las cosas que hanˮ¦ (Aplausos). Construyeron un diseño de sociedad, porque en definitiva un proyecto polí­tico apunta a un diseño de sociedad, su economí­a apunta a un diseño de sociedad. ¿En qué sociedad queremos vivir? En una sociedad más igualitaria, en una sociedad donde todos tengan igualdad de oportunidades y puedan elegir.

La igualdad está indisolublemente ligada a la libertad, no funciona la una sin la otra. Porque para ser igual o tener libertad tengo que tener la posibilidad de elegir lo que quiero ser. Para elegir lo que quiero ser, si quiero ser obrero, estudiante o no quiero ser nada, simplemente tengo que tener la posibilidad económica y social de elegir, no la condena de por ser hija de un obrero ser siempre obrero o por ser la hija de un pobre ser siempre pobre.

Precisamente, todas nuestras ideas, no solamente las de ahora sino la de juventud fueron encaminadas y orientadas a eso. A lograr igualdad, a promover la redistribución del ingreso de manera tal, y esto es un poco ya más peronista, la participación de los trabajadores en el PBI con el modelo del fifty fifty, 50 por ciento para el capital y 50 por ciento para el trabajo, que se erige como una tercera posición del peronismo en los años cuando el mundo se divide a partir de la segunda Guerra Mundial la guerra frí­a de este-oeste, y entonces planteamos siempre la participación de los trabajadores. Por eso la Argentina tiene las organizaciones sindicales tal vez más fuertes en toda la región latinoamericana.

Y esto sí­ es una diferencia de esta etapa que tenemos ahora porque en los 90, los sindicatos y fundamentalmente los trabajadores, era algo muy débil porque no habí­a un proceso de industrialización, porque en los años 90 ´ tomaron a la gente con graves problemas de las Hiper, los problemas de la deuda del estrangulamiento de la deuda del sector externo que habí­an caracterizado toda la década de los años 80.

Y creo que esta etapa que viene ahora es un estado sustancialmente diferente primero porque encuentra a una sociedad a la que le habí­an dicho hasta el 2003 que era imposible sobrevivir si no se tení­a la autorización del Fondo Monetario Internacional. Néstor y Lula casi simultáneamente pagaron la deuda de Brasil y Argentina con el FMI y nunca más se permitió que el FMI supervisara las polí­ticas de nuestro paí­s.

Entonces, creo que la situaciones que nosotros pudimos internalizar en la sociedad, que la movilidad ascendente, que el tener una polí­tica exterior independiente, que reestructurar la deuda como Néstor lo dijo en su primer intervención en Naciones Unidas ˮ“ que era necesario crecer para pagar lo que debí­amos porque no se conoce ninguna historia donde los muertos hayan pagado las deudas, era imprescindible. Y reestructuramos la deuda soberana defaulteada más importante de la historia.  Mil millones de dólares reestructurados en el año 2005 y más tarde durante mi primer gobierno en el año 2010.

Ahora ha comenzado en la Argentina un nuevo proceso de endeudamiento para solventar gastos corrientes que va a ser soportado, como lo fue tambiénˮ¦ de seguir incrementándose, en lo mediato y por las futuras y no tan futuras generaciones porque en definitiva el mundo de hoy no tiene con la volatilidad de capitales y con el estrangulamiento que hay de la economí­a en general, las facilidades que habí­a en los años 90 para la construcción de los grandes endeudamientos.

Creo entonces que la situación que se plantea hoy en la región y lo planteaba Abel en la Asamblea por la mañana, es la necesidad de lograr entre los movimientos nacionales populares y democráticos que tienen responsabilidades institucionales en la región, o que la han tenido, una construcción donde la integración que tuvimos de carácter polí­tico muy intensa y profunda se haga de otra manera más profunda y más intensa aún. Que tenga que ver por ejemplo, con la revolución que han tendí­ las comunicaciones en las polí­ticas en las redes sociales, por ejemplo., Que tenga que ver con la interacción que hay que lograr con la propia sociedad para que finalmente pueda advertirse que las situaciones individuales no son tales, sino que dependen esencialmente de la marcha de un paí­s en su economí­a y en su polí­tica.

