Yo Tuve Militando

Máximo Kirchner en la Inauguración del Ateneo Cristina Conducción en Avellaneda

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Bueno, quiero agradecer la invitación de los compañeros a este acto, quiero agradecerle al compañero Ferraresi la gran gestión que está haciendo en Avellaneda. Creo que en estos doce años pudimos demostrar que no sólo sabemos militar, que no sólo tenemos pasión cuando hacemos las cosas, que no sólo tenemos las ganas, la fe, que todaví­a creemos que las transformaciones siguen siendo posibles sino que pudimos demostrarle a la derecha de los gerentes que también podemos administrar de manera correcta el Estado como lo está haciendo el compañero Ferraresi, como lo hizo Néstor, como lo hizo Cristina.

 

Y esto es importante, es importante en estos tiempos que ustedes saben ya qué obvio es las diferencias que hay entre este gobierno y aquel que el 9 de diciembre se fue con una Plaza de Mayo desbordante de militancia, de gente, de ganas, de agradecimiento y también de mucha esperanza porque sabí­a lo que vení­a y habí­a que estar juntitos. Y digo esto porque es obvio, las diferencias ideológicas entre Cristina y Macri son claras. Lo que estamos empezando a notar también y lo que cada vez se hace más inocultable a los medios de comunicación que trabajan denodadamente para tratar de que la mona se vista de seda pero ya cada vez pueden menos, es la diferencia de capacidad, es la diferencia de voluntad. Creo que el problema es mucho más profundo, que tenemos un gobierno que ni siquiera puede llevar adelante las polí­ticas en las que cree. Es malo aplicando lo que hace, es malo haciendo lo que cree. Es ineficiente, es un gobierno de derecha ineficiente, no es una derecha eficiente.

 

Los números, cuando ustedes los ven, nos hablaban de polí­tica internacional, la han chocado desde el principio de año hasta acá, todos los dí­as. Tenemos un presidente que se cruza con la primer ministro británica en un pasillo y le dice que le va a hablar de Malvinas y él piensa que va a recuperar las Malvinas en un pasillo de la ONU. Tenemos una canciller que loteó prácticamente la Patagonia y las Malvinas para ver si podí­a ser secretaria de la ONU y estuvo como bola sin manija dando vueltas por el mundo y no llegó a semifinales. Dijo que la polí­tica económica argentina tení­a que mirar hacia el Tratado del Pací­fico, y el presidente que acaba de ser electo en Estados Unidos dice que no, que no va a haber Tratado del Pací­fico. Dice que va a apoyar a Hillary Clinton, está bien, y trata de chiflado al que gana. Yo la verdad, sinceramente, ya no es un problema ideológico, sino de capacidad, de preparación.

 

Y el dí­a del militante tiene que ver para lo que se prepara un dirigente toda la vida, dónde comienza, dónde sale, cómo conoce a su pueblo, cómo aprende a administrar al Estado, cómo lo conoce, cómo patea las calles, cómo se va haciendo de abajo. Porque lo podrí­a haber hecho pero no lo hizo, y él tuvo una responsabilidad más grande, lo tuvo todo. Yo lo tuve todo, a mí­ nunca me faltó nada, pero para pelear contra la injusticia no hace falta padecerla. No sólo lucha contra la injusticia el que la padece, sino también el que la comprende, y el presidente no la comprende, no lo siente. Esto no es una cuestión sólo de cuna de oro, sino de no querer ser mejor.

 

Y la verdad que en este dí­a del militante, donde siempre se denosta, yo quiero saludar no sólo a los militantes que están presentes acá sino a los militantes de todas las fuerzas polí­ticas, a los militantes de esas fuerzas polí­ticas que hoy tienen copados sus partidos por gerentes y por dirigentes que en los palacios legislativos se venden al mejor postor. Ojalá los partidos polí­ticos históricos y centenarios como el radicalismo y como tantos otros vuelvan a ser recuperados por sus militantes. Este dí­a del militante es de todos, y esto tiene que ver profundamente con lo que les decí­a antes: cómo se prepara alguien para administrar los destinos, cómo se prepara alguien para transformar la realidad. La realidad muchas veces creen algunos que es sólo administrarla. A la realidad hay que transformarla aparte de administrarla todos los dí­as. Eso significa futuro, eso significa tener la capacidad necesaria para trasladar. Por eso el problema que tenemos es más profundo de lo que pensamos. No es un problema de ideologí­as, es un problema de capacidad, de capacidad intelectual y de capacidad de trabajo, de dedicación y de comprensión.

