Yo Tuve Militando

Cristina encabezó el lanzamiento de la carrera de Economí­a en la UNAJ

Buenos muchas gracias. Muy buenas tardes a todos y a todas, Ernesto, Emanuel, Julio, Patricio, y a todos los compañeros y compañeras que me acompañan. Y a todos ustedes mis queridos estudiantes de esta universidad, una de las 17 Ernesto, no 15. í‰l me llamó la atención cuando yo estaba hablando con Emanuel, yo le corrijo la cifra. Así­ que son 17 las universidades que han permitido acceder a estudios superiores a miles y miles de jóvenes, y muchas veces no tan jóvenes compatriotas, porque la edad de ingreso normalmente en las universidades era por ejemplo la edad en que ingresé yo, que terminabas el secundario e inmediatamente ingresabas a la universidad con 17 o 18 años. Esto ha permitido también no solamente que gente, por sus posibilidades económicas tal vez, no hubiera podido acceder sino porque dejó un tiempo de estudiar y luego se incorpora. O también, lo charlábamos antes de ingresar, muchas veces una piba o un chico del conurbano se siente intimidado ante la grandiosidad de la UBA por ejemplo o de la UNLP, universidades tradicionales con más de 100 años. Entonces siente que de repente no va a poder ser él, o se va a sentir menos frente a otros que han tenido la suerte, la suerte porque no es ningún mérito haber nacido en un hogar con plata, es suerte pura y exclusivamente, es el azar. Nadie puede tener meritocracia por tener posibilidades económicas para estudiar. La meritocracia se gana en la universidad, en la vida y en todo sentido estudiando, trabajando y sacrificándose. Eso es la verdadera meritocracia. Así­ que el haber acercado los estudios superiores, porque de eso se trata: el Estado acercó los estudios superiores al pueblo. De eso se trata, simple y sencillamente, la creación de las universidades. Poder permitir que el pueblo, que finalmente es quien sostiene a la UBA, a la UNLP y también a otras universidades pudiera precisamente tener la primera generación de universitarios en una familia de trabajadores. El promedio de la UNAJ, el 85% de primera generación de universitarios se repite prácticamente, porcentajes más o porcentajes menos en todas y cada una de estas 17 universidades que hemos creado. Yo escuchaba atentamente a Ernesto, y si se me permite una disgresión, que se quejaba con razón, tal vez amargamente, lo que se hace con las universidadesˮ¦ […] Simplemente decirte Ernesto que además de la estigmatización, porque no pudieron lo que ellos querí­an que era en definitiva que nuestro gobierno terminara mal o terminara como otros gobiernos que no habí­an podido terminar. Nuestro gobierno no solamente terminó bien pese a todos los intentos destituyentes que hubo, sino que además lo hicimos con una Plaza de Mayo inédita, colmada de gente, más de medio millón de personas que despedí­an a un gobierno. Nunca se habí­a visto en la Argentina. Entonces como pese a todos los intentos que se hicieron durante los ocho años que me tocó presidir el paí­s, por el honor que me confiriera el pueblo a través del voto popular, los intentos destituyentes. Bueno, la estigmatización vení­a después, a partir de lo que dice Ernesto: un dí­a son las universidades, otro dí­a es otra cosa. Pero en definitiva no se habla nunca del gobierno. Cuando uno mira el diario o ve la televisión se está hablando del gobierno anterior, por supuesto para criticarlo y estigmatizarlo. Es curioso pero Néstor no tuvo esa suerte. Néstor tení­a que gobernar pese a todo lo que habí­a pasado en la República Argentina y dar cuenta todos los dí­as. Y creo que esta es una cosa que está muy clara. Por eso Ernesto no te amargues, no es un tema con las universidades en particular sino que es una estigmatización de toda la gestión del gobierno anterior. Pero lo importante es la memoria popular. Es la pregunta que le voy a hacer a todos y cada uno de los argentinos por el resto de mi vida: ¿cómo estabas antes, y cómo estás ahora? Esto hay que remarcarlo. Después no importa cómo votaste, no importa dónde estás. Lo importante es esto: que cada argentino reflexione en su casa, en su trabajo, en su laboratorio, en su comercio, en su empresa, en su sindicato, en su fábrica cómo estaba hasta el 10 de diciembre y cómo está ahora. Sinceramente que lo haga, desprovisto y despojado de prejuicios, de resentimientos, de odios que le inculcaron y que no sirven absolutamente para nada. Porque el resentimiento, el odio no paga la cuenta del supermercado ni paga la factura de la luz y del gas: esa la tenés que seguir pagando vos pienses como pienses, votes a quien hayas votado y seas del partido que seas. Así­ que tranquilo Ernesto, y a seguir trabajando por la universidad, por los estudiantes, por