Fontevecchia: de Golpista a demócrata

Por Gabriel Martin
Publicado digitalmente: 24 de enero de 2007

El progolpista y ahora “demócrataˮ, Jorge Fontevecchia, director del pasquí­n lobbysta Perfil, supera cada dí­a más la capacidad de sorpresa, inclusive cuando uno ya pensaba haberlo visto todo de este personaje que naciera como editor de una revista golpista, apoyando a hombres como Videla, Massera, Bussi, y criminales de esa calaña.

Ya no hace falta que nosotros, Investigaciones Rodolfo Wlash, seamos los paranoicos que vemos en Fontevecchia a un ser detestable, para ser suave y respetuoso.

Entre bomberos no se pisan la manguera y entre periodistas, menos. Pero, cada tanto aparece el fuego cruzado. Ahora Lanata critica a Vertbitsky por ser asesor del Gobierno pero al mismo tiempo el bien llamado “Perroˮ, junto al CELS, defiende a Perfil SA contra la supuesta extorsión por la pauta publicitaria oficial (lo que ya dice que si recibiera dinero del gobierno, cambiara su eje, para variar, y no criticarí­a) ante la OEA. Lanata y Verbitsky eran compañeros de Página/12 y del lobbysta programa de televisión Dí­a D. Sus caminos se separaron, salvo su pasión por la teorí­a de los Dos Demonios, que los junta, siempre.

Fontevecchia es un alto predicador de la libertad de prensa en esos cí­rculos de think thanks estadounidenses que no hacen más que lanzar pronósticos equivocados sobre el desarrollo internacional. Pero bueno, al fin apareció una respuesta, que Investigaciones Rodolfo Walsh señaló en decenas de ocasiones en la más sórdida soledad: Fontevecchia, que dice haber sido perseguido por la Dictadura, fue cómplice de los genocidas que asaltaron el poder el 24 de marzo de 1976.

Como no vendemos, recomendamos comprar la revista 7 Dí­as del 12/01/07. Sale $3.50, no es tanto, y tiene una foto espectacular de las curvas de Julieta Prandi. Todo por el mismo precio.

Allí­ se puede encontrar mucho de lo que ya dijimos, y haremos un repaso, para que vea lo conveniente de leer el artí­culo de la revista 7 Dí­as:

 “Por favor, no nos venga a hablar de camps de concertación, de matanzas clandestinas o de terror nocturno (ˮ¦) Esta es una fecha clave para defender al Procesoˮ. Firma: Jorge Fontevecchia en la editorial de la revista La Semana, madre de Noticias, en la editorial de mayo de 1978, ante la inminencia del mundial y para contragolpear lo que llamaban entonces, la “campaña antiargentinaˮ montada por organismos polí­ticos y sociales denunciando a la represión.

 “Carta abierta a un turista europeoˮ, es el tí­tulo de la editorial de Fontevecchia. ¿Le suena a algo? Sí­, no se equivoca, un año antes, se escribió la “Carta Abierta de un periodista a la Junta Militarˮ, pero la firmaba Rodolfo Walsh, horas antes de ser desaparecido. Pero claro, uno apoyaba a Massera, Walsh lo combatí­a.

 La primera edición de La Semana, tiene el mismo formato cholulo de noticias y muestra la foto de una mujer con el tí­tulo “Esta es la novia de Vilasˮ. Debajo, puede verse un recuadro bien marcado, “Con Videla en Boliviaˮ, donde en el mismo helicóptero está el enviado de La Semana, tres décadas antes que Fontevecchia fundara el slogan “Periodismo Puroˮ.

 Fontevecchia jamás denunció a la represión, pero ahora denuncia al gobierno de Kirchner de “autoritarioˮ, y su vocero estrella, Jorge Lanata llegó a comparar al actual gobierno con una dictadura.

 Fontevecchia procura sacar chapa de perseguido por la Dictadura cuando fue detenido el 24 de marzo de 1983, cuando ya estaba pactado el llamado a elecciones. Lo persiguieron tanto, lo secuestraron de tal modo, que en apenas seis dí­as le dieron un ducto hacia New York. Pobre, lo detuvo la dictadura de Bignone, y volvió siendo portada de su propia revistra, reciénˮ¦.durante la dictadura de Bignone. ¿Habrá ingresado al paí­s como miliciano para lanzar una contraofensiva contra la Dictadura?