 

Por eso creo que no hay que caer en la trampa que ellos nos proponen todos los dí­as, todos los dí­as nos provocan, todos los dí­as están viendo cuándo reaccionamos, porque quieren justificar lo que tienen tantas ganas de hacer y lo que siempre les gustó hacer que es pegar. Porque solamente estas polí­ticas económicas se van a poder aplicar en el tiempo pegando, lo han hecho toda la vida, por eso tienen a Sturzenegger. Yo recién pensaba cuando el presentador Tony decí­a y hablaba sobre la estigmatización de Amado, y pensaba en Sturzenegger y decí­a, qué tipo suertudo, nadie se dio cuenta todaví­a. Un hombre que endeudó a la Argentina como la endeudó con el Megacanje y el Blindaje, que fue parte de todos los equipos económicos que hicieron hocicar a la Argentina en todos los escenarios endeudándola hasta la manija y sin capacidad de repago; que se fueron con la Plaza de Mayo teñida de sangre.

 

Pero siempre tuvieron suerte los muchachos. En la última dictadura los que fueron presos los milicos genocidas, y bien presos, bien presos a partir del 25 de mayo del 2003, y eso lo sabemos todos bien. Muchos de los policí­as que mataron el 19 y 20 de diciembre fueron presos, mientras De la Rúa es invitado a la Embajada de Norteamérica y Sturzenegger vuelve al Banco Central. Yo le pido a muchos de los compañeros de las fuerzas de seguridad, trabajadores que viven en los barrios, que cuando le den la orden otra vez de avanzar sobre el pueblo no lo hagan, porque los van a hacer pagar a ellos y ellos después se van por ahí­ de fiesta y quedan todos en cana.   Lo dijo Néstor, nunca más las armas para adentro, contra los propios argentinos que no se empuñen más.

 

A nosotros no nos puede guiar ni el rencor ni el odio. Lo tengo grabado desde el dí­a que lo escuché en la Esma. Fue claro, tenemos una gran oportunidad y esto se los digo cuando muchas veces uno también se muerde el labio de bronca cuando ve que el diario Clarí­n es una especie de álbum familiar y salimos todos y la página de internet parece el Facebook de la familia. Está dedicado a nosotros completamente, pero eso es periodismo independiente y objetivo. Pero lo más gracioso de esto es que piensan que nos van a confundir, y acá lo que tienen que tener claro todos los compañeros, el pueblo, la gente, el ciudadano, en el estrato social que cada uno se sienta, se quiera ubicar o aspire, es que más allá de la ya inocultable también persecución sobre la figura de Cristina, la venganza personal de Magnetto sobre Cristina, imagí­nense, una mujer que le dice que no al que puso de rodillas a una dictadura asesina, una mujer que se le paró y le dijo que no al que negoció con Videla y se quedó con Papel Prensa. Dos veces mal, le dijo que no y encima mujer. Y lo que tenemos que no sólo es poder llevar adelante ese deseo personal de venganza del dueño de un medio, sino que ustedes tienen que tener claro como militantes, dirigentes y compañeros que lo que se busca es aleccionar de cara al futuro, que nadie más se anime a meterse con ellos, porque se van a meter con vos, con tus hijos, con tu nieto, con la abuelita. Esto es lo que están haciendo todos los dí­as, diciéndoles a los dirigentes “no se jode con nosotrosˮ. Eso es lo que hacen todos los dí­as, ese es el temor que tienen todos los dí­as, y esto es lo que tenemos que comprender. Nosotros tenemos que meternos esto en la cabeza.

