El día viernes, 195 trabajadores recibieron su telegrama de despido. Muchos de ellos estaban de vacaciones, motivo por el cual definieron suspenderlas para así dar inicio al acampe en la puerta de las instalaciones del conurbano bonaerense, desde donde exigen su reincorporación. Como fruto del reclamo, el día lunes se realizó una audiencia junto al Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, el cual dictó la conciliación obligatoria por 15 días hábiles. En el mismo texto, el gobierno de María Eugenia Vidal impide el reingreso de los operarios a la planta; actualmente ocupada por la policía de la provincia de Buenos Aires.
En un comunicado, el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera de Capital Federal y Gran Buenos Aires denuncia un vaciamiento de la planta, a pesar de que la empresa china tiene ganancias muy importantes en nuestro país e indica que esta conciliación solamente retrotrae los despidos por el tiempo que dura la misma, pero no garantiza ninguna solución para los 195 trabajadores que quedaron en la calle.
“El Estado de la Provincia de Buenos Aires, como así el Estado Nacional, deben intervenir eficazmente ante el atropello de una empresa extranjera y deben garantizar el derecho al trabajo y el sustento de las 200 familias que hoy quedan sin proyecto de vidaˮ, reclamaron.
“Fuimos convocados a una reunión en el ministerio de trabajo donde nos dictaron la conciliación obligatoria. Lamentablemente el Ministerio de Trabajo favoreció a un solo sector que es el empresarial”, indicó desde el lugar a la prensa Daniel Díaz, Secretario Adjunto del Sindicato de Aceiteros y empleado de Cofco al tiempo que demandó al ejecutivo provincial y nacional: “Necesitamos que tomen cartas en el asunto”.
Héctor Ramirez, Secretario Gremial, denunció la ocupación de la fábrica por parte de las fuerzas de seguridad locales al indicar que “La planta la maneja la policía de la provincia con orden de Cofco y de la provincia. A María Eugenia Vidal no le interesa y no hace nada”. Para culminar alertó sobre los daños a nivel ambiental que pueden ocasionarse de efectivizarse el cierre: “Tenemos el mantenimiento de afluentes que en cualquier momento puede rebalsar y contaminar todo el barrio y nadie hace nada”.
Cabe destacar que aunque el consumo interno y la actividad de la industria alimenticia están en baja, el precio de los aceites ascendió muy por encima de la inflación media a partir de la liberación del mercado que aplicó el gobierno nacional; motivo por el cual se puede inferir que la empresa no estaría dando pérdidas como pretende argumental la patronal sin presentar ningún balance respaldatorio.
En el lugar, se hicieron presentes y acompañaron la medida de fuerza el diputado provincial Miguel Funes, los concejales de Unidad Ciudadana Leandro Decuzzi, Jorge Garcia y Hector Montero, junto a representantes del Sindicato de Camioneros y de la CTA de los Trabajadores; entre otros.
“Acompañamos a las/os trabajadores aceiteros de la empresa Cofco ante el cierre de la planta. Son 195 puestos de trabajo que se suman a este industricidio del que Macri y Vidal son responsables. Dictan una conciliación con las/os trabajadores fuera de la planta; terribleˮ, remarcó Miguel Funes desde la fábrica.
Los gobiernos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, deben hacerse cargo de los efectos que genera en la clase trabajadora la aplicación de un modelo económico que destruye la industria nacional. No pueden ni deben ser indiferentes al sufrimiento y la incertidumbre de miles de familias que no saben cómo llevar el pan a su mesa.