 “El dí­a que quisieron asesinar a Videlaˮ, tituló La Semana el 18 de febrero ante el intento de Montoneros de acabar con el Dictador, por el que hoy, toda la tilinguerí­a pide la cabeza cuando entonces aprovechaba el “deme dosˮ.

 La Semana acompañó a Videla a cuanto paí­s visitó, cubriendo la “agenda polí­ticaˮ del responsable del máximo genocidio conocido en la Argentina.

 Obvio, no iba a dejar de lado a Emilio Massera, a quien también acompañaban en sus viajes. Inclusive en un número dedicado a la muerte de Perón, se destaca en la portada “Reportaje a Massera en Madrid. Luego, cuando el marino cayera en “desgraciaˮ, pasó a ser vocero de Viola, para luego ser el pasquí­n más acérrimo del “estamos ganandoˮ durante la guerra de Malvinas, en apoyo a Galtieri. Fontevecchia no se perdí­a ni uno. Le tiraban un adoquí­n, y lo cabeceaba sin problemas de palomita.

 “Sólo continúa prófugo Firmenichˮ, escribió Fontevecchia haciendo un balance positivo del accionar de la Dictadura que ya habí­a exterminado a la cúpula del PRT-ERP.

 Fontevecchia también calificó de “eficienteˮ al genocida Bussi, por su accionar en el “Operativo Independenciaˮ, realizado en Tucumán. El artí­culo comenzaba con el dibujo de un soldado y con el tí­tulo: “El Operativo Independencia: La Tumba Guerrilleraˮ.

 Fontevecchia no sólo defendí­a a la Dictadura. Atacaba a quienes no adherí­an completamente a ella. Hoy, según Noticias, el ex presidente estadounidense James Carter, es un ejemplo de estadista, de pureza anticorrupción y garantí­a de que cualquier proceso electoral que lo tenga como veedor, sea limpio. Pero, ¿qué pasó con aquel tí­tulo “Carter, y el pecado de la intromisiónˮ, por el pedido de explicaciones a la Dictadura sobre las denuncias internacionales sobre la sistemática violación a los Derechos Humanos. AAAhhh, entonces Fontevecchia era “derecho y humanoˮ.

 Bueno, por una vez Fontevecchia se mostró antiimperialista porque denunciaba a la embajada de Estados Unidos en Argentina, cuando su embajador remití­a cables a Washington detallando desapariciones. E increí­blemente, denunció a Zbigniew Brezezinski como “Enemigo Público Nº1 de América Latinaˮ. Esto porque aconsejaba a Carter como mejorar la imagen deteriorada de la investidura presidencial estadounidense luego del escándalo de Nixon. Brezezinski, para el que no sepa su prontuario, no puede ser comparado con el maquiavelismo de Kissinger, ni el salvajismo de Bush Jr. Brezezinski fue el cerebro más brutal de la polí­tica exterior de los Estados Unidos.

Esto que venimos reflejando desde hace tiempo desde IRW, la revista 7 Dí­as lo acaba de publicar en un buen artí­culo, que lamentablemente no fue más largo, pero es entendible: para poner todos los trapos sucios de Fontevecchia, deberí­an editar un libro de compra opcional.

Tal vez ahora Lanata, empleado de Fontevecchia y defensor de Perfil SA ante las protestas de los trabajadores de esa editorial, diga que la historia de los desaparecidos es un mito, y se saque una foto con Cecilia Pando.

Entonces, al defensor del periodismo puro e independiente, que curiosamente se queja que el Gobierno no le da dinero, nos vuelve a sorprender en la edición del 14 de enero de 2007 del diario Perfil.

Para llamar la atención de potenciales anunciantes, la página 9 es una foto a toda página de Osama Bin Laden, y abajo dice: Mezcle negocios con placer. Haga crecer las ventas de su empresa y evite que este personaje vuelva a aparecer en este aviso: publicite su producto en este espacio. 4341-9464 . Y no acaba allí­, en la página 11 aparece otra página completa con Bush vestido de militar, también con el mismo llamamiento a publicitar en el diario.