Creo que sectores de nuestra sociedad que tení­an la visión de que habí­an logrado un determinado posicionamiento económico con un trabajo, o en su profesión van advirtiendo poco a poco que esto no era una cuestión de su esfuerzo y su capacidad personal únicamente sino que tení­a que ver un modelo económico, por ejemplo, lo decí­a hoy por la mañana, la polí­tica de subsidios en los sectores de los servicios que tení­an que ver con darle a través de un salario indirecto.

El ingreso de una persona no se mide únicamente por lo que le ingresa monetariamente: se mide también el bienestar de esa persona, por todos los ingresos directos que recibe a partir de polí­ticas sociales de universidad gratuita, de educación gratuita, de salud gratuita de programas de vacunación gratuita, y también, fundamentalmente, nosotros finalmente tení­amos un  programa de subsidios que no eran solamente  para la gente y para el pueblo sino también para Pymes y grandes empresas porque en realidad esa era la diferencia que el Estado poní­a para lograr mantener adelante la capacidad de consumo de la sociedad y un mercado interno que desarrollara aún más el proceso de industrialización.

El proceso de industrialización que comenzó en el año 2003 y que necesita como todo proceso de industrialización para lograr innovación tecnológica y competitividad, necesita tiempo e inversión. Es prácticamente imposible que un proceso de innovación tecnológica y de industrialización se lleve a cabo en 10 o 12 años. Todos los paí­ses desarrollados han protegido sus industrias y desarrollado sus industrias durante décadas. Es mentira esta bandera del libre comercio que agitan algunos sectores, porque todos los paí­ses en todo el mundo tienen medidas o para arancelarias o medidas de otro tipo que disimulan en definitiva la protección que todos los paí­ses otorgan a sus actividades económicas a sus productores.

Por eso creo que nosotros debemos profundizar también el tema de cómo se comporta lo que aquí­ denominábamos hoy por la mañana la fuerza de la restauración de las viejas elites que quieren volver a tener un paí­s para pocos. Porque tienen un comportamiento similar en todos los paí­ses y que no deviene de su inteligencia ni de su originalidad sino de una cosa articulada desde afuera. Entonces decimos que no solamente hay intereses de las elites sino que hay intereses extra elite que pivotean sobre estos sectores para volver a intervenir en los procesos polí­ticos económicos y sociales en nuestros paí­ses.

Hace unos dí­as charlábamos con un grupo de compañeros y decí­amos la necesidad de ir develando ante la sociedad todas y cada una de estas cuestiones. El otro dí­a hubo un episodio muy curioso y gracioso que se develó a través de las redes sociales en la Argentina; el montaje, un paseo en colectivo ˮ“ no sé si se enteraron –  una cosa muy graciosa porque subir a un presidente a un colectivo a pasearlo en el medio del descampado y luego presentarlo a la sociedad como alguien que viaja en colectivo, como que es igual al conjunto de ciudadanos, revela un montaje de la realidad y fundamentalmente también una forma, que es la mentira.

Decí­amos el otro dí­a que es necesario ir desmontando estas cosas, o en estos dí­as donde de repente escuchamos que en Argentina se heredó del anterior gobierno a  un tercio de la población pobre. ¿Ustedes se imaginan si durante la gestión nuestra uno de cada tres argentinos, un tercio de los argentinos, hubieran estado bajo la lí­nea de pobreza con los medios de comunicación en contra de nuestro gobierno lo que hubiera sido eso? Sin embargo, durante mi gestión yo no vi movilizaciones de pobres, yo solamente vi movilizaciones de clase media y de gente de mayor poder adquisitivo ¿es raro esto no? Es raro un tercio de la población debajo de la lí­nea de pobreza ¿Dónde los escondí­amos? ¿Debajo de la alfombra? ¿En los aeropuertos? Es imposible.

