En un país asediado por las políticas neoliberales de Fernando de la Rúa, el presidente radical que antes de huir de la Casa Rosada en helicóptero declaró el estado de sitio y dejó un saldo de 38 muertos y cientos de heridos, el pueblo salió a la calle para hacerse oír.
Las movilizaciones y revueltas populares que desde la mañana del 19 de diciembre brotaron en distintos puntos del país, fueron acercándose al centro de Buenos Aires para terminar de estallar poco antes de la medianoche, tras la declaración de Estado de Sitio por parte del presidente de la Alianza.
Durante la madrugada del 20, con el pueblo lanzado a las calles y colmando las plazas de Mayo y Congreso -entre otras-, se produjo la renuncia del ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo, acontecimiento que supuestamente debía descomprimir la situación y lograr que la gente se desmovilizara.
Nada de eso ocurrió, y como el pueblo seguía en las calles se desató la represión más feroz de la que se tenga memoria en años de Democracia.
19 y 20: 15 años de las jornadas de protesta y represión en todo el país