la gratuidad de la enseñanza. Este próximo 22 de noviembre se cumple un nuevo aniversario de la gratuidad universitaria instituida por el gobierno del presidente Perón. Pero bueno, cuando uno viene aquí­ a Varelaˮ¦ Esta universidad aparte a mí­ me acuerdo cuando inauguré, cuando entregamos el edificio, que fue un edificio que se nos ocurrióˮ¦. Todos ustedes saben que estos eran los laboratorios de YPF. Cuando nosotros vinimos aquí­, fí­jense, YPF todaví­a no habí­a sido recuperada. Vos Emanuel te olvidaste de decir también que…las cosas que no dijiste las tengo anotaditas por ahí­ también, pero no importa. Me contaba Emanuel algo que yo no sabí­a: que cuando entraron a los viejos laboratorios encontraron hasta paquetes de galletitas, anotaciones, la biblioteca como si hubiese sido utilizada hasta el dí­a anterior. Se ve que se interrumpieron de forma drástica, en forma imprevista si se quiere para los entonces trabajadores e investigadores cuando se procedió al desalojo, a la privatización y demás. Y me acuerdo que este edificio, al que yo siempre miraba cuando vení­a de La Plata para Buenos Aires, y se los recordaba a Ernesto y a todos los compañeros que ese dí­a estábamos aquí­, y que hoy veo el mural. Es increí­ble lo que es la metáfora de poder haber transformado esta cosa que yo habí­a visto funcionando como laboratorio, que después la vi abandonadaˮ¦.Porque es como si fuera la metáfora de lo que pasó en el paí­s. La vimos trabajando y de pie, así­ la conocí­ yo: cuando pasé por acá cuando era chiquita pregunté qué era eso y me dijeron “el laboratorio de investigaciones de YPFˮ. Punto. Aparte habí­a un terrible cartel. Y luego fue algo abandonado, y finalmente hoy es un edificio recuperado para una universidad pública en donde los varelenses y las varelenses, los de Berazateguiˮ¦ Porque también un importante porcentaje del municipio de Berazategui viene aquí­. Y luego al año siguiente, cuando recuperamos YPFˮ¦. Y fí­jense: una de mis últimas inauguraciones fue en Ensenada, cuando fuimos a inaugurar el Instituto Tecnológico de YPF, que vendrí­a a ser lo que sustituyó a esto pero con una modernidad obviamente, una tecnologí­a, una actualidadˮ¦ Y pudimos concluir, digamos, no sé si metáfora, parábola, no importaˮ¦. Pero de haber sido tan joven y de haber visto a YPF y haber visto las ruinas después. Recuperar YPF y finalmente dejar la universidad acá y el laboratorio allá cerca de La Plata, en el mismo lugar que me vio nacer, que me vio estudiar, conocer a quien fuera mi compañero de toda la vida y compartí­ momentos tal vez de los más difí­ciles que hemos vivido nosotros en particular y los argentinos en general. Pero bueno, venimos hoy a presentar la carrera de Economí­a. Yo les voy a contar, porque siempre doy unas discusiones con éste (señala a Emanuel) y con Axel que ustedes no se dan ni una idea. Pero Emanuel, cuando Néstor dijo lo de enfriar la economí­a fue en el año 2005. Y es cierto, lo dijo con respecto a un ministro que nos querí­a enfriar la economí­a, y bueno Néstor no estaba de acuerdo, y obviamente tampoco yo. Porque esta cuestión del enfriamiento de la economí­a se continuó durante todo el año 2006, durante todo el año 2007, que fue la campaña presidencial. Y la decisión que él toma, que es la de pagar al FMI, porque precisamente poní­a condicionalidades a nuestra economí­a, a nuestro desarrollo, a nuestro crecimiento. La pregunta y la presentación que uno se haceˮ¦ Hay toda una discusión en cuanto a cómo iban a titular a la carrera, si la iban a titular “Economí­a Polí­ticaˮ o “Economí­a Nacionalˮ; finalmente decidieron Economí­a. Yo no voy a entrar en esa discusión, porque esa se las dejo para ustedes cuando les enseñen ellos y les digan por qué “Economí­aˮ sí­ y “Economí­a Polí­ticaˮ no. Yo quiero contarles a ustedes como futuros estudiantes de la carrera lo que es la economí­a para alguien que preside un paí­s. Creo que estamos todos de acuerdo en que no es una ciencia, porque lo hemos discutido muchas veces, ellos dicen algunos que sí­. Bueno, yo digo que no es exacta ni es una ciencia. Yo digo que la economí­a se construye todos los dí­as, y es la interacción ˮ“ por lo menos así­ lo viví­a yo y la miraba yo ˮ“ la interacción permanente entre el Estado, las corporaciones como uno de los factores económicos, los trabajadores que algunas veces asumen la forma de trabajadores y algunas otras de usuarios y consumidores en su gran mayorí­a, y de cómo se resuelve esa interacción. Que además no es una interacción aislada entre estos actores. No. Es una interacción que muchas veces está mediatizada, o sea está manejada, calificada, por los medios de comunicación con lo cual también esto genera expectativas negativas