Este proyecto del que somos parte volvió a situarnos en ese lugar: ser protagonistas de otra jornada histórica. Desde el 25 de mayo de 2003 hasta el 10 de diciembre de 2011 hemos vividos días que tienen aroma a libro de historia. Hemos llorado, hemos cantado, hemos abrazado sueños, hemos visto como el límite de lo posible se fue corriendo hasta llegar a ver jurar por segunda vez a esa Mujer.
Esa mujer que por mandato popular se colocó la banda presidencial nuevamente, no es cualquier mujer. Ella, jura por í‰l. Ella, ella no es la Presidenta de las Corporaciones, Ella se escribe con C, pero una C que es la C de las Convicciones, del Coraje, del Compromiso, y sobre todo de Cristina: la mujer que preside esta Patria por la que jura y por la que milita todos los días.
El Congreso se llenó de í‰l. Ella cumplió con el protocolo, “juro por Dios, por la Patria y sobre los Santos Evangelios desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de Presidenta de la Nación y observar y hacer observar de lo que de mí dependa la Constitución Nacionalˮ. Ella cumplió con su corazón: “Si así no lo hiciere, Dios, la Patria y í‰l me lo demandenˮ.
“Hoy no es un día fácil para esta Presidenta, pese a la alegría y la contundencia del voto popular falta algo, falta alguien”. Falta la mirada de í‰l. Falta quien fue el gran fundador de la victoria del 23 de octubre como Ella dijo esa noche. Faltaba ese hombre que ocho años atrás, en ese mismo lugar y con Ella sentada frente í‰l, “venía a decirle a todos los argentinos que pertenecía a una generación diezmada”.
Faltaba el hombre que corrió el límite de lo posible. Faltaba su compañero de toda la vida. ¿Cómo no sentirlo? ¿Cómo no sentir en las palabras de la Presidenta que í‰l NOS demanda a todos con su ejemplo, con su vida, con su militancia, con su decisión política? Aquí estamos, ahí estábamos. Afuera y adentro del recinto. En las Plazas y en las calles de cada rincón de la Argentina profunda, jurando con Ella, interpelados por í‰l.
Las palabras de ambos se mezclaron con los cantos de todos. El Congreso fue nuevamente escenario de la historia grande de la cual comenzamos a ser protagonistas un 25 de mayo de 2003 cuando Néstor dijo: cambio es el nombre del futuro.
Distribuir es la tarea, organizarse la necesidad.
La Presidenta hizo un recorrido por los más de ocho años de gestión, y destacó el carácter distributivo de este gobierno: la distribución del ingreso, la distribución de la palabra, y la distribución del conocimiento. Todo esto permitido por el puntal fundamental de este Gobierno que ha sido el desendeudamiento y la decisión soberana que permite la independencia económica para seguir trabajando en un país con mayor Justicia Social.
Organizarse es necesario para seguir transformando, porque como dijo Cristina: “La distribución de la palabra, a través de la Ley de Servicios de Medios Audiovisuales, fue una distribución construida colectivamente con coraje, con valentía, con el acompañamiento de grandes sectores de nuestra sociedad y también de otras fuerzas de este Parlamento que no son oficialistas y a las cuales agradezco que hayan acompañado este instrumento formidable que permite distribuir la palabra y dar pluralidad a las voces para que no sean las voces monocordes.ˮ
Se permitió la humorada cuando Julián Dominguez hizo sonar la chicharra del Congreso por error y exclamó: “Julián, qué cosaˮ¦! ¡Cobos no hacía esas cosas; Dios míoˮ¦!ˮ ¡Qué lindo es verla sonreír! ¡Qué bueno es ver que la historia pone a cada uno en su lugar! Cambio de época.
¡Un Gobierno Popular!
Estamos en una nueva Argentina dijo Cristina, pero para eso “hizo falta gestión, administración y una clara definición de privilegiar a los intereses de nuestro Pueblo por sobre todo cualquier otro interésˮ destacó.
Lo sabemos, Ella es la Presidenta Coraje, y cómo a í‰l se nos caen lágrimas de emoción cuando la escuchamos ¿Cómo no sentirse orgullosos de saber que ella está allí para cuidar los intereses del Pueblo? Levantó la vista y con la voz firme dio cuenta de que a pocos días de ganadas las elecciones por más del 54% de los votos este Gobierno debió: “soportar cinco corridas cambiarias que las corporaciones hicieron creyendo que este Gobierno iba a ceder. Que se den por notificados: yo no soy la Presidenta de las corporacionesˮ¦soy la Presidenta de los 40 millones de argentinos.ˮ
El calor del recinto y de la Plaza se hacía sentir. Los cantos y la mística se trasladaban al recinto. Cristina dijo: “les recomiendo a todos, propios, extraños, recomiendo, no ordeno ni aconsejo ni nada, recomiendo: no se guíen por la letra de molde; guíense por la mirada de la gente, por las necesidades de la gente, vayan viendoˮ¦Porque realmente hay otra Argentina.ˮ
Hay otra Argentina, la real, la que celebró la reasunción de la Presidenta Coraje , la que se emocionó con sus palabras, la que comprendió que estamos en la etapa de la “sintonía finaˮ donde hay “derecho de huelga, no de chantaje ni de extorsión.ˮ
Una nueva Argentina, la de los jóvenes, la de los trabajadores, la de los estudiantes, las amas de casa, los jubilados, la de los millones de compatriotas que han recuperado la dignidad y los sueños gracias a í‰l y a Ella, y a todos los que ese mediodía, en el cumpleaños de la Democracia sintieron que Cristina dignificaˮ¦y que saben que es tiempo, es ahora cuando nos toca liberar definitivamente a La Patriaˮ¦sino, que í‰l y Ella nos lo demanden.