“El desafío que tenemos nosotros es aportar análisis, comprensión de lo que pasó y pasa en materia económica pero también aportar una visión de futuro, hacia dónde vamos. Y estoy muy contento que este camino lo podamos hacer juntos. Nosotros compartimos discusiones, charlas, pasillos, fiestas, tristezas, broncas y fuimos construyendo más allá de lo conceptual una relación de afecto. Y al final del día el trabajo de transformación de la realidad es una tarea que se emprende por amor y es desde ahí desde donde siempre se debería actuar. En la cotidianeidad de la acción política uno se deshumaniza, se pone cínico y por eso no quería dejar de hacerles llegar esta pequeña muestra de cariñoˮ.
Iván Heyn, presente. Siempre.