o positivas en una sociedad, y posicionamientos también de esa misma sociedad frente a distintas medidas económicas. Mencionaba Emanuel que una de las decisiones económicas más importantes y fundantes que tomó nuestra gestión fue la creación de la Asignación Universal por Hijo en el año 2009. Pero en realidad lo fundante fue la recuperación de la administración de los recursos de los trabajadores cuando se los retiramos a las AFJP. Sin eso hubiera sido imposible no solamente la generación de una medida fuertemente redistributiva como la AUH sino muchí­simas otras cuestiones como el Pro.Cre.Ar., el Progresar, y muchí­simas otras polí­ticas que decidí­amos. Porque también al tener participación en el Fondo de Garantí­a de Sustentabilidad, al tener participación en numerosas empresas lí­deres privadas ˮ“ porque en la época que estaban las AFJP compraban con la plata…fondeaban a las empresas privadas. Porque después se quejan de que la ANSES participaba en la vida de las empresas, pero lo cierto es que ellos utilizaron la plata de los trabajadores para fondearse ellos con dinero muy barato, y entonces luego habí­a obviamente capital y activo del Estado que era de todos los argentinos, que es de todos los argentinos y especialmente también de los trabajadores. La economí­a entonces es esto también, por lo menos visto desde esa perspectiva. Cuando por ejemplo, y muchas veces también los economistas que aún cuando sean nacionales, populares y democráticos, porque es natural, tiene una suerte también no de distorsión, pero digo tienen un enfoque naturalmente, por lo que saben, por lo que entienden, por lo que decodificanˮ¦ Me acuerdo cuando en el año 2013 estábamos en una reunión con Emanuel y yo les dije “prepárenseˮ. Estábamos en juicio con los buitres, pero nada hací­a augurar que nos iban a fallar en contra. Y yo les dije “Emanuel prepárense por si tenemos una sentencia adversa, porque es posible que tengamos una sentencia adversa en el caso de los buitresˮ. Y me acuerdo que Emanuel me dijo “pero no Presidenta, si los bonos están subiendoˮ. O sea los datos de la economí­a, los datos “cientí­ficosˮ de la economí­a le daban la razón a Emanuel: í­bamos a ganar el juicio porque los bonos estaban subiendo. Los datos que yo percibí­a como presidenta y como, esencialmente, alguien que ama la polí­tica y ama descifrar y desentrañar, no nos iban a perdonar jamás a la Argentina la reestructuración soberana más exitosa de deuda externa de la que se tenga memoria y de la que seguramente se tendrá memoria. Y nos la cobraron. Entonces yo le decí­a el tema de las expectativas, y es curioso porque uno puede observar cuando desde esa interacción ˮ“ porque evidentemente en esa interacción el rol del Estado es fundamental, es el rol más importante, por acción o por omisión -. Obviamente lo hacemos desde nuestras ideas, además también de lo que concebimos económicamente. No somos los que sostenemos que primero tiene que venir la inversión y después recién la distribución o redistribución. O sea, la vieja discusión que vine de cientos de años en la economí­a: qué viene primero, si la oferta o la demanda; si es primero la inversión o el consumo. Y nosotros somos los que sostenemos que primero es el consumo, y hoy lo estamos viendo. Cuando tenemos una utilización de la capacidad industrial instalada solamente del 60%, un consumo absolutamente deprimido, ¿quién va a venir a invertir en fábricas que generen trabajo o en actividades que generen trabajo si tenemos una capacidad ya ociosa? ¿Quién va a venir, por ejemplo, a invertir si Alpargatas, una empresa lí­der, ha tenido que licenciar el personal de todas sus plantas? Por dos motivos: por la caí­da formidable del consumo y por la apertura indiscriminada de las importaciones. Fí­jense que a nosotros se nos acusaba de proteccionistas y de que quedamos mal con el mundo. Y fí­jense lo que acaba de suceder en el paí­s y en la economí­a más importante del mundo señoras y señores: acaba de ganar alguien que hace del proteccionismo de sus trabajadores y de sus empresas, pero fundamentalmente de sus trabajadores y de su mercado interno una bandera. Porque a no engañarse señores: el que crea que ganó el partido republicano en Estados Unidos está equivocado. En Estados Unidos ganó alguien que representa la crisis de la representación polí­tica producto de la aplicación de polí­ticas neoliberales desde el Consenso de Washington. Porque más allá de los estereotipos, más allá de los extremos, que nadie piense que el pueblo de los Estados Unidos ha votado como quieren hacerlo aparecerˮ¦ Me he leí­do todas las editoriales de los más importantes medios de comunicación escrita, que son lí­deres en formación de opinión en Estados