Argentina

Kicillof en Mar del Plata: “El programa económico de Macri produce desempleo, acaba con la industria y genera hambre”

El diputado nacional Axel Kicillof estuvo este jueves en Mar del Plata donde se encontró con miles de vecinos para analizar la situación de su ciudad y el paí­s.

El diputado nacional Axel Kicillof estuvo este jueves en Mar del Plata donde se encontró con miles de vecinos para analizar la situación de su ciudad y el paí­s.

El teatro Radio City se vio colmado desde temprano y cerca de las 7 de la tarde, comenzó la charla con las palabras de la diputada nacional Fernanda Raverta, quien destacó el trabajo del FPV para conformar un espacio de unidad.

“Los que estamos acá tenemos que ser parte de esa nueva mayorí­a para volver mejores. Nos quieren hacer creer que las cosas no se resuelven con polí­tica, se resuelven con retiros espirituales. Que se pongan a gobernar. Necesitamos que la polí­tica vuelva a transformar la vida de la gente” sostuvo la legisladora.

Cuando los espectadores que no habí­a podido ingresar ya cortaban la calle San Luis, tomó la palabra Axel Kicillof y comenzó repasando la “estafa electoral” de Cambiemos, basada en el marketing polí­tico.

“Tenemos una enorme oportunidad, porque la gente no votó a Macri para que haga esto. Este es un programa neoliberal que va contra la gente. Tenemos que mostrarle a nuestros compatriotas que los estafaron. Que les mintieron al mejor estilo de publicidad engañosa”,  afirmó.

En el mismo sentido, sostuvo: “Una cosa es lo que hace y otra lo que dice que hace. Ahí­ se produce un cortocircuito entre la verdad y la propagandaˮ, y agregó: “No se entiende si no saben o no quieren, pero hay que ser muy inepto para importar dulce de leche en la Argentina”.   Y concluyó que el problema principal es “que este programa genera desempleo, acaba con la industria, genera hambre”.

“Tan cortos nos quedamos con la supuesta campaña del miedo. Es una saga de 36 capí­tulos de terror a esta altura”, repitió irónico y dirigió un mensaje a la Gobernadora de la provincia de Buenos Aires: “Acá en Mar del Plata no pueden pagar los sueldos, Sra. Gobernadora. Deje el retiro espiritual o el mini Davos, vaya a los pueblos de verdad, sin montaje. Hable con la gente”.

Kicillof destacó la comunicación popular como eje de la nueva etapa: “Nosotros no nos podemos escudar en que ellos tiene de su lado a los medios más poderosos. Eso no nos exculpa. Nosotros tenemos el contacto con la gente, la militancia. Ese es nuestro punto diferencial”.

“Mirándonos a los ojos, reconociendo lo que no pudimos hacer, a la gente de la pesca le podemos explicar que no hicimos tal vez todo lo que se necesitaba; hicimos muchas cosas, pero no alcanzó”, indicó el legislador nacional.

Para finalizar, Kicillof aseguró: “Nuestro proyecto tiene que ir para adelante. Tenemos que saber reconocer todo lo que nos faltó para aprender y desde ahí­ volver mejores. Si no creyéramos que podemos ser mejores, no estarí­amos acá, proponiendo una alternativa para volver a gobernar”.

Ronda con las Madres y reuniones sectoriales

A su llegada a Mar del Plata, Kicillof se reunió con representantes de los distintos sectores que conforman la mesa de conducción del FPV local. Por la tarde acompañó a las Madres de Plaza de Mayo en su tradicional ronda frente a la Catedral local.

Por último, antes de llegar al teatro, el legislador se reunió con autoridades de APYME para analizar la situación de los distintos sectores productivos de la ciudad costera que están sufriendo las consecuencias del plan económico del gobierno de Macri.

 

 

DISCURSO COMPLETO DE AXEL KICILLOF EN MAR DEL PLATA 29/9/2016

Link video: https://www.youtube.com/watch?v=YTKpRsA70xo

Compañeros, compañeras, no saben el espectáculo realmente maravilloso, emotivo, emocionante que da que cada uno de ustedes esté sentado en esa platea, en este teatro, en la calle, y estemos todos juntos de nuevo discutiendo entre nosotros, charlando entre nosotros, debatiendo, pensando y sobre todo militando. Quiero agradecer a Fernando, a todo su espacio, a la unidad en los hechos, en   la práctica, al ejemplo que les están dando a otros que se siguen peleando por boludeces en lugar de estar todos juntos y junto a la gente, junto a nuestra militancia. Muchas gracias compañeros por estar acá, muchas gracias por recibirme en Mar del Plata, muchas gracias por no aflojar.

Compañeros, compañeras, la verdad es que allá por diciembre, allá por diciembre cuando asumió el gobierno de Macri, cuando ya empezó, en la misma asunción… Miren, hay alguien que decí­a que era un tipo del sector empresarial. Decí­a algo así­ como que el motivo de despido siempre está en la primera entrevista. Como que si vos mirás bien, te das cuenta de algo, lo decí­a desde el punto de vista empresarial, la mirada de recursos humanos. En realidad era una frase un poco de garca, ¿no?, pero no sé por qué me acordé de esta frase cuando me acuerdo de la asunción de Mauricio Macri, la payasesca situación que generó con respecto al traspaso, con respecto a Cristina, la asunción de Pinedo, y uno ya ahí­ olí­a que todo ese aparato electoral que habí­an montado no sé por qué a uno le daba la impresión de que cuando estuviera en el gobierno las cosas no iban a ser tan fáciles.

Ese primer dí­a, y lo recuerdo por haberlo leí­do en las editoriales de los diarios, que ya vení­an trabajando la cuestión del fin de ciclo, ¿se acuerdan?, el fin del ciclo kirchnerista. Y bueno, se perdió una elección, hoy parece que el macrismo piensa que la ganó por veinte puntos, treinta puntos. Yo quiero recordar hoy acá que el macrismo ganó una elección, ahora vamos a hablar un poco porque tenemos que reflexionar, pero ganó una elección, por decirlo en criollo, por un punto, ganó cagando. Y la democracia también es eso, respetar las urnas pero respetar los números de las urnas también. Y yo me acuerdo que en ese momento, como movimiento polí­tico nos querí­an dar por muertos, por acabados, por terminados. Una especie de situación entre el acoso mediático, entre la persecución judicial, entre los que esperaban que fuera la decepción, las peleas intestinas, las luchas de fracciones. Se esperaba que eso nos liquidara, es decir que todo eso que ocurrió durante los doce años en los que gobernaron Argentina Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner fuera realmente, como están diciendo ahora, una ilusión, una fantasí­a, pero no sólo como están tratando de hacer creer en la economí­a, también en la polí­tica.

Porque tal vez les pasa lo que le pasa al gran mentiroso, que a veces se cree sus propias mentiras, y pensaban que los militantes de nuestro espacio estaban ahí­ por el choripán y la coca, que los traí­an los micros, pensaban que los dirigentes estábamos ahí­ por la alfombra roja, o el auto, o que alguien estaba ahí­ por el sueldo. Bueno, los que pensaban así­ yo los convoco a que miren lo que está ocurriendo diez meses después, donde se intensificó esa campaña, donde aparecieron más y más hechos judiciales de persecución, donde se utilizaron todos los instrumentos, donde se trajo hasta al presidente de EEUU a hacer campaña y a decirle a los argentinos que Macri era bueno. Los desafí­o a que vengan a este teatro para que   vean que la militancia que tení­amos en estos doce años no era mentira, no era artificial, no era paga. Los que están por la guita son ellos, nosotros estamos por las ideas y nosotros vamos a seguir con las convicciones y eso lo venimos demostrando a pesar de los ataques, a pesar de la persecución.