Y es posible que haya más de un 30 por ciento de pobres en los términos de no llegar a fin de mes, a satisfacer las necesidades de un hogar después de las decisiones que se tomaron. ¿Cómo no van a haber más pobres cuando se devaluó al 50 por ciento, cuando la inflación está orillando el 50 por ciento, cuando los salarios fueron arreglados muy por abajo del proceso inflacionario, cuando se da un tarifazo del 800 por ciento, cuando se paga a los fondos buitre, cuando se procede a un endeudamiento, cuando mucha gente, miles de argentinos son despedidos y a otros se les reduce el salario.

Entonces creo que se van develando las polí­ticas que se llevan adelante y creo que en definitiva, lo que tenemos que articular entre los grandes movimientos de la región es cómo se hace, desde lo comunicacional y desde lo polí­tico, para volver a modificar esta relación de fuerzas que se ha dado en la región. Porque reitero; no son casos aislados, obedecen a un patrón regional muy claramente desarrollado, explicitado y puesto en marcha. Uno escucha las crí­ticas, las consignas y la constante necesidad de instalar que los gobiernos populares y democráticos están en crisis; o que hay problemas insolubles e irresolubles, es similar con variaciones, con algunas modalidades diferentes pero esto se da en todas partes.

Yo creo que esta es una de las tareas fundamentales. Lo planteaba el otro dí­a Delsy cuando le hací­amos el homenaje a Hugo Chávez en el Instituto Patria de  Buenos Aires por su nacimiento el 28 de julio para ser más exactos, y planteaba que de algún lado tenemos que darnos cuenta que el neo liberalismo está creando una suerte de nueva subjetividad social, de crear un nuevo sujeto social diferente al que tení­amos en los años 90 y sobre el cual pivotean sus polí­ticas en toda esta etapa y donde los movimientos nacionales populares y democráticos pretenden ser horadados.

Creo que esto amerita una discusión profunda, estamos en un encuentro de militantes y cuadros polí­ticos, por eso amerita una discusión por parte de todos nosotros y también algo clave que no hemos logrado, y que creo que también en eso ha picoteado el ingreso de esta nueva corriente o oleada de derecha en la región; que es que no logramos, pese a una profunda integración polí­tica, una integración económica. El 80% de nuestro comercio en nuestros paí­ses es por afuera de las compras que nos podemos hacer entre los paí­ses del Mercosur o de la región. Le compramos precisamente a los paí­ses que luego tratan de implantarnos sus polí­ticas, sus modelos y sus dirigentes que los representan en cada uno de nuestros paí­ses, y no hemos tenido la capacidad suficiente de conformar el Banco del Sur, no hemos tenido la capacidad suficiente de articular procesos de integración económica donde compremos entre nosotros para fortalecernos económicamente, porque no es una cuestión menor la fortaleza económica, no es una cuestión menor la fortaleza económica de cada uno de nuestros paí­ses.

Yo creo que ahí­ se apunta fundamentalmente. Pero creo también que esto ha creado una conciencia, estos movimientos nacionales populares y democráticos, la inclusión social de millones de compatriotas americanos que por primera vez accedieron a una vivienda, a un auto, al estudio para sus hijos, a poder vacacionar o a conocer el mundo como ha pasado en nuestros paí­ses.

Creo que todo esto ha creado una situación que es totalmente diferente a la que viví­amos en los años 90, porque no han sido ni dos meses, ni tres meses ni una primavera como normalmente se denomina a los procesos efí­meros de transformación.