Unidos, y hablan de no entender qué pasó, que cómo se puede votar una propuesta racistaˮ¦ ¿Cómo no entienden? ¿Cómo van a hablar de voto racista de una sociedad que hace ocho años votó al primer presidente afroamericano y lo volvió a reelegir a los cuatro años? No. Lo que el pueblo de Estados Unidos está buscando, y lo está buscando aparentemente ya desde la propia elección de su primer presidente afroamericano, es alguien que rompa con un establishment económico que lo único que les ha causado es pobreza, desalojos, pérdida de sus casas, pérdida de sus trabajos. Eso es lo que pasó. Que quien lo encarne sea una persona con determinadas caracterí­sticas personales no puede oficiar de árbol para taparnos el bosque, por favor. Lo maravilloso de esta elección es que el pueblo de los Estados Unidos votó de acuerdo a lo que él está sintiendo económicamente. Fí­jense que habí­an más de 300 medios de comunicación que apoyaban a la otra candidata, y solamente 13 medios apoyaban a quien ganó. Sin embargo la sociedad, a pesar de los exabruptos, a pesar de los estereotipos, eligió a alguien que les decí­a que les iba a devolver el trabajo. Si después cumple no es lo que está en análisis. Porque lo que tenemos que entender en realidadˮ¦ Unos analizaban qué le convení­a más a la Argentina, si uno o el otro. Miren, yo tengo mi particular percepción. Yo creo que Estados Unidos más que un paí­s presidencialista es un paí­s sistémico, lo maneja un sistema de relaciones, de ideas y fundamentalmente de poderes. Y esto lo aprendí­ también no solamente de nuestra larga militancia, sino fundamentalmente también de lo que me pasó frente a la elección del primer presidente afroamericano. En realidad debo confesar que habí­a despertado ciertas expectativas en cuanto al cambio de lo que era el “rolˮ de Estados Unidos en el mundo, en la economí­a. Y bueno en realidad más que expectativas racionales o sea expectativas apoyadas en hechos objetivos que podí­an demostrar eso, me di cuenta que eran más que nada deseos, muchas veces, de que las cosas sucedan. Y nos pasa muchas veces que las expectativas se confunden con los deseos. Y la verdad que estaba en Cuba cuando asumió el presidente afroamericano en enero del 2009, y me tocó entrevistarme, juntarme con Fidel Castro. Se acuerdan que Fidel Castro se decí­a que habí­a muerto, y bueno yo me saqué una foto con él y que después los mismos medios decí­an que la foto era falsa, que era una foto armada. Hasta eso dijeron. Paso por alto lo del tí­tulo de abogada porque bueno, me he recibido como cuatro o cinco veces, la última en Comodoro Py donde me reconocieron ya por segunda vez el tí­tulo, porque estuvo dos veces ahí­. Y me acuerdo que charlando con Fidel Castro sobre la asunción del primer presidente afroamericano, y si éste podí­a ser algo diferente a lo que habí­a sido siempre, Fidel, con esa sabidurí­a que dan los años y la proximidad con el gigante además, me dijo “Estados Unidos es gobernado por un sistema y es muy difí­cil sustraerse a ese sistemaˮ. Pueden haber variaciones pero no porque la polí­tica o la variación sean decididas únicamente por el presidente sino porque el sistema de poder en ese momento necesita de esas variaciones. O sea, si aumenta la tasa la FED y por lo tanto se produce un vuelo de los capitales de todo el mundo de vuelta a Estados Unidos, no es porque este presidente decidió elevar la tasa sino porque evaluó el sistema que la tasa es conveniente que suba para los Estados Unidos, y lo hace. Lo mismo en materia de polí­tica migratoria, en materia de protección. ¿Por qué? Porque está fallando el sistema de representación polí­tica, y yo creo que van a tomar debida nota de esas fallas de representación. Por eso creo que enfrascarnos en la Argentina en una discusión ˮ“ nunca lo hice ˮ“ de quién era más conveniente en realidad no tiene mayor sentido. Lo que sí­ tiene sentido es que este modelo que se está implementando llega tarde a lo que está pasando en el mundo. Cuando el mundo y las economí­as centrales y desarrolladas están abandonando las polí­ticas neoliberales, y teniendo un proteccionismo aún mpas profundo del que siempre tuvieronˮ¦ Porque esta es otra cosa Emanuel que tenés que explicarle a los alumnos: el libre mercado no existe. La economí­a libre, que suena hermoso como tí­tulo, no existe. El no-dirigismo no existe: a la economí­a o la dirige el Estado en beneficio de las grandes mayorí­as, del crecimiento del paí­s, de sus empresarios, de sus comerciantes, de sus trabajadores, o la dirigen las corporaciones en beneficio de unos pocos. No hay otras formas. Sucede en Estados Unidos, sucede en Europa. Entonces es importante crear mucho sentido común. Debo reconocer que en la creación