Y me parece que cada vez que me toca ir a algún lugar del interior o de la propia Ciudad de Buenos Aires a dar una charla uno dice, bueno, lo hablábamos con los compañeros. Como convocamos así­ por las redes, convocamos con todos nuestros instrumentos, boca a boca, trabajamos de esta manera, decimos   y bueno, mirá si ya no viene nadie, si no le interesa a nadie, un poco esas cosas se van filtrando y vos decí­s bueno, mirá se ha decepcionado la gente, ha bajado los brazos, ya pienso que esto que pasó… Bueno, ¿saben qué tengo para decir? Minga pasó esto, minga va a pasar esto, nadie va a bajar los brazos. Aunque este ciclo sea largo, nadie va a dejar de militar, nadie va a dejar que se lo gane la decepción, el rencor con el otro.

Por eso felicito tanto a los compañeros y también ya vamos a hablar de la unidad, pero querí­a hablar con ustedes un poco de la economí­a. Querí­a hablar de la economí­a. Hoy tuvimos una reunión en la mañana con algunos referentes, muchos referentes, tuvimos después reunión con empresarios, tuvimos reunión con sindicatos que me han contado de primera mano lo que está ocurriendo en Mar del Plata. Y ante eso, yo vení­a a decir otra cosa pero miraba el precioso documental o corto que pasaron al principio, lo escuchaba a Néstor, no en cualquier lado, no en la estratósfera, acá en la ciudad de Mar del Plata, diciéndole a Bush que la teorí­a del derrame habí­a fracasado y que nunca va a servir. Se ve que no lo entendieron, se ve que van a probar de nuevo, pero va a volver a fracasar y es un poco, compañeros, compañeras…

Yo lo que querí­a hacer era hablar desde la economí­a y hacerlo, yo sé que todos los que están acá, hemos cantado, estamos todos juntos, esto se está trasmitiendo también para afuera, también por internet para mucha más gente, y yo la verdad que estoy acá, estoy hablando con ustedes pero quiero hablar también y especialmente, porque esa es la etapa que nos toca, con los que no acompañaron el FpV, con los que lo votaron a Macri. Porque… (silbidos) no, no, a eso voy precisamente, con los que votaron a Macri, a ese 51% que puso el voto en la urna y lo votó a Macri. Les quiero hablar a ellos porque en realidad yo creo que hemos escuchado todo lo que ha dicho Cristina, la tarea que nos toca, y la tarea que nos toca es redoblar la militancia, es volver a convencer, volver a enamorar, volver a tocar timbre, y tenemos que hablarles especialmente a los que lo votaron a Macri, porque yo no creo que haya que silbarlos ni repudiarlos a los votantes de Macri. Tampoco soy sociólogo ni he hecho encuestas, no tengo una cuantificación ni un estudio de los votantes de Macri, de qué pensaban ese dí­a. Tampoco muy bien qué es lo que expresa en el momento del voto, son situaciones muy complejas. Y además también percibo que no es una situación, lo que está pasando en la Argentina y lamentablemente ni únicamente argentina ni únicamente latinoamericana ni siquiera.

Estamos viviendo un ciclo, decí­a, una nueva etapa, que es una etapa que tiene aspectos que superan a la Argentina, que superan a Macri, a los Durán Barba, a los Vidal. Está pasando en el continente, está pasando en el mundo, veí­amos hace poquito el debate entre Trump y Hilary y uno dice qué mal tiene que estar el mundo, qué mal que tiene que estar la situación para que en la elección en el paí­s más grande del mundo se trate de eso, donde uno a veces se enoja porque puede ganar uno de los candidatos que no le gusta y a veces se enoja porque da la impresión de que gane quien gane va a haber la misma polí­tica de expansión, la misma polí­tica de dominación, gane quien gane. Pero qué mal que tienen que estar las cosas para que estemos así­, para que esto esté pasando en todo el mundo.

Pero yo decí­a, es muy difí­cil culpar al votante, es muy difí­cil, no porque no haya una responsabilidad desde el voto, sabemos que la hay, también conocemos esa frase “el pueblo no se equivoca”, pero yo querí­a empezar por ese punto porque para mí­ es central entender que el voto a Macri no fue un voto producido exclusivamente porque Macri convenció a muchos de nuestros compatriotas. Tampoco fue un voto porque la gente se confundió estúpidamente o no pensó en nada. Yo lo que quiero argumentar hoy y me parece que es la lí­nea que hay que tener para hablar con esos millones de argentinos que lo votaron a Macri, la lí­nea que hay que tener es caer en la cuenta de que estamos en presencia de un fenómeno nuevo, asociado a esto que todos también ven como nuevo, que un gobierno neoliberal triunfe en unas elecciones. Resulta raro, no habí­a ocurrido en la Argentina de esta manera. Pero yo digo, la otra particularidad es la explicación y la contracara de que hoy gobierne el neoliberalismo por las urnas es que lo ocurrió en la Argentina fue una verdadera estafa electoral. Hubo en la Argentina una estafa electoral.

Quiero decirlo y no me canso de repetirlo porque no es lo mismo equivocarse, no es lo mismo distraerse, no es lo mismo meter la pata, no es lo mismo ni siquiera que te engañen, porque te pueden mentir un ratito. Ahora, una estafa es otra cosa. Una estafa es una maniobra, no soy abogado tampoco, pero es una mañana deliberada, armada. Acá hubo una construcción, todos nosotros la veí­amos. Es más, la veí­amos y hasta estábamos tentados de decir esto no puede funcionar. ¿Se acuerdan? Uno veí­a esos actos llenos de globos, esos slogans de campaña, esos bailes bizarros, decí­a no, esta gente no puede votar esto porque esto no convence. Y sin embargo tenemos un resultado que lo que estoy diciendo yo es que fue una estafa electoral, premeditada, armada, como cualquier estafa. Cuando uno ve que a alguien lo estafaron no es que en cinco minutos le afanaron la billetera, es que lo llevaron a una oficina, lo sentaron un tipo vestido de abogado, le mostraron unos papeles, le mostraron ahí­ está la casa que vas a comprar. Y después cuando firmó la operación resulta que no habí­a nada, que le habí­an vendido un buzón, el obelisco, una casa vací­a. Esas estafas y de esa naturaleza de estafas es la que estamos presenciando hoy ante el pueblo argentino.

¿Por qué digo esto? Porque Macri usó, nosotros lo sabemos bien pero creo que no reflexionamos lo suficiente, no hizo una campaña polí­tica del orden de la polí­tica. No usó un discurso polí­tico en su campaña, eso que a todos nos confundí­a. Usó un discurso de una disciplina que denominan marketing polí­tico, marketing electoral. Presten atención porque todos lo vimos, ya lo decimos, algunos que dicen formar parte de nuestro espacio se enamoraron de eso y van por los canales de televisión leyendo encuestas y diciendo la boludez que se le ocurre que va a seducir a la gente ese dí­a de manera oportunista. Pero el marketing polí­tico es otra cosa, no es ni la verdad. Fí­jense, el marketing, si algo no es materia del marketing es la verdad. Se trata de otra cosa, olví­dense, la verdad no estuvo en esta campaña de Macri, cuando su marketing polí­tico es otra cosa.

