Sociedad

El aborto será legal con un gobierno popular y feminista

La Cámara de Senadores dio la espalda al reclamo de una sociedad que pide a gritos poner fin a los abortos clandestinos e inseguros. Con 38 votos en contra, 31 a favor y 2 abstenciones, el proyecto de ley que contaba con media sanción de la Cámara Baja deberá esperar un año para volver a ser debatido.

La marea verde y feminista ocupó calles, barrios, escuelas, unidades básicas, centros de salud y cuanta institución se animara a abrir las puertas a una problemática urgente. El aborto existe, es un tema de salud pública y de justicia social; y pudimos ponerlo en agenda durante los 5 meses que duró el debate parlamentario.

¿Qué nos dejó esta discusión?

Nos organizamos plural y transversalmente. Nos fortalecimos y nos hermanamos. Fuimos pacientes pero perseverantes. No perdimos jamás las convicciones pero tampoco la alegrí­a. Fue tan poderoso el movimiento, que creí­mos por un momento que podí­amos arrebatarle al neoliberalismo rancio y conservador que nos gobierna, un derecho para las mayorí­as populares. Pensamos que serí­a posible una conquista en tiempos de recortes, de ajuste, de opresión y represión. Soñamos con una patria un poco más justa e igualitaria. Y no dejaremos de soñar ni de pelear por ello.

Escuchamos argumentos sanitarios, supimos de estadí­sticas tanto de nuestra patria como de paí­ses que legalizaron las interrupciones de los embarazos a la par que visibilizamos las desigualdades de nuestro suelo. Fortalecimos la red de mujeres que acompañan a quienes se encuentran en situación de interrumpir un embarazo. Nuestra organización polí­tica se pintó de verde en cada movilización y nuestros representantes en ambas cámaras nos llenaron de orgullo. Exigimos la libertad de la mujer al goce de su sexualidad separada de su deseo (o no) de maternar, reflexionamos sobre esa soberaní­a de los cuerpos. Hoy nada es igual que hace 5 meses.  

¿Cómo seguimos?

Cristina dijo ayer que nuestro movimiento debe incorporar al feminismo y sus demandas, con una perspectiva clara en la variable económica que nos atraviesa. Será entonces nuestra obligación tomar el reclamo de un pueblo movilizado contra los abortos clandestinos y poder, por un lado, difundir los causales vigentes hoy para practicarse un aborto legal, seguro y gratuito. La definición de salud que contempla el protocolo nacional para las interrupciones legales del embarazo (los abortos no punibles contemplados desde 1921 en nuestro Código Penal y confirmados en el Fallo FAL de la Corte Suprema), redactado y aprobado bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner; contempla no sólo los casos de violación sino también el riesgo en la salud y la vida de  la mujer. Y acá hay un punto central. La salud es integral, es bio, psico, social. No todas las provincias adhirieron al protocolo nacional o redactaron uno propio. Debemos entonces, también, trabajar por la adhesión al protocolo nacional de cada provincia. En la misma lí­nea, es importante fortalecer y visibilizar la red de profesionales de la salud que hoy, bajo el marco jurí­dico vigente, practican interrupciones legales en centros de salud públicos. No será suficiente, pero será un avance. Sabemos no se terminará con las muertes por abortos clandestinos e inseguros porque el gobierno dejó muy claro que no quiere que así­ sea. Es importante nombrar a cada ví­ctima de esta práctica e intentar que no se pierdan en las sombras cuáles eran sus historias de vida que el patriarcado les arrancó. A su vez, debemos exigir  la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral en cada institución y seguir de cerca el presupuesto y funcionamiento del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, hijo también de una ley nacional.

Cristina además agregó: “No quiero ocupar el lugar de que cuando los jóvenes se acuerden de mí­, se acuerden de la manera que muchas veces se refieren a esos que nunca entienden lo que pasaˮ, al referirse a quienes la hicieron cambiar su posición sobre la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, sobre las que indicó que fueron “las miles de chicas que se volcaron a la calle: verlas abordar la cuestión feminista, verlas criticar y también describir la realidad de una sociedad patriarcalˮ.

Por las pibas, herederas de tantas luchas, hijas de la década ganada: el aborto será legal, seguro y gratuito. Y podrá serlo cuando vuelva al gobierno un proyecto nacional, popular, democrático y feminista. No nos quedan dudas, militaremos de sol a sol para que así­ sea.

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