 

Por eso tenemos que tener muy claro todos los compañeros que aspiramos a un gran frente nacional y popular, progresista, profundamente democrático para una democracia torrentosa, que corra, que esté viva, que sea una democracia intensa, no esta democracia apagada y de diálogo pasivo donde todos hablan mientras la gente se va quedando cada vez más en los supermercados con la ñata contra el vidrio. Queremos una democracia viva, intensa e inclusive, y esto hay que entenderlo, y esto hay que trabajarlo. No por mala se cambia la realidad, sobre la realidad se trabaja todos los dí­as y se construye todos los dí­as. No pensemos que esto uno un dí­a se levanta y cambió, no va a cambiar y van a seguir haciendo lo mismo. Hay que organizarse, hay que prepararse, y tenemos que tener también muy claro que en este tipo de realidades y con este tipo de adversarios los excesos de ego en las dirigencias son un exceso de equipaje, que primero te dobla la espalda y después te pone de rodillas. Y yo se los digo porque si hay algo que me canso de ver en el Congreso todos los dí­as es a ex compañeros de ruta de rodillas, hocicando y dispuesto a votar cualquier cosa con tal de estar tranquilitos a la noche en la casa.

 

Nosotros no nos vamos a entregar, no vamos a negociar, no sólo por una decisión polí­tica sino porque racionalmente lo que está haciendo este gobierno, racionalmente, pragmáticamente como aquellos que les gusta rezarle al pragmatismo todos los dí­as, pragmáticamente no sirve. Han endeudado al paí­s y lo van a seguir endeudando y cada vez hay más gente sin trabajo. Esto es lo que tenemos que tener claro, esto es lo que pasa, y por eso Cristina les molesta, por eso les molesta Cristina. Cristina no tiene jefe. Todos los que quieren gobernar la Argentina y que la gobiernan tienen jefe. El único jefe de Cristina es la gente que la vota. Cristina no tiene la embajada atrás, no tiene un banquero atrás, Cristina tiene el pueblo atrás, Cristina es eso y eso les molesta.

 

Están todo el dí­a dedicados a ella, es increí­ble. Va un año de gobierno, casi 365 dí­as de un montón de nada, y para colmo de lo poco que se ve, siempre la que sale perdiendo es la gente. Ante cada punto de inflexión donde el gobierno ha tenido que definir sobre quién se reclinaba para poder gobernar, cuando tuvo que decidir entre la gente y las energéticas se decidió por las empresas de energí­a; cuando tuvo que decidir entre la gente y las mineras, se decidió por las mineras; cuando se tuvo que decidir entre la gente y las sojeras, se decidió por las sojeras. ¿Está? No hay duda ya dónde se reclina el gobierno para gobernar. Los medios de comunicación a los dos meses, al mes, Enacom y la mar en coche, chau ley de medios. Una ley de medios discutida, buena, mala, lo que quieran, durante años en la Argentina, que nunca se pudo aplicar, salvo parcialmente porque hubo un Partido Judicial que custodió a los dueños de los medios hasta que recuperaron el poder polí­tico en la Argentina.

 

Y lo cierto, y no los quiero aburrir ni ser muy largo, es que tiene que haber una caracterización correcta de la militancia de esto, porque lo importante no sólo es lo que hablamos acá sino cómo multiplicamos esto puertas afuera, cómo hacemos que florezcan más ateneos, cómo se recorren los barrios, las fábricas, porque hay que ir a hablar con todos los compañeros. Muchos compañeros en su buena fe se vieron engañados cuando le dijeron que le iban a pagar más ganancias y hoy la pagan más argentinos que antes.

 

Entonces creo que a esta altura del viaje, a esta altura del debate con este gobierno, la responsabilidad nuestra no sólo es enojarnos por lo que hace Macri o mirá lo que hace este tipo, sino es cómo hacemos, cómo nos organizamos, cómo convocamos a la mayor cantidad de ciudadanos, de trabajadores, de estudiantes, a la patriada de volver a pensar la Argentina de una manera diferente.

 

Nos quieren hacer creer que los í­ndices de pobreza que van aumentando, que la desocupación que se va generando, se va a combatir con polí­ticas sociales. Mentira, la pobreza se combate con polí­ticas económicas de distribución del ingreso, de cuidar el consumo interno, porque algunos piensan, y eso que nosotros lo vamos a acompañar porque entendemos de contradicciones primarias y secundarias, algunos piensan que con una ley de emergencia social se acaba todo. No es así­, es un mero paliativo que muchas veces necesita el sistema para descomprimir la olla a presión. Por eso tenemos que hablar de las polí­ticas económicas que se aplican. Aun así­, y sabiendo que quizás sea un paliativo, vamos a acompañar esa ley de emergencia social, no nos confundimos nosotros, no pensamos en términos de pasado a los dirigentes, o futuro, nosotros pensamos en la gente y en la sociedad y en cómo podemos ayudarla a transitar estos caminos difí­ciles.