¿Y qué es? Yo me di cuenta de esto hace muy poco. Cuando a uno le venden un producto en una publicidad, uno compra un producto, cualquier producto, un detergente, una margarina, unos cereales para el desayuno, un juguete para los pibes. Si uno ve la publicidad que lo llevó a hacer esa compra se da cuenta que en general esas tácticas de marketing no hablan del producto, de las cualidades, de las bondades del producto. No te dicen este detergente contiene 12 gramos de no sé qué que es una materia, un elemento probado y tiene más que… No te dice eso, te dicen que si vos comprás el detergente va a venir un superhéroe y te va a limpiar la caza. No habla del producto, no habla de lo que va a pasar en realidad, habla de otra cosa que en general viene asociada al producto, es un aledaño, o algo que te va a pasar a vos por tener el producto, que no es del producto. Vieron ustedes todas las propagandas de las gaseosas, vos te tomás una gaseosa, vas a ser joven, famoso, rico, te vas a cagar de risa, vas a ir a retiros espirituales, la vas a pasar bomba en vez de gobernar el paí­s.

Pero esto es una fantasí­a, y fí­jense, cuando uno lo mira en esta clave, la campaña de Macri se valió en esas tácticas. Piensen los slogans, piensen los encuadres. Ya no era Macri, y quiero decir que yo leí­ una entrevista, este señor Durán Barba, donde el señor este decí­a que cuando lo contrató Macri por primera vez, Macri era creo que presidente de Boca y querí­a ir a la polí­tica. Y lo que dijo Durán Barba es que el problema que tení­a era Macri era que todo el mundo sabí­a y asociaba a Macri con lo que es Macri, con lo que tiene que decir el prospecto, con lo que no nos dijeron en la campaña, con que Macri es Sevel, Macri es Rousselot, Macri es Grosso, Macri es no sé cuantas denuncias penales, Macri es empresas en Panamá. Eso dice el prospecto, ese es el contenido.

Pero la campaña electoral con el marketing polí­tico no vende eso. Lo vende como si fuera la Familia Ingals, siempre lleno de alegrí­a, musiquita y todo. Lo convierte en otra cosa y lo dijo Durán Barba: “yo tení­a que hacer que Macri en vez de estar asociado con eso, estuviera asociado con otra cosa”. Se hace olvidar a la gente lo que era Macri, lo que realmente era Macri, lo que era su familia, lo que era su pasado, lo que era su presente, lo que era su forma de vida. Entonces uno veí­a esas propagandas de Macri en alguna casa humilde, todo guionado, todo iluminado, en un colectivo trucho lo vemos ahora haciendo un paseo trucho con público trucho. Pero bueno, están vendiendo un producto, no están hablando de Macri o de la polí­tica de Macri, están convirtiendo eso en un producto donde sus atributos son otros. Incluso los slogans son los del superhéroe que viene y te limpia la cocina. Porque no habló de lo que iba a hacer con la industria, lo que iba a hacer con el sector pesquero, qué iba a hacer con el turismo, que iba a hacer con Mar del Plata, qué iba a hacer con la Provincia de Buenos Aires, que iba a hacer con la alineación mundial de la Argentina. No habló de eso, dijo que vení­a la revolución de la alegrí­a, dijo que podí­amos vivir mejor si lo votábamos, dijo que lo que estaba bien iba a seguir y lo que estaba mal iba a cambiar.

Fí­jense, esa campaña de vaguedades, de cosas absolutamente genéricas, universales, la verdad que si uno cerraba los ojos y se dejaba ganar por ese marketing, esa publicidad, daba ganas de votarlo. ¿Quién no quiere vivir mejor? ¿Quién no quiere tener una revolución de la alegrí­a? O alguna alegrí­a… En el mundo de Macri la revolución… olví­dense, pero que algo ande bien. ¿Quién no quiere en la vida personal que todo lo que está mal cambie y lo que está bien siga? Está buscado así­, son las tácticas de marketing, por eso digo que fue una estafa electoral, porque nunca Macri dijo qué iba a hacer por ejemplo con la economí­a. Era realmente, era él y su equipo, estaba entrenado. Yo me acuerdo, volviendo a Durán Barba, Durán Barba dijo “hay que convertirlo a Macri en otra cosa, yo tení­a ese desafí­o”. Lo dijo en el diario La Nación con desparpajo. ¿Y saben qué dijo ahí­? Dijo “esa era la táctica, yo empecé a trabajar de eso”. Y será por eso que lo muestran siempre con la mujer, siempre con la hija, hasta a timbrear la lleva a la hija para no ser Macri. ¿Y saben qué? ¿Saben lo que reconoce Durán Barba? Por eso lo recordaba hoy, que el único que se dio cuenta de que esa era táctica fue el señor que vimos ahí­, Néstor Kirchner, cuando dijo “Mauricio es Macri”.

Y sí­, eso era lo que no querí­an que nos acordáramos, por eso Mauricio, Eugenia, Gaby, pero no, es Michetti, es Michetti la de los bolsos de plata dentro de su casa. Esa es la vicepresidenta de la Argentina. Es Grindetti, son toda la lista de los Panamá Papers, de la compra de dólar futuro, Caputo, son ellos, pero trabajan para el marketing polí­tico, por eso yo vuelvo al tema de que fue una estafa. Porque no es que te pasó que te equivocaste, te indujeron, te llevaron al error, te mintieron, y habí­a un aparato compuesto por buena parte de la polí­tica internacional, por los medios de comunicación hegemónicos, por algunos periodistas, antes denominados independientes. Decí­an que nosotros tení­amos periodismo militante. Miren, no sé qué falta, que se saquen la remera de Macri como el Che ahí­ en los programas de televisión.

Se dedicaron durante toda la campaña a convertir a Macri en lo que no es, a vender otra cosa, y no habí­a preguntas, no habí­a repreguntas de parte de esa prensa. Una vez Durán Barba, lo contó creo que Sturzenegger, la receta que le habí­a dado Durán Barba. La dijo en inglés ante algunos… no sé, pero hablando en inglés. Iba a decir una barbaridad. ¿Pero saben qué? Dijo no, uno no puede decir ni lo que va a hacer, no puede hablar de uno, tiene que simplemente putear al adversario y hablar de generalidades. Esa fue la campaña electoral, y como todo el dispositivo que teóricamente se ocupa de preguntar, de decir la verdad, de ser objetivo, respaldaba esa forma de campaña, la mantuvieron. Fí­jense, yo lo recuerdo, la única vez que a Macri le hicieron preguntas clave en toda la campaña, la única vez fue en el debate. Tuvo que ser un candidato del partido contrario en un ballotage, la primera vez en toda una campaña polí­tica que duró más de un año que le preguntaron si no iba a devaluar, que le preguntaron si iba a hacer un tarifazo, que le preguntaron qué iba a pasar con los salarios, que le preguntaron qué iba a hacer con el empleo. ¿Y saben qué hizo ahí­? La única vez que le preguntaron mintió.

Por eso yo digo que hoy el hecho de que Macri haya llegado al poder con tanto engaño, con tanta mentira, con tanta estafa, a nosotros nos da una enorme oportunidad, porque la gente que votó a Macri no votó a este señor que está gobernando como está gobernando. Entendámoslo nosotros, lo de la pesada herencia, lo de echarnos la culpa a nosotros es simplemente producto de que la gente se va dando cuenta de que esto no es ni Alicia en el paí­s de las maravillas ni la revolución de la alegrí­a, que este es un programa neoliberal que va en contra del pueblo. Y eso es lo que está sintiendo la gente y esto es lo que está pasando en Mar del Plata. Macri dijo otra cosa, no podemos dejarnos llevar, tenemos que ir y enfrentar a nuestros compatriotas al hecho de que los estafaron, y no es lo mismo que decirle vos sos un gil, te equivocaste, menos todaví­a repararse y decí­r “yo sabí­a”, “viste”, “te avisé”. Así­ no vamos a llegar a nadie. Pero si sabemos que se trata de una estafa electoral, lo que tenemos que ir a denunciar es esto de la publicidad engañosa y la estafa electoral, que les mintieron para que los votaran y ahora tienen el poder y con el poder gobiernan sólo para ellos, no para los que los votaron y no para los 42 millones de argentinos.