de sentido común el neoliberalismo siempre se ha apropiado de los mejores tí­tulos y las mejores frases. Porque, a ver, “libre comercioˮ, ¿no es una maravilla como suena? “Libre comercioˮ y vos te imaginás que vas a comprar lo que querés, lo que se te da la gana. Primero deberí­an explicarte que “libre comercioˮ los paí­ses centrales lo hacen de sus fronteras para afuera. Y acá adentro “libre comercioˮ o sea libertad para que vos puedas comprarte lo que vos quieras, primero tenés que tener un trabajo, segundo que te paguen bien y que el salario te alcance hasta fin de mes para poder comprarte todo lo que querés porque si no no hay libre comercio, no hay libertad de comercio ni de nada. Libertad para morirse de hambre en definitiva. Creo que el gran desafí­o que van a tener quienes encaren esta nueva carrera de economí­a va a ser este, crear sentido común, una deuda pendiente del campo nacional, popular y democrático: poder encontrar el lenguaje, poder encontrar la forma de comunicación, no fácil, sencilla; no simple, sino clarificadora de poder llegar no solamente a los que estén aquí­, sino que los que estén aquí­ luego sean difusores en todos lados: en su casa, en la cola del supermercadoˮ¦ Porque también tenemos que saber otra cosa: las discusiones se dan en todos lados, en todos los territorios, en las redes sociales. Se dan en la cola de un supermercado, se dan en el territorio, se dan aquí­ en la universidad donde, obviamente, se discute más. Pero en definitiva este es el gran desafí­o que van a tener, yo creo, quienes encaren la carrera de Economí­a aquí­, Emanuel. No es fácil. Ahí­ sí­ utilizo la palabra “no es fácilˮ porque hay que desentrañar décadas y décadas de subordinación cultural, que es uno de los principales problemas que tenemos en nuestro paí­s y en nuestra historia, lo que no nos permite tener un crecimiento sostenido de polí­ticas públicas sostenido en el tiempo. Porque finalmente, cuando se va produciendo la movilidad social ascendente, finalmente, cuando muchas veces las clases van ascendiendo de clase en clase se produce, a partir de distorsiones, a partir de expectativas, a partir de determinadas cuestiones, el tema de una sociedad que finalmente termina votando en contra de sus propios intereses. Y esto ha sucedido a lo largo de la historia. No tal vez en el primer peronismo porque no hubo una votación, fue un golpe militar. Pero en definitiva esa plaza también en el golpe militar estaba llena de gente que luego muchas de ellasˮ¦ Me acuerdo todaví­a las palabras de Estela de Carlotto una vez cuando le entregamos el premio de Derechos Humanos en la Casa de Gobierno, en el Salón Blanco dijo que ella era de las que habí­a estado en la plaza del 55. Entonces creo que es fundamental tambiénˮ¦ Y sí­, me gustarí­a decirlo porque si no me va a salir una úlcera y no quieroˮ¦. Por ejemplo, en Estados Unidos pudieron sustraerse a todo lo que le decí­an en definitiva y votaron de acuerdo a lo que entienden que va a mejorar su situación económica. Aquí­ hace pocos dí­as el Senado de la Nación le dio media sanción a una ley de debate presidencial obligatorio. La verdad que yo me pregunto para qué, porque en unos dí­as más, el 15 de noviembre exactamente, faltan muy poquitos dí­as, se va a cumplir un año del primer debate presidencial que hubo en la Argentina. Me acuerdo que a mí­ muchas veces me reclamaron que el debate presidencialˮ¦ Bueno, hubo un debate. Yo quiero que lo vuelvan a poner al aire a ese debate y que vean en ese debate lo que se le prometió y se les dijo a los argentinos. Se les dijo que iban a tener todo lo que tení­an hasta ese momento y mucho más, porque además de tener todo lo que tení­an les prometieron que iban a ser felices. Sí­, les prometieron que iban a ser felices. Y bueno, mucha gente lo creyó, y no está mal creer. Lo que está muy mal es mentir, eso sí­ que está muy mal. Pero creer no es malo, al contrario. Creer no es malo. Digo entonces que van a tener una ardua tarea. También sé que en el dí­a de ayer aquí­ en la localidad de Florencio Varela hubo un episodio en el Concejo Deliberante. Yo quiero darle toda mi solidaridadˮ¦ Sí­, dos compañerosˮ¦ En los medios trascendió que la pelea se debió a que se querí­a tratar una resolución o una declaración del municipio declarándome huésped ilustre. En realidad indagué un poquito más, porque me parecí­a como mucho semejante violencia: pegarle a los concejales, a los empleados, a vecinos que habí­a allí­; robarse celulares, robarse billeteras, robarse efectos de los empleados. Realmente me parecí­a como demasiado por una declaración. No: se estaba tratando también una ordenanza por la cual se iba a establecer que las empresas constructoras que están