Cerca de las 21, entre parrilla, música y alegría, los compañeros dieron por comenzada, en el barrio porteño de Barracas, la fiesta de inauguración. Empezaron contando a los militantes y vecinos presentes quién era la compañera Alicia, para luego cederle la palabra a Cabandié.
“Vemos que luego de tantos años de lucha, tenemos muchos compañeros jóvenes de la misma edad de mis padres, que militan y abrazan la misma causa, la misma lucha, gracias al valor y al impulso que le dieron Cristina y Néstor a la política, a las ideas, a las convicciones y al amor por desear una Argentina más justa, más solidaria, que está atravesada por el sentimiento que a todo militante le duele cuando ve desigualdades”, expresó.
En el mismo sentido, y dando oficialmente inaugurada la Unidad Básica, concluyó: “Esto es una enseñanza que revalorizamos en el presente. Ese es el ejemplo que nos dejó esa generación y en particular para mí, el de mi mamá, es el legado más importante que me han dejado junto a mi papáˮ.
Estuvieron presentes también la legisladora porteña Paula Penacca y el secretario gremial de ATE Capital Luciano Fernández.
Alicia Alfonsín, al momento de ser detenida y desaparecida junto su esposo Damián Cabandié, tenía 16 años y estaba embarazada de cinco meses. Su hijo, el compañero Juan recuperó su identidad en enero de 2004.
Alicia y Damián eran militantes políticos de la agrupación Montoneros y dedicaban su tiempo a la militancia territorial en villas de emergencias, igual que lo su hijo Juan, cuando aún no conocía su identidad.
Ellos formaban parte de una generación que luchó hasta las últimas consecuencias por dejarles a sus hijos y nietos un país más justo libre y soberano. Alicia pasó por el Centro Clandestino de Detención denominado “Club Atlético” ese mismo que hoy es un museo de la memoria en Avenida Paseo Colón y Cochabamba. Luego fue trasladad a la “pieza de embarazadas” en el que fuera el Centro Clandestino más importante de Capital Federal, hoy reconvertido en Espacio de la memoria (ex ESMA).
Fue allí donde dio a luz a su único hijo, con quien estuvo dos semanas. Dos semanas que bastaron para dejarle una huella, su nombre. Fue allí donde Juan fue a pedir explicaciones un 24 de marzo de 2004 cuando el entonces presidente de la Nación Néstor Kirchner abrió sus puertas para convertirlo en un espacio para la memoria.
El festejo cerró con la banda de rock “Viejos Maderosˮ haciendo vibrar a todos los presentes.