Y es muy importante, porque esta etapa, donde claramente ellos tienen todos los medios de comunicación, donde ellos claramente tienen al Estado nacional, provincial, de la Ciudad de Bs. As., acá de la ciudad de Mar del Plata como instrumento también para difundir. Están empezando a chocar con esto, esto es un poco lo que está pasando también, que la realidad, lo que ocurre en la calle, lo que le ocurre a la gente en el bolsillo no es lo que Macri dijo en la campaña, no está pasando. Entonces ha ocurrido, después de que Macri ganara, por eso a mí­ a veces me gusta decir que gobiernan, es oficialismo pero sigue trabajando como oposición, porque sigue de campaña, sigue en la mentira, sigue en el marketing, sigue el encubrimiento de los medios de comunicación, sigue tratando de convencer a la gente de lo que hace y lo que es no es lo que hace y lo que es.

Pero se empieza a experimentar una cosa distinta, y esto a nosotros nos da una importantí­sima ventaja, porque el programa económico, fí­jense a mí­ muchas veces en el principio me dijeron ” ¿qué opinás del programa económico de Macri?” Y con el programa económico de Macri, pasó entonces en la campaña, vuelve a pasar ahora, el programa económico de Macri una cosa es lo que pasa y lo que hacen otra cosa es lo que dicen que hace. Una cosa son sus consecuencias y otra cosa son lo que dicen que son sus consecuencias. Y este cortocircuito entre la realidad y la propaganda es algo que nosotros tenemos que explotar. ¿Pero cómo lo tenemos que explotar? Hablándole a la gente, porque el programa económico de Macri lo que está haciendo es destruirle la calidad de vida a la gente. No tenemos que hablarle de nosotros y de los dirigentes, les tenemos que hablar de ellos y de lo que está pasando y por qué. Y tenemos que tener la paciencia y tenemos que tener también la humildad de pararnos, escuchar todo lo que nos tienen que decir pero también empezar a decirles que el que votó a Macri lo estafaron, y que estafar y cuando te estafan no es una vergí¼enza, no es un desastre, no es que no podés reconocerlo sino simplemente lo que tenés que hacer es lo mismo que creí­as que estabas haciendo antes que es trabajar democráticamente para defender tus derechos, para defender tu laburo, para defender tu ciudad, para defender tu pueblo, para defender a la Argentina.

Y el programa económico de Macri es difí­cil explicarlo porque miente, sigue mintiendo. ¿Hasta cuándo? ¿Se acuerdan? Cuando vetaron la ley antidespidos, la vetaron diciendo que el tema es que no habí­a despidos, que era inútil porque era otro paí­s, que estábamos equivocados, y después apareció que reconocieron los despidos. Pero a todo le ponen otro nombre: al tarifazo “reordenamiento de las tarifas”, “sinceramiento de los precios” a la inflación que han producido, a la devaluación la llaman “apertura del cepo”. Claro, si uno dice, bueno, hay que abrir el cepo, entendido esto como alguna limitación en la compra de divisas. Bueno, pero si lo vas a abrir endeudándote y devaluando 60% la verdad que no tenés que hacer demasiado esfuerzo, pero eso era lo que ocultaban. Cómo iban a hacer esas cosas, y ellos le ponen los nombres, son todos lindos, sincerar si uno se quiere sincerar, ordenar, acomodar. Son todas cosas lindas, y sin embargo el programa económico que están haciendo, quiero decirles para hablar con ellos, con los que creen lo de la pesada herencia, quiero decirlo porque esto también para mí­ es muy importante. Macri no entró al gobierno hablando de la pesada herencia y menos todaví­a hizo campaña hablando de la pesada herencia. Así­ como le tenemos que recordar a todos los argentinos qué dijo Macri para que lo votaran, tenemos que recordarles que tampoco fue un tema de campaña la pesada herencia, porque Macri ahí­ decí­a que lo que pasaba, la inflación, todas las cuestiones de las economí­as regionales, todo eso se arreglaba en dos minutos, que era una cuestión de ineptitud, que era una cuestión de populismo, que no habí­a problemas, que era todo sencillo. Lo dijo, “todo esto se arregla enseguida, el primer dí­a voy a arreglar la inflación, voy a arreglar la cuestión cambiaria”. Y bueno, y hoy tenemos lo que está pasando, habla de la pesada herencia, y es necesario registremos esto, no porque le va bien, habla de la pesada herencia porque le va mal. Hablar de la pesada herencia es una forma de echarle la culpa a otro por la responsabilidad que tiene él. Pero que la cagó, todo el mundo sabe a esta altura que la cagó.

Porque lo que está haciendo no tiene que ver… Miren, yo les decí­a a unos periodistas que me preguntaban, les decí­a pero pesada herencia, teóricamente encontraron en cajón que pasaron cosas que ellos no sabí­a, se pasaron años criticándonos diciendo que sabí­an cien veces más que nosotros, que las reservas no eran reservas, ¿se acuerdan?, que eran swaps de China, que eran pocas las reservas, que no alcanzaban para nada. Bueno, hoy las reservas están igual que cuando nos fuimos, creo que eran 29 mil millones, nos fuimos con 25 mil millones. La pequeña diferencia es que en el medio tomaron 34 mil millones de dólares de deuda, que no están, no están en las reservas, no están en Mar del Plata, no están en la Provincia de Buenos Aires.

El plan que hicieron no tiene que ver ni con la pesada herencia, no tiene ni siquiera que ver con la Argentina. Miren el plan que quieren aplicar en Brasil, es el mismo; el plan que quieren aplicar en España en la crisis, el mismo; el plan de Grecia, el mismo. ¿Por qué digo el mismo? Porque este plan consta de los cuatro, cinco puntos que tienen todos los programas neoliberales a lo largo y a lo ancho de la tierra y en toda la historia del mundo y de la nuestra. Fí­jense, ¿qué está pasando hoy? Devaluaron y se fue a precios, acuérdense también de las mentiras que decí­an con esto, que en realidad ellos no estaban devaluando porque los precios estaban con el dólar igual al blue, a 16, que si devaluaban no se iban a ir a precios. ¿Cuántas veces dijeron esta mentira? Millones de veces, y devaluaron un 50% y los precios subieron un 45%. Ahí­ está la teorí­a económica de Macri, la previsión, el mejor equipo de los últimos 50% años, que hay que reconocer, para romper todo tan rápido hay que tener un muy buen equipo eh. No sé si es el mejor, pero es bueno, para eso son buenos, se olvidaron de decir para qué era el mejor equipo, ¿no?

