Universidad

La Nación, una vez más, sentando las bases del paí­s que necesita el macrismo

Por Victoria Vergara y Julia Ben Ishai*

Lo de la muerte de las ideologí­as es una gran mentira del capitalismo, de esta ideologí­a imperialista que trata de convencernos de que no discutamos más ideas y nos insertemos acrí­ticamente en el consumo. Los sectores populares y progresistas tenemos un debate pendiente y una autocrí­tica que hacernos. Debemos encontrar las nuevas formas y realizar el proceso de actualización que hizo nuestro enemigo para dominarnosˮ Germán Abadala.

Bajo el tí­tulo Educar a la generación de los discutidoresˮ Gustavo F. Iaies, ha redactado una nota similar a la que nos tiene acostumbradex este medio de comunicación, poniendo el eje en la estigmatización de lxs más jóvenes y en particular de lxs estudiantes.

La nota busca cuestionar la prerrogativa “discutidoraˮ de lxs más jóvenes, teorizando sobre la dificultad de esta caracterí­stica para la vida en común. Lo llamativo es que se basa en una investigación realizada a 542 estudiantes de 4 escuelas, de la que el autor concluye que “hemos criado una generación de discutidores”.

Queremos dejar tranquilo a este columnista y cualquier otrx que escriba en ese medio de comunicación, usina de pensamiento de la derecha argentina. Ningunx de ellxs es responsable de haber criado ninguna generación cuestionadora, por el contrario, siempre se han ocupado de estigmatizarla.

Lxs jóvenes que tenemos menos de 35 años nos hemos criado en un paí­s donde vimos un Presidente cuestionar y plantarse con el no al ALCA, desendeudar al paí­s, votar por el matrimonio igualitario, correr el velo de quienes están detrás de la famosa oligarquí­a argentina de ese 1% de la población que concentra la riqueza, así­ como también de los medios de comunicación hegemónicos; tuvimos el orgullo de ver una mujer presidenta que conquistó derechos para les históricamente olvidades; vimos que un hombre y una mujer comunes, militantes polí­ticos, pudieron transformar sueños en medidas concretas por un paí­s más igualitario y más justo.

Por todo ello, Gustavo, no te sientas responsable de esta generación porque no te acercas ni un ápice en relación a esta generación que viene por todo.

Nos preguntamos ¿Qué será lo que La Nación no quiere que discutamos lxs jóvenes?

¿Acaso temerán que discutamos el presupuesto educativo, donde por cada peso que se destina a la educación pública se duplica la cantidad destinada al pago de la deuda externa producto de la fuga de capitales que beneficia al sector empresario y agro exportador?

¿Acaso tienen recelo de que las mujeres cuestionemos el modelo patriarcal que nos impone tareas y patrones sobre nuestros cuerpos y deseos?

Históricamente el silencio de los pueblos fue sinónimo de avasallamiento de derechos. La dictadura cí­vico militar argentina instaló aquello de que “el silencio es saludˮ. La discusión tiene mala prensa entre el paradigma posmoderno donde se cree que los trabajadores son colaboradores y que el “buen clima de trabajoˮ se logra con cápsulas de café importado y no con el acatamiento de los derechos laborales por parte de los empresarios.

Lxs jóvenes silenciados son el ejército de reserva que necesita la derecha para esclavizarnos mediante la deuda externa, la privatización de la educación y la salud pública y las nuevas formas de precarización laboral. Esos son los problemas que nos preocupan a lxs jóvenes.

Convocamos a todxs nuestrxs compañerxs de estudio a debatir y denunciar cualquier proyecto del Gobierno que pretenda que los claustros estudiantiles no sean más ámbitos de debate y discusiones de ideas libremente, todo ello, en virtud, de que tratan de imponer que ningún estudiante y docente pueda establecer principios de discusión que cuestionen el orden establecido y la justicia como fundamento de una sociedad democrática. Nos alarma, nos preocupa y por eso exigimos a las autoridades y a los representantes del pueblo diputadxs y senadorxs que visibilicen esta maniobra que los medios de comunicación difunden para que la población la acepte y naturalice.

Nosotrxs reafirmamos que lo que se busca, es imponer un pensamiento único: el de las clases dominantes, sectores del neoliberalismo que no quieren ser cuestionados. La persecución ideológica sobre las ideas que cuestionan trabaja en crear un clima de odio. Este fenómeno pudimos observarlo el domingo ante las elecciones de lxs hermanxs brasileños así­ como en otros paí­ses de Latinoamérica en donde comienza a darse un giro hacia pensamientos rí­gidos y opresores del pensamiento libre que debe tener todo ciudadano en una sociedad democrática.

De cara a las elecciones del 2019, donde un nuevo proyecto polí­tico puede asumir la presidencia de este nuestro paí­s modificando el rumbo de hambre y fuga con el que el macrismo nos azota hace 3 años, lxs jóvenes discutiremos y apostaremos a proyectos polí­ticos en donde seamos convocadxs a pensar soluciones frente a las problemáticas y desafí­os que plantea el nuevo panorama regional.

*Militantes de La Cámpora Universidad.

Portada
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Ambiente
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