Con críticas al Gobierno y a los abusos de los hipermercados, los productores repartieron más de 10 toneladas a cientos de familias que llegaron desde distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, muchos de ellos con bolsas y los clásicos changos de feria, aunque tuvieron que conformarse con las tres o cuatro frutas por persona que se entregaron, dada la masividad de la convocatoria.