Esto fueron primaveras, veranos, otoños, inviernos, y de vuelta primaveras, veranos y otoños durante 12 años y medio;  y además es muy curioso porque siempre nos pronosticaban a nosotros que el próximo año iba a haber deflación y que se vení­a el mundo abajo, y tuvimos inconvenientes pero lo superamos. En el año 2008 y 2009 crisis mundiales, luego tuvimos algún inconveniente también en el 2014: a mi gobierno le hicieron 11 corridas bancarias y pudimos superarlas todas.

Porque en realidad el modelo era destituyente y me querí­an ver igual que Dilma destituida y eso no lo lograron. Pudimos demostrar que un gobierno nacional popular y democrático culmina su tarea y entrega el poder democráticamente, tal vez con una concepción de la democracia y de la libertad que no tienen. Porque durante mi gestión como presidenta, no hace falta que lo diga aquí­ porque es fácilmente verificable en medios de comunicación y crónicas periodí­sticas, no debe haber una presidenta más atacada en los medios de comunicación desde la calle, con pancartas. Y jamás, jamás se reprimió a nadie porque era una regla de la libertad y de la democracia.

La legitimidad no solamente deviene de las conquistas sociales y económicas sino también del derecho de ejercer la crí­tica, el disenso y la oposición en libertad. No los veo con ese mismo espí­ritu democrático de respetar al otro y la participación popular a estos gobiernos que podrí­amos denominar restauradores del viejo orden conservador, o nuevas derechas, llamenlos como quieran, en definitiva el nombre es lo de menos.

Creo que lo que es importante es tener identificado muy puntualmente cuáles son sus polí­ticas y cuáles son las consecuencias sociales y económicas de esto. Con cosas muy curiosas porque van cambiando y mutando. Además operan sobre una construcción que dice que lo importante es decir 3 o 4 palabras en tiempos de 140 caracteres, en que nadie se acuerda lo que pasó hace 2 o 3 meses y por lo tanto van mutando de acuerdo a las necesidades.

Hace tres o cuatro meses cuando decidieron esas horribles medidas de ajuste para toda la sociedad decí­an que en realidad se habí­an acostumbrado, que no podí­a vivir la gente como… que los habí­amos acostumbrado mal en estos 12 años, que se habí­an acostumbrado a tener celular, a viajar, a tener auto y que eso no podí­a seguir por mucho tiempo. Ese fue el discurso inclusive difundió por todos los medios en los primeros meses cuando vino el ajuste. Luego, comenzaron a partir del 1 de marzo con la pesada herencia, luego hace 15 dí­as atrás cuando convocaron en el Centro Cultural Kirchner, que dicho sea de paso cuando asumieron dijeron que estaba lleno de ratas, que no se podí­a usar y que era una construcción horrible y deficiente, terminaron recibiendo al presidente Obama allí­ y el otro dí­a convocaron allí­ a miles de empresarios o gerentes de distintas partes del mundo en una suerte de Mini Davos, donde les dijeron, se repartió folletos y estaba en la web que la Argentina era el paí­s con el mayor í­ndice de desarrollo humano de Latinoamérica ˮ“ lo cual es cierto. Dijeron que era el paí­s con mayor í­ndice de educación de América Latina, lo cual es cierto. Dijeron que era el más bajo í­ndice de Gini que mide la desigualdad en los paí­ses, de toda la región lo cual es cierto. Y que era entre otras cosas, el segundo paí­s en desarrollo de la clase media de todo el continente además de hablar de la competitividad de sus obreros, de sus estudiantes, etc, etc, para ahora hacer y salir a decir que tenemos 1/3 de pobres y que esto es lo que habí­a el 10 de diciembre.

Como verán los argumentos van cambiando. Solamente pueden utilizarse merced al blindaje mediático o a la impunidad mediática que se tiene, pero hay una cosa que es muy importante. Desde los medios de comunicación, desde el blindaje mediático pueden distorsionar un problema, o inventar un problema, crearlo agrandarlo achicarlo. Lo que no pueden ocultar es la realidad por mucho tiempo, sobre todo cuando la realidad tiene que ver con el poder adquisitivo, cuando tiene que ver con la calidad de vida, que no llegas a fin de mes, que no podés pagar los estudios de tu hijo, cuando ya no vas a poder tomar las vacaciones ni los gustos que tomabas antes.