Pero sinceramente estos puntos, devaluar se va a precios, y acuérdense, devalúan, qué mentiroso. Decí­an, lo dijo Macri, lo dijo Prat Gay, lo dijeron todos, la inflación va a ser… esto enero, febrero, marzo, acá los compañeros de los sindicatos, dijeron “la inflación va a ser entre 20 y 25”, y ahí­ fueron a aplicar la restricción salarial sobre las paritarias, firmaron por decreto muchas paritarias, las del Estado las apuraron para que fueran más o menos eso y hay tenés, la inflación 40%, 45%, los salarios 20%, 25%, no más del 30%. El gobierno de Macri, y esto lo tiene que entender cualquier argentino, se morfó quince puntos de poder adquisitivo de los salarios. Y no le molesta y no se le mueve un pelo porque después, no en la campaña, esto de “viví­amos demasiado bien”, que me permito decir que es exactamente lo contrario de decir “podemos vivir mejor”, ¿no? Porque en campaña podí­amos vivir mejor, o sea 2016 iba a ser mejor que 2015. Ahora, si a Macri le va bien, si a Macri le va muy bien, que no le está yendo, a lo sumo podemos quedar abajo de como estábamos en 2015. ¿Cómo los vecinos de Mar del Plata, cómo los argentinos no se van a dar cuenta de la enorme mentira y contradicción? Lo que pasa es que no se lo dicen en la tele, lo que pasa es que nadie lo cuestiona cuando él habla, lo que pasa es que nadie lo confronta con estas mentiras. Pero la reducción del salario, de las jubilaciones, de los ingresos por la asignación, de las becas para los estudiantes, esa reducción es parte de su programa económico, porque cuando ellos hablan de competitividad, que empezaron a hablar después, a lo que se están refiriendo cuando le piden a los trabajadores sacrificio, lo ha dicho veinte veces Macri, que no, que mucho ausentismo, que el problema es de una cosa, de otra, que los laburantes no ponen el hombro, pero lo que quiere decir es que   el programa neoliberal tiene como uno de los puntos principales bajar los salarios en términos de poder adquisitivo porque todo el mundo sabe que cuando bajan los salarios no es que mejora la competitividad, cuando bajan los salarios, señor Macri, suben las ganancias, suben las ganancias de las empresas concentradas que son los socios de Macri.

¿Por qué digo esto? Se morfó, agujereó los bolsillos de la gente, se morfó una parte del salario. Pero el programa neoliberal no es sólo bajar salarios, siempre fue bajar salarios, bajar jubilaciones, excluir con la idea de que entonces es más productivo, que se quita empleo sobrante, que hay ñoquis por todo lados, sector público, sector privado, que hay que esforzarse más. Pero no sólo eso, abrir la economí­a. No es nuevo esto, lo están haciendo a lo largo y a lo ancho del planeta, lo han hecho en la Argentina cada vez que gobernaron, abrir las importaciones. Miren, por eso digo, a veces uno no sabe, hay que ser inepto para importar dulce de leche en la Argentina. Miren, yo creo que estamos muy bien nosotros, porque si no podemos explicarle esto, que no puede ser, que no puede ser, que no es lo que prometieron, ¿qué tiene que ver importar no sé cuántos tomates que pueden fundir a los productores de aquí­ de Mar del Plata y mandar a toda la gente a veranear afuera, qué tiene que ver eso con una pesada herencia? Eso es un programa económico neoliberal al servicio de determinados intereses, como lo es desregular las finanzas, abrir al sector financiero para que se pueda generar esa enorme bicicleta financiera que ya se llevó casi diez mil millones de dólares en fuga de capitales que lo tomaron como deuda.

Pero entonces, abrir la economí­a, desregular las finanzar, bajar el salario real, aumentar la tasa de interés para generar timba. Programa neoliberal, si ustedes leen el Consenso de Washington, si ustedes leen esto, yo no voy a decir que es el programa económico de la Revolución Fusiladora, no voy a decir que es el programa económico de la dictadura, no voy a decir que es el programa económico de Cavalllo, porque seguro habrá diferencias. Ahora, si hay diferencias cada vez se simulan mejor cuáles son las diferencias con los peores gobiernos antipopulares de toda la historia argentina. Cada vez cuesta más encontrar las sutilezas que los separan de los proyectos estos que le tocó vivir a nuestro paí­s en sus horas más dolorosas.

Entonces, ese programa económico al que le han puesto otro nombre, porque   cuando abren las importaciones, hay una nota fantástica en La Nací­ón que perdieron un pendrive que tení­a las DJAI, un tipo parece que se le extravió y entonces dejaron entrar ocho mil toneladas de manzana. Vos decí­s, no puede ser… Vamos con esa nota y nos hacemos un festival y un pick nick. ¿Pero qué pasa? Esta polí­tica económica, porque si nosotros le explicamos esto simplemente a los nuestros, a los que no nos votaron, porque esto hay que explicárselo a todo el mundo. Porque no es que a mí­ me ofende en mi visión histórica revisionista lo que está haciendo Macri porque me rompe una continuidad… No es ese el problema. El problema es que esto le rompe la cabeza al obrero, le saca la comida la gente. Esto genera hambre, esto genera desempleo, esto rompe la industria, y esto también hay que explicarlo. Acá en Mar del Plata hay que explicarlo una y mil veces. ¿Porque qué es lo que pasa en el sector hotelero? (Militante grita sobre la consigna de pobreza cero) Claro, bueno, ahora ya no, era otro… se le chispoteó lo de pobreza cero, no era para tanto, parece que más bien tira pobreza cuarenta y cincuenta, pero bueno, tiene un cero por ahí­, así­ que dale que va. Era la segunda cifra el cero, de la pobreza.

Y este programa económico a nosotros nos sirve porque yo, compañeros, compañeras, a mí­ con muchos de los que están acá, algunos desde la universidad que militaron conmigo también en los 90. Los que militamos en los 90, donde se aplicó el programa de convertibilidad, que era lo mismo, abrir la economí­a, planchar el dólar, ¿no?, subir la tasa de interés, permitir la fuga de capitales. Bueno pero eso que pasó en los 90 tuvo resultados que hoy empiezan a estar a la vista. ¿Pero cuál es la diferencia? Que el programa económico neoliberal de los 90 vení­a a coronar un proceso de profundización del neoliberalismo que llevaba como mí­nimo desde el golpe de estado del 76, porque hubo episodios, por ejemplo el derrocamiento del peronismo, de Perón, que fueron los primeros avances del programa neoliberal. Y yo les quiero decir algo que nos separa, no a los 90 de ahora en términos de polí­tica económica, a nosotros de los 90 como militantes. Yo militaba en los 90, pero sinceramente durante la época de los 90 uno peleaba por transformar la realidad económica, polí­tica, social de la Argentina y la verdad es que algunos directamente no militaban y muchos militaban pero con escepticismo, pensaban que era una utopí­a. Porque era una época, después de la caí­da del muro de Berlí­n empezó esto, con Reagan y Thatcher, porque el neoliberalismo tampoco es un invento argentino, con Reagan y Thatcher, nada menos que en EEUU, en Inglaterra, con toda nuestra región.

En los 90 se instaló que habí­a una etapa a la que denominaron “el fin de la historia”, algunos se acordarán, y el fin de las ideologí­as junto con el fin de la historia. Dijeron, el neoliberalismo, el capitalismo en su forma neoliberal es el único camino posible. Me acuerdo al propio Menem, Menem decí­a “bueno, se quedaron en el 45”, como diciendo esto nunca va a volver. Miren, por suerte hasta el propio Menem pudo ver a los gobiernos de Néstor y Cristina cómo eso sí­ podí­a volver y cómo eso no era una utopí­a. Nosotros no estamos militando como en este foro social mundial que se decí­a “otro mundo es posible” como diciendo tal vez en otro mundo, en marte, se puede conseguir que la cosa cambie. No es así­, nosotros venimos de ver en toda Latinoamérica experiencias nacionales, populares, democráticas, de integración latinoamericana. En los 90 a mucha gente le habí­an convencido que eso no iba a pasar nunca más y se habí­a ido a la casa, era mala palabra la polí­tica. Yo repartí­a volantes en las facultades y decí­an “esto es polí­tica” y lo tiraban al piso. No se discutí­a más polí­tica. Eso nos separa de los 90.   No es lo mismo que otros neoliberalismos.