 

Hemos aprendido lo difí­cil que es, no todos los años en estos doce años fueron años buenos, no todas salieron bien. Hubo errores y hubo aciertos, hubo años como el 2009, el 2010, que fueron difí­ciles, donde surgieron los Repro, donde hubo que generar la AUH, donde hubo que tratar y dar una pelea que era necesaria en el medio del crack financiero mundial para que millones de argentinos no fueran expulsados del mapa, para tratar de que esos números cerraran con la gente adentro como decimos siempre, para tener un Bicentenario grande y no de un partido polí­tico y encerrados con un rey sino con siete presidentes latinoamericanos caminando las calles de la capital de la Argentina.

 

Nosotros, y les quiero decir de corazón, que nunca se decidió en estos doce años y nunca fue el objetivo el poder adquisitivo de los trabajadores, habrán salido peores, mejores, hubo que poner los Repro, se nos fue los desocupación en un año para arriba, pasamos una deva en el medio, pero siempre y esto es lo que diferencia una gestión de la otra, en ese punto de inflexión, como lo conté la otra vez en Villa Palito después del voto de Cobos, hay momentos donde se ven a los dirigentes, a las personas, a las mujeres y a los hombres, y siempre digo que después de aquel Cobos este proyecto polí­tico era una hoja en un huracán. Y una noche, en una muy linda, y que nunca olvidaré, discusión polí­tica entre militantes polí­ticos que tení­an grandes responsabilidades, decidieron que si habí­a que irse del gobierno, habí­a que irse por intentar hacer lo que se creí­a que era que la gente podí­a vivir mejor y no mantenerse especulando atadito a los poderes económicos.

 

Y así­ fue que arrancó Cristina, a los cien dí­as de su mandato nos cortaban las rutas mientras la prensa festejaba los cortes de ruta. La conciencia de clase de la Sociedad Rural y de los representantes de los que manejan la Sociedad Rural es la conciencia de clase que yo aspiro que tenga el triunvirato de la CGT para defender a los trabajadores cuando van por sus intereses. Esto es lo que tienen que tener claro. El pueblo es manso y tranquilo pero no es tonto. Y muchos ahora vienen a hablar del timing, del tiempo y de cuándo, y esto pasaba también antes con las leyes: “no, no es el momento de la ley de mediosˮ, “no, el matrimonio igualitario ahora no, que esperen un poquito másˮ, “veamos si realmente se quieren, si no es una enfermedadˮ, como dijo Macri alguna vez.

 

Y sinceramente creo que si de algo sirvieron estos doce años es para recuperar estos dí­as también, para aquellos que en sus barrios, que la pechugan cuando viene la mala, que lo salen a organizar, en las escuelas, porqueˮ¦ y hoy lo discutí­a con unos compañeros, el objetivo nuestro fue que las escuelas y los clubes por ejemplo empezaran a dejar de ser llamados lugares de contención para volver a ser lo que tienen que ser, las escuelas lugares de aprendizaje, de sociabilización, los clubes para los chicos y las chicas jueguen, lo lúdico, compartir, aprender a competir. Esa es la Argentina a la que nosotros aspiramos, es humilde nuestra aspiración. No queremos volver a los clubes que tienen que contener ese transforman en merenderos, que habrá que hacerlo si hay que hacerlo, o las escuelas en lo que pase lo mismo, habrá que hacerlo. Pero no queremos esa Argentina, yo no la quiero, porque no fue en vano, porque Néstor cuando recorrí­a esta provincia allá por el 2002 decí­a que uno de sus sueños era que la familia volviera a comer en la casa y no todos separados por ahí­, y este tipo no nos puede devolver ahí­ ni nosotros nos podemos acostumbrar a eso. No bajemos la vara, exijamos lo mismo y más que es lo que nos prometieron, exigir que se cumpla no es alterar la gobernabilidad, es pedir que se cumpla con la palabra.

 

Gracias compañeros, espero estar junto a ustedes, gracias por acompañar, gracias a ellos, vamos para adelante, la victoria se construye todos los dí­as y el año que viene damos el primer paso. Adelante compañeros, vamos a ganar, vamos a construir una Argentina.

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