Fue la primera manifestación convocada por la familia y los organismos de derechos humanos luego de la aparición sin vida de Santiago en circunstancias plagadas de sospechas. La convocatoria se dio en un marco donde representantes del Gobierno y voceros de la prensa oficial pretenden dar por cerrado el caso haciendo gala de omisiones, manipulaciones y ataques a la familia, a pesar de que aún está abierta la investigación judicial y se siguen desarrollando análisis y medidas para saber qué ocurrió con Santiago.
Con la única certeza de que Santiago murió luego de escapar de una ilegal represión de Gendarmería cuidadosamente encubierta por el Poder Ejecutivo, el separado juez Otranto y algunos medios de comunicación, alrededor de ciento veinte mil personas se reunieron en Plaza de Mayo. También hubo manifestaciones en Ushuaia, Río Gallegos, Rosario, Mar del Plata, Salta y Mendoza entre otras ciudades.
El acto en Capital Federal tuvo como único orador a Sergio Maldonado, hermano de Santiago. En un acto de suma mesura y dignidad, la misma que no tuvieron los miembros del Gabinete Nacional, expresó que “no cuenten conmigo para sembrar odio y división en la sociedad, sólo quiero saber la verdad y quiero justiciaˮ. Reiteró que “no vamos a descansarˮ hasta saber qué ocurrió con su hermano.
Hizo énfasis en la responsabilidad del Estado al subrayar que “parte de la sociedad, incluyendo medios de comunicación, que quieren cerrar el caso de Santiago olvidándose de todo lo que pasó en estos meses, del marco donde ocurrieron los hechos y de que hubo una fuerza del Estado, en este caso Gendarmería, tiene que dar cuenta de su accionarˮ.
La familia de Santiago volvió a contar con el respaldo de una inmensa multitud y de los organismos de derechos humanos.
La marcha se desarrolló en un clima de absoluto respeto y paz, y cuando intentaron colarse los infiltrados de los servicios de seguridad que ya son moneda corriente, la pacífica multitud les impidió el acceso para que no generaran desmanes que habilitaran una represión desmedida como ocurrió el primero de septiembre.
Luego del clamor generalizado que gritó “Santiago Maldonado presente, ahora y siempreˮ, finalizó el acto. Lo que no va a finalizar es la búsqueda de verdad y justicia, aunque algunos así lo quisieran.