También los 90, como fue en el 56, pero sobre todo como fue en el 76 después del rodrigazo, como fue en los 90 después de la hiperinflación de Alfonsí­n, cuando llegaron a aplicar las recetas neoliberales, llegaron después de una enorme crisis, una crisis económica violenta, obvia, evidente. Yo me acuerdo siendo ministro que leí­ una de las notas más literarias que le vi escribir a los que eran nuestra oposición que hoy son oficialismo, literarias del género ciencia ficción, pero literarias al fin. Decí­an “estamos en una crisis”, año 2015. Hoy sabemos, la economí­a crecinedo el año pasado casi el 3%, el desempleo cayendo. Decí­an que estábamos en una crisis, pero es una “crisis asintomática”, es como el médico te diga usted señor está muerto, se cree que está vivo pero en realidad los estudios… Miren las cosas que tienen que inventar, porque siempre que aplicaron las recetas neoliberales las aplicaron después de una crisis, cuando habí­a desesperación, distracción, y se anotaban un poroto tal vez por parar la inflación como fue en los 90 sin que se vieran los efectos secundarios. Pero ahora no, no hubo una crisis, llamativamente no hubo crisis, claramente no hubo una crisis, nadie tuvo una crisis ni en el año 2015 ni en el año 2014. ¿y saben qué? Si alguien tiene una duda, prenda una computadora y ponga cómo fue esa plaza el 9 de diciembre del 2015, cómo la despidieron a la presidenta más votada de la historia argentina, en todo ese dí­a de la historia argentina por un pueblo agradecido que no estaba en una crisis económica, no habí­a ni llantas quemándose, ni clubes del trueque, que ahora volvieron, dicho sea de paso.

Hoy leí­a una nota que acá en Mar del Plata, como no pueden pagar los sueldos… Señora Vidal, no pueden pagar los sueldos en Mar del Plata, no se puede esconder siempre la gobernadora Vidal. Y no es “Mariu”, es Vidal, es la gobernadora Vidal, la que gobierna esta provincia donde hay tarifazos, donde hay más pobreza. No haga retiros espirituales, vaya y gobierne, gobierne para la gente. No vaya al mini davos, vaya a los barrios en serio, no con un montaje televisivo. Vaya a ver cómo la reciben y lo que pasa cuando va a los barrios por la situación que están produciendo estas polí­ticas. Pero lo que quiero decir es que lo que está pasando en la Argentina es producto evidente del neoliberalismo, y nosotros tenemos que aprovechar que estos no son los 90. Nosotros no tenemos que decir “puede haber una Argentina distinta como fue en el primer plan quinquenal de Perón”. No es así­, no hay que   apelar al retrato de Evita que tienen muchos en la cocina, no hay que apelar a la memoria emocional, histórica, del pueblo mayoritariamente peronista. Lo tenemos acá a la vuelta de la esquina que este paí­s puede ser distinto.

Y hay que aprovecharlo también para explicar cosas, y en tren de autocrí­tica, de balance, que no supimos trasmitir. Y en esto compañeros y compañeras quiero ser también probablemente duro con nosotros mismos, pero hay que serlo. Nosotros no nos podemos escudar en los poderosos monopolios mediáticos que tiene el neoliberalismo, mundiales, nacionales, porque no es sólo en la Argentina, está O Globo, está Fox, está en todos lados. No podemos disculparnos a nosotros mismos de no haber podido explicar las cosas simplemente porque ellos son muy poderosos. Ellos son muy poderosos, pero nosotros también somos muy poderosos, porque nosotros tenemos un instrumento que ellos no tienen, que es la militancia, que es la gente, que es la voluntad, que es el convencimiento. No lo tienen, nosotros lo tenemos y ahora más que nunca hay que usarlo. Por eso digo que cuando la compañera Cristina explicaba una y otra vez de qué se trataba esto de “No fue magia”, ella decí­a, bueno, hay muchos que se quejan, porque hay, hay muchos que se quejaban. Entre los empresarios, no todos pero muchos, decí­an ” ¿cómo? han jubilado a un montón de gente que no hizo los aportes”, incluso algunos jubilados, o esto de la AUH. Decí­a hoy el oficialismo, que ya no sé qué cosa… pero bueno, estoy en Mar del Plata donde pasan cosas, se dicen cosas de parte de las autoridades que andan por ahí­, esto de la canaleta de la droga y el juego para la AUH. ¿Pero se acuerdan que decí­an eso? Y una y otra vez nosotros lo que explicábamos es que esos programas de inclusión social no eran una polí­tica de beneficencia, no eran una polí­tica simplemente de bienestar social. En primer lugar nosotros considerábamos que el argentino que tiene edad y que laburó como laburaron todos los argentinos, ya sea haciendo trabajo en el hogar, ya sea haciendo trabajo en negro, que tenga una jubilación digna. Eso para nosotros es un derecho, pero además de ser un derecho, para el que no lo quiere entender, lo que no supimos explicar es que cada vez que jubilábamos a un argentino más, y no es que jubilamos a dos o tres, con los programas de inclusión jubilatoria somos el paí­s que más cobertura jubilatoria tiene. Tres millones de argentinos se jubilaron con el programa de inclusión jubilatoria en nuestro gobierno. Pero la plata que se le da a un jubilado, la retribución que recibe, no la pone en el horno y la quema, ni en el freezer y la guarda, ni tampoco va y arma una cuenta en Panamá como los vivos que nos gobiernan. Lo que hace es cruzar la calle, ir al almacén de su barrio, ir al boliche, comprarle algo al nieto, comprarse algo para comer, comprarse algo… Incluso, como pasó con un programa, y hoy veí­a a Mariano Recalde,   de Aerolí­neas Argentinas, “Mi primer viaje en avión”, para los jubilados que no habí­an podido viajar  o para que vuelvan a sus provincias.

La gasta, como se gasta la AUH, no es magia, armamos un mercado interno, armamos una economí­a local con poder adquisitivo, como también lo hicimos a través de las paritarias libres. Me dicen de la inflación. No hubo un solo año durante los doce años que gobernó el kirchnerismo, con más o menos inflación, que los salarios, las jubilaciones y la asignación no le ganaran a los precios. Eso es gobernar para la gente, no rasgarse las vestiduras por una pobreza que no piensan combatir y que no han combatido sino que han incrementado. Entonces, hoy podemos explicarlo, ¿por qué? Porque cada peso que poní­amos a través de la inclusión social se convertí­a en consumo, y el consumo se convertí­a en un ingreso. Y también dicen del derrame, la inversión, esto es lo contrario. ¿Saben qué? Es una discusión económica que no me voy a poner acá porque me apasiona pero vamos a estar demasiado tiempo, pero es una discusión que tiene 400 años en la economí­a. Ahora, yo creo que no hay persona común y corriente que se le escape que nadie va a invertir si no hay quien le compre. Ese es el milagro del davocito. El milagro del davocito es si viene alguno de esos señores que hablan en inglés, que viven en el extranjero, invierten en un hotel en Mar del Plata cuando la ocupación de los hoteles de Mar del Plata está más baja que nunca. Serán extranjeros, sabrán (inaudible), les gustará el FMI, pero no son estupidos, no son idiotas e invierten cuando hay alguien que consuma, y el que consume es el pueblo argentino y lo que han matado es el consumo porque han matado el bienestar del pueblo.

