Por lo menos dos esquinas céntricas de cada una de las quince comunas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (y también en el conurbano) fueron este viernes 1 de febrero colmadas por cientos de vecinos y vecinas para manifestar su rechazo y hastío en contra de los tarifazos en los servicios públicos que Cambiemos viene aplicando de modo sistemático desde que se hizo cargo del poder público.
Las razones de la protesta masiva tienen que ver con la dolarización de las tarifas, que en muchos casos son imposibles de pagar, pero también por el agobio que genera el programa económico, que incluye una inflación descontrolada, desocupación, deuda y la caída del consumo. Hoy mismo, se produjo un nuevo aumento de la luz, en un 26 por ciento, y a lo largo de febrero habrá nuevos aumentos en el transporte público, las prepagas y también la garrafa de gas, un bien imprescindible para los sectores más humildes de la población.
En el humor social también incidió los cortes de suministro de energía eléctrica que en la última semana perjudicaron a miles de vecinos y vecinas, que para colmo no recibieron ninguna respuesta de parte de las empresas proveedoras del servicio.
La impotencia de los vecinos y vecinas, desamparados ante un Estado que no solo se corrió sino que está jugando de modo abierto para los intereses del Gobierno, se expresó en las consignas callejeras, el ruido, los cortes de calle y el acompañamiento de miles de automovilistas que hicieron sonar sus bocinas.
Los Ruidazos vienen siendo convocados por medio de las redes sociales, a partir de la convocatoria que realizan distintas asociaciones vecinales, comunitarias y sociales.