Economí­a

Entran los titulares

Mauricio Macri decidió despedir a Alfonso Pray Gay y dividir en dos la cartera que conducí­a: el Ministerio de Hacienda queda en manos de Nicolás Dujovne y el de Finanzas a cargo de Luis Caputo.

Una crí­tica frecuente que hací­a el empresariado al Gobierno nacional era la descoordinación económica por la falta de una figura que concentrara las decisiones. Así­, dependiendo el área, los interlocutores eran Alfonso Pray Gay, Francisco Cabrera, Ricardo Buryaile, Juan José Aranguren y Rogelio Frigerio. Todo bajo el sigiloso control de los laderos de Marcos Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, y la polí­tica monetaria y cambiarí­a de Federico Sturzenegger en el Banco Central. Llamativamente, el Presidente optó por profundizar la descentralización que sólo provocó cortocircuitos, internas y desprolijidades. Con la llegada de Dujovne y Caputo se desdoblan aún más las carteras.

Pero este cambio engrosa una modificación más sustancial: entran al equipo titular los voceros más representativos de la especulación financiera. Prat Gay es una persona de la city, pero resentido por la misma. Expresaba el ala más gradualista del ajuste que lo llevó a una feroz interna con Federico Sturzenegger por las tasas de interés. Con poder adquisitivo podado y el crédito carí­simo, el saliente Ministro se resignó a firmar pagarés de deuda que sólo beneficiaron a los especuladores, mientras fracasó en todos sus objetivos.

Dujovne, de alto perfil mediático por escribir en La Nación y co-conducir con Carlos Pagni un programa en Todo Noticias, es un vocero de un ajuste mucho más radical. Fue funcionario del Ministerio de Economí­a durante el gobierno de Carlos Menem, director de Papel Prensa y jefe de economí­a en el Banco Galicia. Hace pocas semanas criticó a su antecesor en el diario de Bartolomé Mitre por fijar metas laxas de déficit fiscal y haberlas incumplidas. En otras palabras, viene a ejecutar un profundo ajuste del gasto público. Porque para las personas de la city la salida siempre es el ajuste, nunca aumentar la recaudación gravando ganancias extraordinarias o actividades especulativas. También cuestionó las magras concesiones que el Ejecutivo hizo este año a las provincias y a las organizaciones sociales. Y bregó por la vuelta al endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional. Como dato de color, vitoreaba a quienes defraudaban al Estado evadiendo la tributación ante la AFIP.

Luis Caputo, por su parte, es el primo hermano del empresario amigo de Macri, Nicolás Caputo. Aunque Prat Gay fue la cara visible de la rendición ante los fondos buitre, el flamante Ministro de Finanzas fue el ejecutor. Caputo acordó pagarle U$S15.000 millones en efectivo que era incluso una oferta más generosa que la reclamaban antes. Hombre del JP Morgan y Deutsche Bank, fervoroso militante del endeudamiento para financiar la fuga de capitales y la especulación financiera. Caputo presidió la firma AXIS y tení­a acciones de un fondo común de inversión que esa sociedad administraba. AXIS tení­a contratos de dólar futuro por $453.944.000 y Caputo, junto a Mario Quintana (quien se benefició con la firma Pegasus), fue uno de los que fijó el precio de esos contratos en el mercado del Rofex. Caputo, al igual que Quintana, establecieron cuánto dinero iban a ganar.

Este cambio de gabinete dí­as después de la salida de Isela Costantini en Aerolí­neas Argentinas ratifica la decisión del Gobierno Nacional de profundizar el ajuste. Los argentinos seguirán esperando los brotes verdes y la reactivación, mientras que verán la vuelta del FMI a las oficinas gubernamentales, un Estado cada vez más ausente, y una distribución de la riqueza cada vez más inequitativa. Estas polí­ticas y visiones son las que condujeron a la peor crisis económica del paí­s. Con los mismos actores y las mismas recetas es difí­cil esperar resultados distintos.

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Ante el ajuste de Milei, más organización y construcción de nuevos desafíos para defender y mejorar la educación pública.
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