Ahora lo podemos explicar más fácil, porque se han afanado la mitad de las jubilaciones y se han afanado   diez o quince puntos de salario, y se lo han dado a las petroleras, a las mineras, a las sojeras. Empezaron a decir que eran ajustes presupuestarios. Prometió, hay un spot, hay un spot de los dí­as antes, donde habrán hecho otro focus group y habrán dicho ” ¿qué le preocupa a la gente?” Que pase esto, andá y decilo, “pero no lo voy a hacer”, “andá y decilo”. Y ahí­ fue y dijo “si yo asumo ningún obrero argentino va a pagar el impuesto a las ganancias”. ¿Saben qué? Cuando nos fuimos, un millón pagaba el impuesto a las ganancias, ahora con Macri dos millones pagan el impuesto a las ganancias. Esas son las promesas de la estafa electoral de Macri. Pregúntenle a la gente que lo votó por el impuesto a las ganancias y que no nos querí­a a nosotros, que era un 10% que no nos querí­a a nosotros porque les habí­an dicho que comprar dólares era un derecho humano, y hoy lo que no puede hacer es pagar la luz, pagar el gas, no llega a fin de mes, no puede irse de vacaciones. Y para colmo le dicen que si piensa que le corresponde irse de vacaciones, comprarse una casa y un auto, es una fantasí­a, que viví­a en una fantasí­a. Eso está reservado para los del davocito, para los del retiro espiritual, pero que los demás ningún argentino y menos un laburante puede aspirar a llegar a eso.

Eso no era lo que decí­an en la campaña, pero nosotros podemos mostrar además que nuestro modelo económico funcionaba, que ese que decí­a “no me gusta que paguen jubilaciones de esa magnitud porque genera mucho gasto público” ahora lo que le pasa es que han bajado las jubilaciones, han despedido a la gente, ha caí­do el salario y nadie compra, y nadie le compra. Y es cierto, como esto funcionaba, como eran polí­ticas públicas consolidadas, muchos compatriotas, y a mí­ me pasó una vez estando en una plaza en la campaña, que vino una chica, nos sentábamos ahí­, vino una chica, yo estaba explicando todo lo que iba a hacer, la “campaña del miedo”. Nos quedamos tan cortos, tan cortos nos quedamos. No era del miedo, era una saga de terror con secuelas, secuelas, era casi una serie de 36 episodios. Pero me decí­a “no, pero vos decí­s que van a pasar todas estas desgracias. Yo no los voy a votar a ustedes porque no creo, ¿por qué va a hacer eso? ¿Por qué lo va a hacer? Si las cosas andan bien”. O sea, lo votaron a él porque nuestro modelo andaba bien. Yo creo que habí­a mucho de ese voto, que hoy no caen en la cuenta y nosotros no tenemos que ir a decirle “eh, sos un tonto, sos un gil”. Tenemos que decirle lo que pasó, le mintieron, lo engañaron, lo confundieron, le empezaron a decir que no habí­a reservas, que la inflación estaba descontrolada, que nosotros éramos uno ineptos, que habí­a crisis de no sé qué.

Y bueno, armaron todo ese clima, lo generaron, fueron a la elección y bueno, ganaron las elecciones. Ahora, no hay que estar llorando sobre la leche derramada ni partiendo cátedra desde ningún lado. Hay que ir a hacer lo que hicimos siempre, hablar de igual a igual, honestamente, como somos nosotros, a los ojos, reconociendo lo que no pudimos hacer, lo que faltó acá en Mar del Plata con la pesca, que no le terminamos… Hay que reconocerlo, hay que reconocerlo. Ahora, lo que hay que decir también es que se trató y en todo caso no se pudo y que nosotros queremos volver a gobernar porque si no lo arreglamos antes lo vamos a arreglar después, como arreglamos tantas cosas en la República Argentina pensando en la gente y no pensando en unos pocos vivos, no pensando en los de afuera, no pensando en los bancos, no trabajando para el FMI. Con otras polí­ticas, otros resultados. Lo tenemos que decir, lo tenemos que explicar, porque si no ni siquiera tiene sentido volver a ganar las elecciones si no podemos explicar estas cosas.

Dice muy bien Cristina cuando dice que tenemos que volver mejores, porque nosotros, compañeros y compañeras, no queremos volver a 2015. No es eso, no queremos ir para atrás. Para atrás, como dice la compañera Fernanda, van ellos. Nosotros queremos ir para adelante, nosotros queremos seguir desarrollando el paí­s, y nos faltaron cosas. Porque industrializar la Argentina… Miren, me dicen “ustedes no tienen autocrí­tica”. ¿Pero cómo? Si nos propusimos una tarea que la mayorí­a de la gente pensaba que era imposible. ¿Cómo nos va a salir diez puntos, perfecto, sin ninguna falla? ¿Cómo va a estar completada en sólo doce años con un plan de industrialización, con un plan de integración regional, con un plan realmente de inclusión social lleva décadas? Lleva décadas de polí­tica de estado. No, nosotros no hemos todo perfecto. ¿Pero saben qué? Por eso nos vamos a volver a presentar a elecciones, y por eso vamos a ganar las elecciones.

Compañeros, compañeras, haber perdido la elección por tan poquito casi da más bronca, ¿no?, da más bronca, porque cuando dicen “bueno, pero se están peleando”, ¿cómo no nos vamos a pelear? Yo me imagino, siempre digo, el vestuario después de la final del mundial, ¿no? Lo que debí­a ser, que la culpa la tiene el técnico, que la culpa la tiene la defensa, que la tiene el arquero. Y claro, porque perdiste por poquito. Si fue una goleada te vas a tu casa. Pero no fue así­, perdimos por muy poquito y a mí­ siempre, digo, si hubiéramos hecho una sola cosa un poco mejor tal vez ganábamos la elección. Lo que no sé es si ellos hubieran sido tan democráticos como nosotros y nos hubieran entregado, porque allá donde ganamos, aún por diferencia, fueron antidemocráticos y denunciaron fraudes que no existí­an para generar…

Seguramente, ¿pero saben qué? Muchos dicen “se están peleando, siguen ustedes…” Bueno, acá hay creo yo dos clases de dirigentes. Porque hoy esto que estamos viendo produce sufrimiento, produce sufrimiento en la forma de desempleo de la gente, me comentaban los compañeros que están en los barrios que se han triplicado los comedores. Es muy grave, es trágico lo que está pasando. Y el presidente dice “uno de cada tres argentinos es pobre”. Bueno, la verdad, miren, no quiero extenderme sobre eso. Esta estadí­stica que acaban de publicar la cambiaron, no dijeron cómo, tení­an que repetir lo que vení­an diciendo en la campaña, como que el déficit era 7%. Con el déficit fiscal que decí­an que era el más alto del mundo, nadie, nadie, nadie, ni ellos mismos hoy dicen que fuera siete. La dibujan ahí­ pero lo que no dicen seguro es que hayan bajado el déficit, lo subieron, han subido el déficit. Yo me pregunto para qué sirve en términos de lo que plantean, porque la verdad que todo lo que dicen que van a arreglar, lo rompen, lo arruinan. Incluso en sus propios términos, yo no estoy de acuerdo con una polí­tica de ajuste fiscal, pero ellos la hacen y les sube el déficit, por esto mismo, por lo que le está pasando hoy a Mar del Plata. Evidentemente, evidentemente el intendente que tiene Mar del Plata…

