Por La Cámpora Tucumán
Tucumán es de la primeras provincias en movilizarse masivamente contra las compañías energéticas a quienes las acusan no sólo de mantener complicidad con el Gobierno Nacional, sino que también gran parte del descontento se debe a la relación importes pagados/calidad del servicio. Durante el verano se registraron numerosos cortes de luz en hogares, constante baja en la tensión del suministro y cortes programados “para mejorar el servicioˮ que nunca mejoró.
En los municipios de Monteros, Alberdi, Famaillá, Bella Vista, Concepción, Tafí Viejo, Banda del Río Salí, Los Ralos y San miguel de Tucuman, se produjeron las protestas con gran concurrencia de usuarios hartos de la situación.
En Monteros y Alberdi se vivieron momentos de violencia cuando prendieron neumáticos en las entradas de las oficinas de la empresa, además de empujones y tumultos.
La inacción de muchos funcionarios municipales y provinciales, tanto ejecutivo como legislativos, también despertó enojo de los manifestantes quienes se hicieron eco de declaraciones de usuarios que no tienen ninguna forma de afrontar el costo del servicio. Por ejemplo, una ama de casa se pregunta porqué tiene que elegir entre comer y pagar la luz, mientras un trabajador reconoce que cobra sólo diez mil pesos y debe pagar una boleta de 9 mil pesos y una desempleada cuenta que adeuda doce mil pesos que refinanció para que después le llegara una boleta de 5 mil. En todos los casos, una boleta impagable que llena de impotencia a los manifestantes.
Otro caso desalentador que ha sido motivo de las movilizaciones, es que cada vez más tucumanos recurres a créditos para poder evitar el corte momentáneamente. Un dato alarmante de esta situación es que ya son miles los créditos solicitados a la ANSES y al Banco Nación por jubilados, que se suman a créditos que sacan los trabajadores y desempleados en las financieras. La empresa encargada del servicio de energía también a dispuesto plazos de pago especiales con tarjeta de crédito como una “soluciónˮ, lo que ha generado que se dispare la utilización de las tarjetas de crédito para pagar la luz o el gas, algo que nunca sucedió en la provincia.
Además el reciente aumento del boleto de colectivos, el aumento de la bajada de bandera y ficha de los taxis, las facturas también impagables del gas, el creciente desempleo, el aumento del trabajo en negro, la inflación que principalmente impacta en los precios de los alimentos y remedios, crearon una crisis económica que hoy empieza a manifestarse en la sociedad mediante una mezcla de enojo y hartazgo. De no tomar medidas con urgencia puede culminar en un estallido social aún más generalizado.
Mientras esta nota se escribe, transitamos el cuarto día de protestas con cortes impidiendo la salida y entrada de los vehículos de la empresa en varios municipios y comunas de la provincia.
Es necesario detener los cortes del servicio hasta la implementación de una política pública que solucione este problema que apenas comenzó a mostrar su dimensión.