Como mujeres militantes sabemos que su asesinato es parte de un programa político que solo tiene para el pueblo terror, muerte y pobreza. Por ello, denunciamos hoy a Temer, usurpador del Gobierno Federal de nuestra hermana República del Brasil, por incitar a la violencia política que hoy se cobró la vida de nuestra compañera Mariella.
Denunciamos al Presidente Macri, que todavía tiene presa por motivos políticos a Milagro Sala. Y, sobre todo, denunciamos a las corporaciones económicas que utilizan a éstos hombres cobardes para disciplinar las voces disidentes que apostamos a un Estado fuerte que ponga limite a las ambiciones desmedidas de los dueños del capital.
En memoria de Marielle y por el compromiso con las mujeres del pueblo, sólo nos queda multiplicar hasta el infinito los esfuerzos en la construcción política para que la organización de los pueblos pueda reconstruir un Estado que tenga la Justicia Social como norte.