haciendo obras en Florencio Varela tomaran en primer lugar a gente que viviera aquí­ en Florencio Varela, y luego que si no conseguí­an gente aquí­, sí­ tomaran gente de otras localidades. Pero lo que se estaba defendiendo y se querí­a defender ayer era el trabajo de los obreros de la construcción varelenses. Se ve que hay algún otro interés que no pasa por declararme a mi huésped ilustre, la verdad que no le veo mucha cosa a que me declaren ilustre a mí­. Me parece que hay más intereses y manejos, ¿no?, que tienen que ver con manejar, con apropiarse del trabajo de otros en beneficio de un sector polí­tico, y creo que eso es lo más condenable. Porque los golpes y la violencia son muy condenables. Pero en definitiva no permitir que un Concejo Deliberante pueda sancionar protegiendo el trabajo para sus vecinos, eso es lo realmente malo y condenable y es lo que hace muchas veces que la representación polí­tica entre en crisis, porque las sociedades, los trabajadores tienen la sensación de que sus dirigentes no se preocupan por las cosas que les pasan cotidianamente. Y yo creo que esto es lo que está pasando en el mundo con la crisis del neoliberalismo. Lo que asusta, sí­, en muchas latitudes es el surgimiento de ideas extremas. En Europa se puede observar muy claramente donde se termina cargando en cabeza de los inmigrantes, por ejemplo, o de los migrantes, los problemas económicos. Miren, el nazismo y el holocausto judí­o tuvo precisamente su origen en que desde una ideologí­a se determinó que la responsabilidad de que, por ejemplo, los alemanes tuvieran una altí­sima inflación o no tuvieran trabajo o tuvieran miseria era de los judí­os en definitiva. Por eso hay que tener muchí­simo cuidado. Y segundo porque además, y seguramente lo va a explicar Emanuel y los docentes en la carrera de Economí­a, asignarle a la inmigración que viene a trabajar la causa de los problemas económicos es una inmensa burrez además, económica. Una inmensa burrez. A ver, ¿de qué me están hablando? Y yo voy a ser cruda. Me dieron antes de ingresar aquí­ una hermosa cesta con productos hortí­colas y frutales ˮ“ bueno, vieron las frutillas ˮ“ de todo lo que es la horticultura periurbana que rodea todo el Gran Buenos Aires, en la zona sur acá, en la zona oeste también. Todos sabemos de qué nacionalidad son en su gran mayorí­a los que todos los dí­as agachan el lomo desde las ocho o nueve de la mañana hasta las diez de la noche. ¿De qué me vienen a hablar? Entonces lo mismo sucede en Europa, lo mismo sucede en Estados Unidos. No es el problema el migrante, el problema es cuando se concentra la riqueza cada vez más. En Estados Unidos, hace veinte años, el precio de la hora del salario era U$S 20; hoy es U$S 7,25. Veinte años atrás, veinte años más de inflación, 7,25 la hora, y 20 dólares hace 20 años. Detroit, una ciudad que era de los Estados demócratas, el 30% de los edificios están desocupados. Les recomiendo una pelí­cula excelente que se está dando en la televisión: “99 casasˮ, donde es la trama de las hipotecas, de los desahucios ˮ“ ellos les llaman desahucios a los desalojos ˮ“ de las hipotecas de Fannie Mae con la crisis de 2008. Entonces este paí­s, que se hizo con inmigrantesˮ¦ Mis abuelos españoles, semianalfabetos prácticamente, que cultivaban flores y también tení­an lecherí­a, y vendí­an hacienda en City Bell cuando City Bell no era un lugar de quintas sino un lugar en medio del campo, de trabajo. ¿Cómo nos pueden hablar a nosotros, que somos Fernández, que somos Agis, que somosˮ¦.. No voy a decir más apellidos, porqueˮ¦. ¿Cómo nos van a decir que el problema son los migrantes, o decir que los que delinquen son todos extranjeros? Pero ¿por qué no agarran un registro carcelario y ven la población carcelaria? Y se van a dar cuenta, desgraciadamente, como pasa en la mayor parte del mundo que la mayorí­a son de la nacionalidad del paí­s donde están las cárceles. ¿Por qué? Porque se repiten estereotipos, se repiten tí­tulos y frases que se dicen en programas donde nadie sabe hacer la “oˮ con este vasoˮ¦. Entonces hagamos un ejerciciosˮ¦ ¿Y saben por qué hablo en estos términos? Porque estamos en una universidad, de acá tiene que salir el pensamiento crí­tico. De acá tienen que salir las cabezas, los militantes que desarticulen y desarmen estos argumentos ficticios que pueden terminar en cualquier cosa polí­tica, menos en lo que siempre hemos sostenido. ¿Cómo que la cultura igualitaria es el problema estructural de la argentina? ¿Cómo? Pero miren, no hay que ser ni peronista siquiera. Yo me acuerdo de Alfonsí­n citando el Preámbulo de la Constitución asegurándole a todos que son iguales. La Constitución del 53ˮ™, la que hizo Alberdi, es una Constitución absoluta