No conforme con esto, Fontevecchia hace alarde de esta campaña, en la contratapa, con una nota titulada “La Publicidadˮ. Y explica el impacto de la campaña publicitaria para llamar a auspiciar en los medios, en medio de un año electoral. Fontevecchia trabajó esta idea con la agencia de publicidad Leo Bunett, que se encuentra entre las cinco más grandes del mundo y que Fontevecchia puede pagar en vez de depositar los haberes que adeuda a sus empleados.

Lo interesante son los personajes elegidos. En el último domingo, fueron Bin Laden y Bush los personajes elegidos. Uno, entrenado por la CIA, el otro, hijo de un director de la CIA. Una semana antes, fueron otros los dos personajes: Alderete y Cavallieri, uno sindicalista menemista (con lo que e$$o implica), el otro también. Y hace dos semanas, equipararon a dos personajes de los ˮ™70: el torturador y genocida Alfredo Astiz, y al jefe montonero Mario Eduardo Firmenich. ¿Son lo mismo?

Ya sabemos la teorí­a de los dos demonios que defienden el ex montonero Verbitsky ˮ“defensor de Perfil SA y ex empleado de Lanata-, Nelson Castro ˮ“ex denunciante de Fontevecchia y hoy Ombudsman de Perfil SA-, Jorge Lanata ˮ“ex periodista progre que fundó Página/12 con un millón de dólares que le consiguiera el ex jefe del ERP, Enrique Gorriarán Merlo-, y obviamente Fontevecchia.

No vale defensa alguna a Firmenich. El hombre es grande y tiene sus abogados. Pero la historia reflejada por La Semana, da cuenta de que la foto de éste junto a Astiz es una barbaridad que sólo al advenedizo Fontevecchia se le puede ocurrir: en esa revista habló de la gravedad del atentado contra Videla.

Diferencia 1: Montoneros intentó derribar al avión que llevaba a Videla, y a varios integrantes de la Dictadura, como Martí­nez de Hoz. Astiz trabajaba y asesinaba para ellos.

Diferencia 2: En cualquier libro sobre Montoneros, cualquiera, no hace falta elegir alguno en particular, se puede ver que los autores reiteran una y otra vez que Firmenich era “nacionalistaˮ y provení­a de Acción Católica, y todos dudan si realmente era peronista o no. Astiz de nacionalista tuvo poco y nada. A lo sumo tuvo todo de nazi.

Diferencia 3: Firmenich se gana la vida como profesor universitario en Barcelona. Astiz es mantenido por la caja negra de los marinos retirados que lo siguen protegiendo.

Similitud: bueno, la figura de ambos está incinerada en cierto modo. Pero aquí­ también hay una diferencia. Firmenich aún puede ingresar al paí­s y caminar por Buenos Aires, y viajar por el mundo. Astiz fue cagado a palos en reiteradas ocasiones cuando percibieron su presencia, y donde pise suelo extranjero, será encarcelado por INTERPOL, detenido y encarcelado porque ya tiene acumuladas sentencias varias en Italia, Francia y Suecia.

Así­ y todo, es hasta una aberración comparar la perversa corrupción de Alderete, con el manto de destrucción que lleva Bush por el mundo gracias al hijo de los socios de su padre (la familia Bin Laden), o la apologí­a de la tortura y la desaparición que representa Astiz. Lo curioso es que, pese a varias autocrí­ticas de Montoneros, o en el caso puntual, del propio Firmenich ante otro golpista, Mariano Grondona, los Fontevecchia, Nelson Castro y Lanata siguen pidiendo que Montoneros haga una autocrí­tica. Algo que no le piden a Astiz, ni le pidieron jamás a Massera.

¿Fontevecchia, seguirá mandando a entrevistar al agente de la CIA, Douglas Tompkins, o lo pondrá en alguna de las fotos de esta inaudita campaña publicitaria?

En marzo, ¿será recordado Rodolfo Walsh, autor de la Carta Abierta a la Junta Militar, por Fontevecchia, autor de Carta abierta a un turista europeo?

Gabriel Martin
Periodista
Buenos Aires, 16 de enero de 2007.