Eso me parece que es inocultable cualquiera sea el aparato o blindaje mediático que se tenga. ¿Esto significa que tenemos que sentarnos todos cruzados de brazos a esperar a que la gente se dé cuenta de las cosas? Me parece que no, me parece que estos encuentros y la tarea militante que desarrollaremos toda nuestra vida, porque además tenemos una ventaja que es que no nos dedicamos a este por un tiempo porque no venimos de las empresas, venimos de nuestras profesiones y actividad pero tenemos nuestra vocación militante de toda la vida y siempre hemos tenido esta pasión por la polí­tica, por la transformación, por la polí­tica como instrumento de transformación y esto es una gran ventaja. No nos dedicamos momentáneamente a esto como un hobby, como una actividad o como un plan de negocios. Militar y creer en la polí­tica de transformación no es un plan de negocios para nosotros es un plan de vida, es un plan de vida (Aplausos).

Entonces creo que debemos comprender estos cambios históricos, estas relaciones de fuerza que van cambiando, estas modificaciones y mutaciones que tienen los modelos de intervención en la región. Mutaciones y cambios que por allí­ no decodificamos adecuadamente pero que al cabo de determinadas cuestiones que se van desarrollando y hechos que se van produciendo podemos luego ver el hilo conductor y entonces trabajar sobre esa nueva realidad.

Creo que esto es lo clave para todos nosotros y comprender además los procesos históricos. Sobre todo aquellos que nos formamos, no en digamos la etapa de las democracias posteriores al as dictaduras donde todo parece que se termina o se acaba en la próxima elección parlamentaria, sino que nos formamos en la conformación de procesos históricos que llevan sus tiempos y que no necesariamente deben coincidir con lo electoral.

Me parece que esto es una reflexión que debemos llevar a cabo y fundamentalmente trabajar, también interpelando a la sociedad. No creo que debamos ser condescendientes y decir que está bien que… No, no no. Creo que tenemos que interpelar a la sociedad. Muchas veces tenemos temores de interpelar a la sociedad y creo que debemos hacerlo, porque creo que hay todo un método de seguidismo, encuestas, focus group y demás que no contribuyen en absoluto a consolidar los procesos de transformación.

Por eso me gustó tanto hoy las palabras de Gabriela, que no dejó palabra ni término adecuado de utilizar para llamar a las cosas por su nombre. Debo decir que muchas veces nosotros en pos de aparecer más conciliadores, más polí­ticamente correctos y demás, creo que dejamos de señalar cuestiones que deben ser señaladas con precisión y con justeza para que realmente se interpele al conjunto de la sociedad. Sobre todo, para evitar males mayores, porque en definitiva aquel argentino o argentina que tení­a trabajo hasta el 9 de diciembre, aquel argentino o argentina que tení­a su hijo en la universidad y soñaba que su hijo iba a obtener el tí­tulo, aquel que habí­a planificado su vidaˮ¦ porque una de las caracterí­sticas de este proceso que se inició el 10 de diciembre es que en realidad ha venido a desorganizarle la vida a gran parte de los argentinos, porque muchos argentinos inclusive aquellos que no nos querí­an para nada y que nos siguen sin querer para nada, tení­an su vida organizada.

Según su actividad, si es un empresario industrial habí­a comprado máquinas para renovar su lí­nea de producción, para innovar, para producir más y mejor y competir, y ahora te encontrás que compraste la máquina, tenés que pagar el crédito y no tenés a quien corno venderle lo que vas a producir porque no hay mercado interno y afuera no lo podes colocar. Bueno a este tipo le desorganizaste la vida. Además, si le llega la factura de luz que antes pagaba 50 mil pesos en la fábrica, le llega la factura de 400 mil pesos le terminaste de reventar la vida porque no solamente no le vende nada a nadie sino que ni le va a alcanzar para pagar la factura de la luz. Le desorganizaste la vida a ese empresario.