y profundamente igualitaria. Las corrientes migratoriasˮ¦ Está bien, no vinieron los escandinavos, rubios, altos y de ojos celestes. Vinieron del sur, los italianos, los españoles. Algunos rubios, porque son piamonteses y eran rubios. Pero eran tanos, no eran escandinavos, o eran gallegos. Y después de todas otras partes de Europa que han venido. Entonces creo que también esto Emanuel tiene que ser materia de estudio, porque sino nos pasamos escribiendo reglas y discutiendo entre los monetaristas y no monetaristas, los ortodoxos y los heterodoxos, que si la inversión, que si el consumo, que si la oferta, y nos están metiendo elefantes todos los dí­as. Y se los meten a la gente en la cabeza. Y la gente, desgraciadamente, por allí­ no encuentra con los instrumentos o con los elementos para analizar. O tal vez, también, cuando se genera un determinado bienestar y tenés tus necesidades básicas satisfechas, tenés más expectativas, y por ahí­ también te confundí­a. O te confunden a propósito, para que obres en contra de tus propios intereses. Por eso creo que hoy la tarea de la universidad tiene que ser una tarea que exceda el marco de la investigación para salir a la calle. La universidad tiene también que salir a la calle a explicarle a la sociedadˮ¦ Las universidades públicas que vos decí­s Ernesto que son estigmatizadas tiene que salir a explicar estas cosas cotidianas. No solamente que es mentira lo que dicen de tal o cual cosa, sino explicar estos que son profundos conceptos culturales falsos arraigados en la sociedad. Será que nosotrosˮ¦. Fui parte, soy parte de una generación o de lo que queda de esa generación que éramos totalmente desconfiados. Si en el diario leí­amos que mañana iba a llover salí­amos sin paraguas porque seguro que nos estaban mintiendo. O sea tení­amos una profunda desconfianza. Esto también es producto de la educación. Fuimos formados en una educación de carácter abstracto, no especí­fico, de carácter crí­tico que decí­a que tení­as que desconfiar de todo y que todo tení­a que ser sometido a investigación y comprobado. Y de esto se trata. Pero en épocas de 140 caracteres, en épocas de redes sociales, que no hay que estigmatizarlas ni asustarse, hay que entrar en ellas para desentrañarlas y descifrar su lenguaje, su forma de comunicación, porque pueden ser también algo muy importante. ¿Por qué? Porque pueden lograr que el emisor, que es cada uno cuando teclea un mensaje en Facebook o en Twitter pueda sentirse también emisor y protagonista. Y por eso creo que todas esas cuestiones tienen que ser analizadas y debatidas también en cada disciplina Emanuel, en cada lugar Ernesto, en cada facultad. Tienen que entrar en ese mundo porque es el mundo que viene, nosotros somos ˮ“ dicen ˮ“ inmigrantes digitales porque estamos formados en la lecto-escritura. Dicen que mis nietos por ejemplo, Néstor Iván, Helenita y Marí­a Emilia, dicen que ellos son nativos digitales ahora. ¿Por qué? Porque van a ser formados en la cultura digital. Y uno ve a los chicos con un Ipad y los deditos ˮ“ nosotros todaví­a no lo sabemos manejar ˮ“ y los vemos cómo con dos o tres años ya descifraron cómo entrar a los juegos. Bueno, de esto se trata. Yo no sé cómo debe haber sido cuando Gutenberg inventó la imprenta, pero algo parecido debe haber sido. En ese momento el conocimiento estaba reservado exclusivamente en las iglesias a los monjes, y ahí­ se rompió esa vasija, ese envase tan chico de conocimiento. Y la imprenta derramó con la escritura el conocimiento. Estamos en una nueva etapa, en una nueva era. Descifrémosla y apliquémosla toda, a la economí­a también. Por eso a no asustarse ni que los asusten con que tal cosa puede perjudicar a la Argentina. La Argentina hoy más que nunca ˮ“ y esto sí­ es economí­a dura y pura y de mi experiencia durante tanto tiempo – . No solamenteˮ¦ Porque ojo,nuestra experiencia no vení­a únicamente de haber sido presidente Néstor en el 2003 o yo presidenta dos veces a partir de 2007. Néstor fue tres veces gobernador desde el añoˮ¦. Toda la convertibilidad fue gobernador. Y antes también era intendente durante las dos hiperinflaciones. Nos tocó de todo, vivir todo: las hiper, la crisis de la deuda externa, la convertibilidad, la crisis del 2001, venir a resolverla. Nos tocó vivir también, porque hasta me acuerdo de eso, del Rodrigazo. Hemos tenido la experiencia. Lo empí­rico en materia polí­tica y las expectativas de una sociedad es sumamente importante. Entonces decí­a ˮ“ y acá si me atrevo a decir ˮ“ que económicamente este modelo de apertura indiscriminada, donde el único pilar parece ser el endeudamiento es un modelo sumamente vulnerable y que nos expone con un mercado interno absolutamente deprimido. Nos