Los carnavales son una fiesta popular que los argentinos viven intensamente. Es un momento único para derrochar alegría en la calle, bailando junto a las murgas y comparsas que se preparan durante todo el año para lucirse y contagiar su espíritu a través de mensajes cargados de ideología. Enseñan al pueblo en cada paso que las penas se dejan atrás y que esa noche todo vale.
En 1976, el dictador Videla implementó el decreto 21329/76 en el que se prohibían los feriados de carnaval. Desde aquella fecha, varios fueron los grupos de murga y candombe que debieron luchar para mantener viva una tradición que pugnaba por no desaparecer. Quién iba a decir que 34 años después, una militante que vivió aquella prohibición iba a firmar los decretos 1584/10 y 1585/10 que restituyeran lo que había sido quitado por los militares.
Una vez más, el país se cubrió de espuma festejando en cada punto de su extenso territorio. Allí estuvieron los militantes, como siempre, acompañando la alegría, organizando festejos barriales y colaborando en los grandes espectáculos impulsados gracias a la iniciativa del Gobierno nacional. Se realizaron carnavales en los distritos de Avellaneda, La Matanza, Brandsen, Florencio Varela, Esteban Echeverría, Lanús, Ensenada, Quilmes, San Vicente, José C. Paz, Marcos Paz, Moreno, Morón, Mercedes, Campana y San Fernando.
¡Gracias Cristina por devolvernos la alegría!