Si vos eras un trabajador que tení­as tu trabajo, que tu salario te permití­a ahorrar a fin de mes, comprar dólares a fin de mes, por ahí­ no todos los que vos querí­as o te alcanzaba, pero dólares podí­as comprar, de hecho del 27 de enero del 2014 hasta el 9 de diciembre se vendieron aproximadamente 10 mil millones de dólares para ahorro del sector asalariado en la República Argentina, con el mito del famoso cepo que en realidad no era tal, y que el levantamiento del cepo no fue levantamiento del cepo sino una devaluación lisa y llana porque el 50 por ciento, ya no habí­a cepo pero después nadie podí­a comprar dólares. El eufemismo de cómo se cambian y se etiquetan y se titulan las cosas, y se crea un sentido común que no existe en la gente que también hay que decir. Lo digo entonces, que estas polí­ticas terminan desorganizándole la vida a la gente.

El trabajador que tení­a su trabajo, sabí­a que llegaba a fin de mes, que tení­a capacidad de ahorrar, para juntarse unos mangos para irse de vacaciones, para cambiar el auto, para comprar la casa, para comprar el mobiliario. Cada uno tení­a su vida organizada porque el empleo no era un problema en la Argentina. El salario tampoco lo era porque sabí­a que una vez al año habí­a paritarias libres que le garantizaban, porque lo hicieron durante 12 años y medio, que el salario que iba a ganar el año que viene iba a ser mejor que el que habí­a ganado el año anterior.

Los estudiantes que tení­an organizada su vida porque sabí­an que tení­an su carrera asegurada, porque además aquel que tení­a algún problema tení­a el Plan Progresar, que lo mantení­an con un ingreso que le permití­a completar lo que tení­a su trabajo o lo que le daban sus padres para seguir estudiando. Bueno a mucha gente, a los que quedaron sin trabajo, a los que ya no le alcanza la plata le han desorganizado la vida que es lo peor que puede hacer un gobierno.

El conjunto de la sociedad que no son militantes y que tenemos que entender que hay un 90% o un poco más que no se maneja por la polí­tica y que una parte importante de ese 90 cree que la polí­tica es una mala palabra y que además le complica la vida,. Bueno yo tengo que decirles que sí­, que la polí­tica puede complicarles u organizarles la vida según como sea, si es a favor del pueblo seguro que se la facilita y se la organiza, ahora si es en contra del pueblo seguro que se la complica. (Aplausos) Entonces, creo que tal vez el gran mérito que puede decirse de una polí­tica si realmente es popular, si realmente busca el objetivo del bien común es en qué medida organizaba la vida de la gente. De todos, de los que son adherentes, de los que son contreras como decí­a Evita, de todos. Porque esta es la otra caracterí­stica de los procesos de inclusión por sobre los procesos que desarrollan las elites. Las élites siempre excluyen. Los procesos nacionales populares y democráticos siempre incluyen, aún aquellos que no advierten que son incluidos y que son beneficiados por esas mismas polí­ticas nacionales populares y democráticas y terminan muchas veces disociando su situación personal de un proyecto de paí­s.

Entonces, una puede advertir en muchas encuestas que se le pregunta cómo le va a uno y dice que bien que le va a ir bárbaro pero que al paí­s le va mal. ¿Cómo que a vos te va bien y al paí­s le va mal? Salvo que seas un multimillonario normalmente si sos clase media, si sos un profesional, si sos un trabajador, si sos un cientí­fico y te va bien es porque al paí­s le está yendo bien, porque ha sido esta la consigna y la historia del desarrollo de las sociedades. No solamente en nuestra región, sino en el mundo.

