Economí­a

EL MERCADO INTERNO AGONIZA

Luego de un año donde el consumo se retrajo considerablemente por la caí­da del poder adquisitivo, los tarifazos, la devaluación, la inflación y la apertura de importaciones, el Gobierno insiste en polí­tica para aniquilar toda posibilidad de reactivación del mercado interno.

Las polí­ticas de ajuste y recesión ya se ha visto en Argentina que agudizan las crisis. Siquiera es necesario mirar hacia atrás: observando lo que ocurre en Europa que desde 2008 no levanta cabeza uno podrí­a deducir que ese camino no es el correcto. Tampoco hace falta descubrir la pólvora. Después de la crisis de Wall Street allá por 1929, John Keynes publicó la Teorí­a general del empleo,el interés y el dinero donde advirtió que en época de crisis no es la oferta la que crea la demanda, sino que se requiere incentivar la demanda para poner en marcha la producción lo cual tendrá un efecto positivo sobre los ingresos y el empleo. En otras palabras, no esperar los brotes verdes con un mercado deprimido sino estimular al consumo para que luego sí­ arriben las inversiones.

Mauricio Macri está empecinado en desoí­r toda evidencia empí­rica. Luego de los cambios en el equipo económico para que nadie discutiera a la trí­ada de Peña, Quintana y Lopetegui, se homogeneizó e intensificó el discurso en contra del consumo. De esa forma Nicolás Duvojne (Ministro de Hacienda) anticipó que seguirí­an en la lí­nea de abrir importaciones que tanto daño le provocaron a las PYMES. En sintoní­a, Javier González Fraga (Presidente del Banco Nación) sostuvo que no serví­a estimular la demanda.

Le tocó al ex CEO de Máxima AFJP y actual Ministro de la Producción, Francisco Cabrera, anunciar las medidas que van en sentido de destruir la demanda. Por un lado, la obligación de diferenciar el valor de un producto si se paga al contado de cuando se paga con tarjeta. Esta decisión apunta al corazón de los programas Ahora 12 y Ahora 18 que tan buenos resultados dieron. Cuando se abona en cuotas con cierto interés, todos saben que están pagando más. Lo que se busca ahora es poner el énfasis en que el valor final de un producto comprado en el marco de esos programas es más caro, lo cual es una verdad de perogrullo porque nadie financia nada de forma gratuita. Sólo que en ese caso habí­a un esfuerzo fiscal del Estado que financiaba para reactivar el consumo. Numerosos empresarios ya señalaron que esta decisión desalentará la compra en cuotas y es una forma de hacer caer los programas Ahora 12 y Ahora 18, a la par que puede llegar a provocar un alza de los valores al contado.

Por otro lado, hay que tener presente que el aumento de los servicios públicos, la suba del dólar y el aumento de la nafta impacta directamente en los precios, sumado a casos donde pueden existir abusos empresariales. La solución del Ejecutivo a esa circunstancia es la apertura de importaciones que imposibilita a la producción local competir con la fabricación internacional donde existe exceso de oferta. Están curando un dolor de muela con un disparo en la boca. La caí­da del consumo junto a la inflación afecta negativamente a los comercios y a la producción, provocando un mayor desempleo que luego se traduce en una mayor retracción de la demanda.

Para los casos donde la producción local no pueda competir con las importaciones, el Gobierno propone la reconversión productiva. Es decir, que se dediquen a una actividad más rentable sin ponderar que los trabajadores están capacitados para la tarea que desarrollan pero no necesariamente para otras, además que el crédito productivo es muy caro por las tasas de interés y que en estos momentos, salvo el sector financiero, el agro y la minerí­a, ninguna actividad está siendo sustentable.

En otras palabras, Mauricio Macri persiste con las medidas que según el propio INDEC provocaron el cierre de más de 5.000 empresas en un año, un aumento de cinco puntos la pobreza, cientos de miles de despidos, y la caí­da sostenida de las ventas, la actividad industrial y la actividad económica. El objetivo es garantizar la especulación financiera a costa del trabajo y la producción nacional.
 

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