En los últimos meses, Coca-Cola FEMSA ya había dispuesto retiros voluntario, despidos y el adelanto de vacaciones para parte de su personal. En el día de la fecha, presentaron este recurso, a 24 horas de conocerse la caída de la actividad industrial de diciembre en un 10,7% frente al mismo mes de 2017; acumulándose un retroceso del 3,4% para el 2018.
Desde la empresa se indicó que “Coca-Cola FEMSA Argentina está atravesando una etapa compleja debido a la desaceleración del consumo, lo que la ha colocado en la necesidad de readecuar su estructura de trabajo. En ese contexto, la compañía presentó un procedimiento preventivo de crisis para su planta del barrio de Nueva Pompeya, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dicho procedimiento seguirá el curso que establecen las normas aplicables”. De este modo, sostuvieron que en los primeros 9 meses de 2018 la producción se redujo un 9,8% en comparación con el mismo período del año anterior.
La firma asegura que necesita realizar al menos 80 despidos, poniéndose en riesgo los puestos de trabajo de los 600 operarios y operarias que tiene esa planta y generando incertidumbre en las más de 3 mil familias que en nuestro país se alimentan con esta multinacional de bebidas líder en el mercado internacional.
El procedimiento presentado permite a grandes firmas a realizar suspensiones y despidos masivos con reducción de las indemnizaciones; en lo que debe entenderse como la violación a los derechos de las trabajadoras y trabajadores. Una reforma laboral de hecho.
En los próximos días, se realizará un nuevo encuentro entre el Gobierno, la empresa y el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Industria de Aguas Gaseosas y Afines, en representación de los empleados y empleadas, para analizar las alternativas existentes y evaluar el camino a seguir. Desde el gremio aseguran que defenderán cada puesto de trabajo dado que así como no participaron de las ganancias de la empresa, tampoco tienen que afrontar los momentos de crisis; siendo Coca Cola la compañía de bebidas más grande del mundo.
Del mismo modo, la Federación de Camioneros emitió un comunicado en el que se declara el estado y movilización de la Rama Aguas y Gaseosas a raíz de este conflicto, donde denuncia que la empresa presentó un “estado preventivo de crisis falsoˮ, y remarca: “El sindicato de camioneros ya venía reclamando insistentemente en contra del trabajo informal en negro, lo que generaba la disminución de 650 puestos laborales para compañeros de nuestro gremioˮ.
En un contexto de crisis, es fundamental valorar el esfuerzo que hacen algunas Pymes para sostener el empleo, a pesar de la caída constante de la actividad industrial. Lo mismo se esperaría de aquellas empresas que durante años han lucrado alrededor del mundo, acumulando ganancias millonarias. Resulta impensada esta situación cuando a poco más de un mes de asumir, el presidente Mauricio Macri recibió el CEO de Coca Cola, el cual prometió una inversión de US$ 1.000 millones para nuestro país. Pasaron cosas.