Desde que asumió Macri, estos sectores privilegiados se sienten con la impunidad necesaria como para realizar este tipo de acciones de forma sistemática contra todo tipo de organización social, dirigente popular o simplemente contra cualquier ciudadano que decida manifestar su opinión, criticar a las autoridades o hacer valer sus derechos contra el ajuste, el desempleo y el hambre planificada. Los grandes medios de comunicación, que hasta hace poco insistían tanto con “la grietaˮ que dividía a la sociedad, nada dicen ahora que la violencia viene siempre de un lado, el de los poderosos.