Hoy el mundo desarrollado tienen una gran crisis que por supuesto van a tratar de exportar hacia la periferia por eso se convierte la necesidad de continuar los procesos de industrialización, se convierte la necesidad de asegurar el mercado interno en el reaseguro frente a un mundo externo hostil en términos económicos. Más allá de que se disfracen de palabras maravillosas en los organismos multilaterales acerca de la convivencia, de la libertad y de la necesidad de cooperación; la verdad es que hay un mundo hostil además de otros problemas que están aquejando al mundo.

Por eso, creo que hay tener una mirada que desde nuestros respectivos lugares, nuestros paí­ses comprenda este fenómeno que está viviendo la región y que está viviendo el mundo. Las transformaciones que nosotros mismos hemos operado en las sociedades y que muchas veces esas mismas transformaciones no son decodificadas adecuadamente y terminen generando procesos que van en contra de sus propios intereses. Todas estas cuestiones tiene que ser puestas sobre la mesa sin dogmas, sin consignismos y con un realismo que no es pragmatismo, porque haberˮ¦ el pragmatismo muchas veces encierra una forma cí­nica de decir que voy a hacer tal cosa aunque sea una porquerí­a, no, no. A mí­ me gusta más que pragmatismo ser práctico, pero ser realista y hacerlo en el marco del modelo que tenemos de sociedad, de paí­s, de región y del mundo también ¿En qué mundo queremos vivir? Porque en definitiva si cuando éramos muy jóvenes aspirábamos a cambiar el mundo, después nos convertimos más humildemente en militantes en nuestros paí­ses para transformar nuestros paí­ses. Pero creo que en definitiva siempre terminan confluyendo aquí­ y en otras latitudes y otras regiones una visión acerca del mundo y de la sociedad que queremos.

Me parece que estas son las cuestiones que tenemos que debatir, que discutir y sobre todo con los más jóvenes también que se han incorporado porque todos estos procesos transformadores han logrado, han vuelto a incorporar a los jóvenes a la polí­tica. Durante mucho tiempo, por lo menos en nuestro paí­s, los jóvenes se alejaron de la polí­tica. Hubo un fenómeno en los años 80 con el advenimiento del alfonsinismo de las clases medias argentinas donde incorporaron a la juventud muy fuertemente en la primera parte del gobierno. Luego, la frustración, el fracaso y la desesperanza pivoteó sobre muchas generaciones y que se hizo más profundo durante los años 90. Nosotros volvimos a incorporar al as juventudes a la polí­tica y creo que esto es un activo que debe convertirse también en la región en algo importante porque es fundamentalmente allí­ donde van a abrevar la posibilidad de continuidad de estos procesos transformadores.

Yo apuesto mucho a esto, también por supuesto a los trabajadores, también a los movimientos podrí­amos denominarlos empresariales, que muchas veces son  -lo charlábamos con el vicecanciller cuando me fue a buscar al aeropuerto y lo comentaba en la Asamblea por la mañana- decí­a “Es increí­ble pero muchos empresarios que han ganado muchí­simo dinero con nuestros gobiernos no están de acuerdo y quieren otras y realmente uno no entiende por quéˮ. Porque operan sobre sus cabezas haciéndoles confundir sus intereses. Yo estoy absolutamente convencida que en nuestros paí­s muchí­simas de estas personas votaron de una manera esperando que iban a haber otras polí­ticas y bueno, hoy tenemos el escenario que tenemos en la república Argentina.

Por eso digo que es importante la discusión, el debate pero también la acción, porque ojo! esto no se hace en una mesa como un tira lí­neas o como un transportador: la construcción polí­tica es diaria y cotidiana en la acción, en la calle, en el sindicato, en la fábrica, en la universidad. Esto es. (Aplausos).

Esto tampoco es para un grupo de elegidos intelectuales que con transportador tira lí­neas y compás en una mesa de arquitectos delinean un proyecto. Eso está bien para proyectar una casa, un edificio o una calle pero no para hacer polí­tica.