Miren, además como si no fuera poco, el intendente que tienen está peleado con la gobernadora, está peleado con el presidente, eso les pasa en todos lados, también todo el gabinete está peleado, cada uno se representa a sí­ mismo y a los amigos de sí­ mismo. Pero sinceramente, lo que le está pasando al intendente, de este déficit fiscal, tiene mucho que ver con la polí­tica económica de Macri. Porque lo que ha pasado a lo largo y a lo ancho del paí­s es que esa caí­da del poder adquisitivo de los salarios generó una caí­da de la recaudación. La recaudación también creció un 25%, como habrán crecido los salarios, pero la inflación es cuarenta y pico. Quiere decir que el poder de compra de esos ingresos… La coparticipación que reciben las provincias creció un 25%, están fundiendo el paí­s. Y a través de eso, como lo han hecho tantas veces, inician el ajuste y el endeudamiento, el endeudamiento externo. Otra cosa que hay que explicarles a nuestros compatriotas, tomaron 34 mil millones de dólares, han escrito que el año que viene van a tomar 24 mil millones de dólares de más pagando comisiones a bancos extranjeros, que los conocen más o menos, ¿no?, porque todos ellos son funcionarios de esos bancos extranjeros, de esas petroleras. Han armado un gobierno que es una junta de negocios, donde están directamente los personeros, los representantes, los miembros de las corporaciones que están gobernando. Por eso tienen tanto lí­o también, por eso uno ya no sabe si les salen mal las cosas, si lo hacen a propósito, si se pelean entre ellos y no se ponen de acuerdo. Uno quiere bajar la inflación y el otro le clava 300% al tarifazo. Uno dice, pero hermano… Uno quiere reactivar, el otro le pone en 38% la tasa de interés. Vos decí­s no puede ser. Están gobernando para las corporaciones, es demasiado evidente, se nota mucho.

Es una ventaja, no estén con los brazos caí­dos, tenemos un material inmenso para ir a hablar con todos, con los que lo votaron a ellos especialmente, especialmente para explicar lo que pasó en este paí­s. Porque hoy siguen en esa campaña de que nosotros somos chorros, nosotros somos la pesada herencia, nosotros… Parece un libro de historia el diario Clarí­n, ¿de qué año están hablando? Hablan del pasado con la pesada herencia, hablan del futuro con el segundo semestre del año 2042. ¿Y saben por qué hacen eso? No pueden hablar del presente. Vamos a hablarle a los argentinos del presente y de la responsabilidad que tiene el gobierno de Macri sobre las cosas que están pasando.

Y entonces, cuando le está pasando esto a nuestra gente, la verdad que como militantes no tenemos que tener muchas dudas ni tenemos que ponernos en grandes cavilaciones ni menos todaví­a en grandes roscas. Tenemos un solo lugar donde estar, tenemos un solo lugar donde construir nuestra unidad. Nuestra unidad está con los laburantes, nuestra unidad está con los jubilados, nuestra unidad está con los estudiantes, nuestra unidad está con la clase media, que probablemente lo votó y ahora está sufriendo; está con los propietarios de los hoteles, está con los propietarios de las empresas de pescado, está con los horticultores, está con todos los que están sufriendo. Y esa es la unidad. Y el que en vez de eso se quiere juntar en la Rosada para sacar una ventaja polí­tica, no está con nosotros. No es que nosotros no queremos juntarnos con él, no está con nosotros porque no está al lado del pueblo, no está con las problemáticas de la gente, está especulando con los programas de televisión a ver qué ventaja, qué puestito se lleva.

Pero no es tan difí­cil, y están todos bienvenidos, están todos bienvenidos a luchar por los derechos de nuestro pueblo, es ahí­ donde vamos a estar, es ahí­ donde nos van a encontrar recorriendo la Argentina, recorriendo los barrios donde están todos los compañeros que hoy me hablaron con total precisión de lo que pasa en cada uno de los frentes donde militan, en los frentes donde trabajan, en las empresas que representan, en los gremios de los que son. Están ahí­, están con la gente, y si alguien quiere dedicarse a la pavada a ver qué voto puede sacar, lo va a castigar el pueblo. No tenemos que castigarlo nosotros porque lo va a castigar el pueblo, que cuando está sufriendo están en otro lado, andan por ahí­ firmando con el presidente no sé qué cosa…

Entonces, compañeros y compañeras, yo lo que vengo a pedirles simplemente es que en esta etapa tenemos que redoblar los esfuerzos, no solo no hay que bajar los brazos, hay que redoblar los esfuerzos. Hay que volver a recorrer, a golpear las puertas, hay que estar en los clubes de barrio, hay que estar en las fábricas, hay que estar explicando, hay que estar oyendo y escuchando. Porque nosotros no somos de esos iluminados que están a 500km de lo que está pensando la gente. Tenemos que dar esas discusiones, casi dirí­a que en esta etapa son más importantes los militantes de base que esas dirigencias que andan dando vuelta por ahí­. Porque son ustedes los que pueden dar vuelta esta situación, y es nuestro papel, los que somos dirigentes, acompañarlos, apuntalarlos, darles instrumentos, darles elementos, darles discursos, reflexiones, traerles información, traerles datos, para que ustedes con eso vayan a laburar y vayan a llevarle a nuestro pueblo no sólo una explicación que es muy importante dar una explicación. Porque esto de la pesada herencia entra porque no le han explicado nada a la gente, ni lo que pasa ni por qué, ni qué medidas toman. Hay que darle una explicación a la gente, pero sobre todo hay que darle una alternativa. Estamos para eso, para construir una nueva mayorí­a, donde no importa con qué bandera viene cada uno, no importa con qué remera viene cada uno. Importa que estemos al lado de nuestro pueblo, importa que estemos trabajando en esta etapa para denunciar no sólo en los términos de derecho sino los mecanismos perversos con los cuales quieren convencer a la gente que esto no tiene nada que ver con quienes gobiernan.

Entonces compañeros y compañeras, les quiero agradecer la presencia, les quiero agradecer la militancia. Van diez meses y nadie se ha cansado, nadie se ha vuelto a la casa, nadie se ha decepcionado, nadie se ha comido el caramelito venenoso de que no hay alternativa, nadie ha creí­do las mentiras permanentes y la persecución permanente con la que la persiguen a Cristina, al compañero Máximo, a todos los compañeros que quieren amedrentar. Y así­ como esos dirigentes no se han asustado, no se han escondido, no se han tampoco decepcionado, no han arreglado ni por un sanguchito ni por un mate, así­ como ellos hacen ese esfuerzo, el esfuerzo que tenemos que hacer todos nosotros es uno y uno solo, dedicarnos a lo que nos gusta, lo que hizo siempre el movimiento nacional, popular, sean peronistas, radicales, provengan más de la izquierda, lo que siempre hizo, trabajar con la gente, para la gente, para el laburante, para nuestro pueblo, para nuestra soberaní­a, para nuestro paí­s, para nuestra Patria. Ahí­ lo van encontrar, de ahí­ no nos van a sacar, no nos van asustar, no nos van a convencer. Hay que trabajar para volver a gobernar la Argentina en nombre de su pueblo, con los dirigentes acompañando y transformando la Argentina. Ahí­ vamos a estar compañeros y compañeras, muchí­simas gracias, muchí­simas gracias Mar del Plata.

 

Ciudad de Buenos Aires
El domingo 17 de marzo participamos, por cuarto año consecutivo, de la Marcha de las Antorchas en el barrio de Lugano 1y2 bajo el lema “Iluminemos las calles con memoria” y en unidad con todas las organizaciones del campo popular de la comuna y el Observatorio de Derechos Humanos de la Comuna 8.