expone a los vendavales que puedan venir. Pero esto no va a ser culpa de que alguien tome una decisión en la Reserva Federal o que un presidente de un paí­s tome una decisión proteccionista. ¿Por qué los otros tienen que preocuparse por nosotros? Somos nosotros, somos los que tienen la responsabilidad de conducir al paí­s por el voto popular los de proteger a la sociedad con polí­ticas que tornen menos vulnerable a la Argentina frente a los vendavales externos. Por eso está pasando lo que está pasando con Alpargatas y con todo el sector textil de indumentaria y calzado. Por eso tenemos una capacidad industrial hoy ociosa instalada formidable. ¿Quién va a venir a invertir? ¿Qué empresario va a venir a invertir? Para que ustedes lo entiendan se llama capacidad instalada: tengo un 100% en mi fábrica, bueno, esoy utilizando el 50%, porque o me importan o directamente no hay consumo. ¿Quieren decirme por qué voy a invertir si tengo la mitad de mi fábrica parada por falta de actividad? No es así­, es el consumo lo que moviliza. Y ustedes lo pueden ver hoy en la calle paralizada, en los restoranes cerrados, en los comercios que se cierran cotidianamente. Y la verdad que no me siento bien porque nunca he sido partidaria del “tanto peor, tanto mejorˮ. No creo que para que nos vaya bien a nosotros le tiene que ir mal al que estáˮ¦ No creo, nunca lo creí­. Porque no le va mal al que está, le va mal a los argentinos y las argentinas que se quedan sin trabajo o que el salario no les alcanza. Por eso creo que discutir sobre estas cosas, hablar de las cosas cotidianas de la gente es el rol que deberán tener aquí­ en la universidad los economistas, y los que están afuera y los que están adentro y todos los argentinos. Porque creo que cuando uno observa la historia de los pueblos y cuando uno observa cómo determinados paí­ses son muy poderosos, siempre hemos tendido a tener una explicación maniquea, ¿no? Y miren quién les hablaˮ¦. Del imperialismo, que fue lo primero que escuché cuando era muy joven en la universidad. Pero cuando uno ve la historia de los pueblos, sus retrocesos, sus idas, muchas veces eso que parece el Juego de la Oca: avanza 20 casilleros y luego retrocede nuevamente hacia la salida. Nosotros necesitamos, para ser un paí­s grande e importante, polí­ticas públicas sostenidas durante muchas décadas en materia de educación, de salud, de distribución de ingreso, de trabajo decente, de salarios dignos. Si no, es imposible. Si uno observa la historia económica ˮ“ porque esa es otra cosa que van a tener que hacer ustedes también, y disculpame que te de tantas recomendaciones Emanuel, ya te debo tener podridoˮ¦ Sí­ vas a tener que reformular la currí­cula, correctoˮ¦. Realmente explicarle la historia. Ustedes explican las teorí­as económicas, ¿por qué no explican las teorí­as económicas aplicadas a cada desarrollo de paí­s históricamente? Y entonces los van a entender mejor, y ahí­ se van a dar cuenta. Porque si no parece ser que se separa la teorí­a de la realidad. ¿Y cómo ha sido la historia de los Estados Unidos, por ejemplo? Un paí­s profundamente cerrado sobre sí­ mismo y proteccionista. Sobre ese proteccionismo, sobre ese mercado poderoso interno, sobre esa clase media construyó su hegemoní­a global. Y es precisamente a partir del neoliberalismo, de la pérdida de la clase media, del deterioro de sus trabajadores donde más se está cuestionando su propia hegemoní­a. Dí­ganme si no es él mismo el producto de la crisis que ayudó a incubar. Obviamente como son los más poderosos los que más sufren son los que están abajo. Es la ley del gallinero que no la voy a explicar porque queda feo, como lo del vaso, por eso dije lo del vaso. Así­ que nada, agradecerles a Emanuel y a Ernesto queˮ¦ Me propuse hablarˮ¦ ¿Cuánto llevo? No, no, me propuse hablar cuarenta minutos, pero me entusiasmo, y yo siento pasión por mi paí­s y por lo que le pasa a los argentinos, así­ que no puedo ustraerme a eso. Y además porque acá, en Florencio Varela, siempre vinimos en momentos felices a inaugurar hospitales, a inaugurar fábricas, me acuerdo la Toyota. Siempre vinimos, y la verdad que venir en estos momentos me da un poco de cosa pero creo que, al contrario, tengo que estar hoy más que nunca apoyando y acompañando a todos los que creen que una Argentina como la que soñamos y construimos sigue siendo posible. Muchas gracias y los quiero a todos. Gracias.

Ciudad de Buenos Aires
El domingo 17 de marzo participamos, por cuarto año consecutivo, de la Marcha de las Antorchas en el barrio de Lugano 1y2 bajo el lema “Iluminemos las calles con memoria” y en unidad con todas las organizaciones del campo popular de la comuna y el Observatorio de Derechos Humanos de la Comuna 8.