Desde que asumió Mauricio Macri, el gobierno lleva adelante un proceso de vaciamiento y recorte en políticas públicas destinadas a la promoción y garantía de los Derechos Humanos. El día de ayer el EAAF denunció mediante un comunicado que a diez días de finalizar el año, no han recibido aún los pagos acordados para cubrir los gastos operativos del 2018 y agregan que “algunos funcionarios aseguraron que sólo podrán transferir la mitad del monto acordadoˮ. Su modo de financiamiento es en parte gracias a un “Convenio de Cooperación y Asistencia Financiera” con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, cartera a cargo de Germán Garavano, a través de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, con Claudio Avruj a la cabeza.
El EAAF se desempeña en Argentina desde hace 35 años y ha logrado, entre otros logros, el hallazgo de fosas clandestinas y el reconocimiento de más de 400 personas detenidas desaparecidas durante la dictadura cívico militar; motivo por el cual cuentan con reconocimiento internacional. Asimismo, la organización no gubernamental brinda capacitación en ciencias forenses a personal judicial y de fuerzas de seguridad.
Organismos de Derechos Humanos y ex combatientes de Malvinas hicieron público su repudio y preocupación dado que esta situación pone en peligro no sólo las tareas a realizarse a futuro, sino también las que se desarrollan en la actualidad, con la consecuente revictimización para familiares que están en el proceso de búsqueda, identificación y recuperación de sus seres queridos.
En este sentido, el diputado nacional Horacio Pietragalla Corti remarcó: “Gracias al Equipo Argentino de Antropología Forense yo pude encontrar los restos de mi mamá y mi papá. Hay miles de familias que sueñan con enterrar a sus seres queridos. Este proyecto neoliberal sigue demostrando que es incompatible con las políticas de Memoria Verdad y Justiciaˮ.
Dejar sin fondos al Equipo Argentino de Antropología Forense, generará que el Estado incumpla con su obligación de esclarecer los delitos cometidos durante la dictadura cívico militar, coherente con la mirada negacionista que se promueve desde la Casa Rosada.