La salida de dólares del país hacia el exterior vía remisión de utilidades y formación de activos externos alcanzó entre enero y agosto de este año los u$s 10.243 millones, de acuerdo con cifras del Banco Central, con lo cual ya es la más alta de los últimos cinco años.
A razón de u$s 1.280,375 millones por mes, si la tendencia se mantiene el año terminará con una salida de divisas de Argentina u$s 15.364,5 millones, lo que sería la segunda mayor en ocho años, después de la de 2011, con u$s 17.972 millones.
En 2012, la fuga de capitales fue de u$s 3.551 millones; en 2013, ya con las restricciones impuestas sobre el Mercado íšnico Libre de Cambio (MULC), denominado cepo, ese número cayó a u$s 80 millones.
Sin embargo, en 2014, la salida de divisas sumó u$s 3.001 millones; y el año pasado cerró en u$s 4.649 millones.
“La conformación de más de US$ 8 mil millones en activos externos en los primeros ocho meses del año, sumado a los ya u$s 2 mil millones de remisión neta de utilidades por parte de empresas extranjeras, configuran un complejo cuadro de sangría financiera de divisasˮ, observó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Según el análisis de este espacio constituido por economistas y politólogos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), “para solventar esos compromisos en divisas, se tomaron, en lo que va del año, u$s 64.000 millones brutos de deuda, lo que representa el 15% del Producto Bruto Interno, aunque en términos netos, son algo más de u$s 34.000 millones, equivalentes al 8% del PBIˮ.
De acuerdo con el análisis, coordinado por Leandro Ziccarelli, del endeudamiento bruto, sólo el 11,4% fue contraído por el sector privado, mientras que del 89% restante fue adquirido por el sector público, dentro del cual las provincias tomaron el 9,2% y la nación el 79,4%.