La polí­tica siempre es construcción y acción, modificación y vuelta a construir sobre el mismo accionar y sobre la misma práctica. Esto es lo que siempre hemos hecho y el gobierno también, el gobierno no es algo que uno dice “vamos a ir en esa direcciónˮ, surgen inconvenientes y uno va cambiando, va adaptando. Esta ductilidad que no significa renunciar a lo que uno piensa es lo que tenemos que tener y también la capacidad de saber que estos movimientos nacionales populares y democráticos son profundamente heterogéneos, que es imposible encontrar que todos piensen igual respecto de absolutamente todo, porque cuando buscamos la homogeneidad de que todos piensen lo mismo y que no haya discusión, dejamos de ser un movimiento polí­tico para ser una secta y lo único que no estamos dispuestos a ser es una secta.

Entonces, creo que esta interacción entre nosotros, y de nosotros con el resto de la sociedad, y no es que seamos bichos raros sino somos militantes polí­ticos y tenemos que saber que la mayorí­a de la sociedad no milita en polí­tica, y que a muchos le han metido que la polí­tica es una porquerí­a; tenemos que trabajar también sobre eso fuertemente para para demostrar que todas y cada una de las transformaciones y los beneficios a los que accedieron tuvieron que ver con la polí­tica.

Hoy aparece, les recomiendo, muchos de ustedes deben conocer Página 12, un periódico que se edita en nuestro paí­s, una nota en la contratapa de un sociólogo que es fantástica: “Idióticosˮ se llama. Léanlo porque realmente es un artí­culo muy interesante. Comienza con una frase de Bertol Brecht, cuando habla de los que desprecian la polí­tica y que finalmente a qué intereses terminan sirviendo.

Entonces, creo que es importante tener esta caracterización porque muchas veces nos veo enredados en discusiones terribles y en discursos de, como una dice, lo más difí­cil, o como impresiona más con la teorí­a, la hipótesis o la tesis más retorcida o más dogmática. Acostumbremonos, no les digo hablar en 140 caracteres, pero sí­ a poder entablar con la sociedad un diálogo que sea inteligible, que sea entendible, que tenga que ver con sus intereses, que tenga que ver con lo cotidiano, con las posibilidades de sus hijos, con sus posibilidades como trabajador, como cientí­fico, como empresario, como estudiante. Acostumbremonos a hablar no como lo hacemos normalmente entre los militantes polí­ticos, y esto es una pelea que tengo hace mucho tiempo con muchos compañeros y creo que también tenemos que establecer esa forma de comunicación con el conjunto de la sociedad porque si no corremos el riesgo de escucharnos a nosotros mismos, de aplaudirnos entre nosotros mismos, y afuera la gente cada vez va a estar peor.

Y si algo no podemos permitirnos quienes accedimos e ingresamos a la polí­tica con una profunda voluntad de transformación, de cambio de igualdad de bienestar para las grandes mayorí­as, lo único que no podemos permitirnos es equivocarnos.

Por eso querí­a compartir con ustedes estas reflexiones en voz alta, hoy no vine acá como ex presidenta, vine acá como militante. Vine a explicar y a discutir con otros militantes (Aplausos) con otros militantes la percepción que una tiene acerca de estos procesos tan ricos de transformación que tienen lugar en este siglo XX! Y en esta región. Que puede haber retrocesos puede haberlos, pero muchas veces para poder saltar más lejos y más fuerte hay que dar un paso atrás para tomar envión y saltar. Muchas gracias a todos y a todas. Los quiero mucho. Gracias.

Ciudad de Buenos Aires
El domingo 17 de marzo participamos, por cuarto año consecutivo, de la Marcha de las Antorchas en el barrio de Lugano 1y2 bajo el lema “Iluminemos las calles con memoria” y en unidad con todas las organizaciones del campo popular de la comuna y el Observatorio de Derechos Humanos de la Comuna 8.