Editorial

Sobre la ley de blanqueo y la libertad de prensa

El proyecto de ley del Poder Ejecutivo Nacional vinculado al blanqueo de capitales contiene, en su artí­culo 85, una graví­sima amenaza a la libertad de prensa. Como al pasar y entre el lenguaje leguleyo de todo proyecto de ley, se prevéen multas y cárcel para quienes difundan los nombres de quienes se amparen en el blanqueo y los montos que allí­ se declaren.

La garantí­a del más absoluto secreto de toda la información que se genere con el blanqueo está vinculada primaria, y engañosamente, a evitar filtraciones por parte de funcionarios de la AFIP y la Justicia, pero también se refiere a “los terceros que divulguen o reproduzcan documentación o información de cualquier modo relacionada con las declaraciones voluntarias y excepcionalesˮ, para los que se prevé la utilización del artí­culo 157 del Código Penal que castiga con hasta dos años de prisión. También se estipula una multa equivalente “al valor de los montos exteriorizadosˮ, es decir, a la cantidad de dinero blanqueado.

El problema radica en la categorí­a “tercerosˮ, que claramente puede ser utilizada para periodistas u organizaciones polí­ticas, sociales, sindicales, etc. que den a conocer el nombre de algunos de los buenos hombres de negocios que ahora deciden blanquear una parte del dinero que durante años le escondieron al fisco.

Tal restricción a la libertad de prensa es abiertamente inconstitucional y ha generado una inmediata reacción de organizaciones y entidades de prensa y de muchos periodistas de distintos posicionamientos ideológicos.

Tamaña brutalidad legislativa habla al mismo tiempo de una concepción cavernaria de la libertad y las garantí­as democráticas y de un nivel de improvisación cuya mezcla en partes iguales ha sido una de las marcas de estos seis meses de macrismo.

El gobierno de los Panamá Papers y los evasores seriales arma un proyecto de blanqueo de capitales a la medida de sus amigos gambeteadores del fisco y en el medio se le cuela un artí­culo obscenamente lesivo de la libertad de prensa.

Explotado el asunto, un diputado del PRO, Pablo Tonelli, sale a bancar la posición oficial e intenta una defensa con un argumento increí­ble: “Hay ciertas informaciones que no deberí­an revelarse ni por los funcionarios públicos ni por los periodistas” dice, en 2016. Sin embargo, ante la andanada de cuestionamientos admite que van a revisar el artí­culo.

Ya sabemos que “el mejor equipo de los últimos 50 añosˮ ensaya en público de qué se trata esto de gobernar, y a ese nivel de improvisación lo llama “saber escucharˮ.

El macrismo es una experiencia de derecha. Hasta ahí­ no hay novedad. No se les pide que no sean conservadores, que crean en la democracia, en la justicia social y el bienestar popular. Serí­a en vano.  Solo les pedimos que sean mí­nimamente competentes, aunque sea en sus propios términos.

Ambiente
El 22 de abril de 1970 es el Día Internacional de la Tierra gracias a una masiva movilización de estudiantes de todos los niveles educativos y organizaciones de la sociedad civil estadounidense que convocaron a más de 20 millones de personas con un mensaje de conciencia y preocupación sobre el ambiente ante el legado del desarrollo industrial sobre la calidad de vida.
Portada
Anoche, el Ministerio de Capital Humano anunció que habían “acordado” con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) un aumento del 140% en la partida de gastos en funcionamiento de las universidades y la duplicación del gasto destinado a hospitales universitarios. Esto sirvió como palanca para que, desde las instituciones y sus tuiteros y medios afines, comenzaran a instalar que recompusieron el presupuesto universitario.