Ciudad de Buenos Aires

Cómo es la policí­a que necesitamos para la Ciudad de Buenos Aires

*Por Paula Penacca, Legisladora del FpV en la Ciudad de Buenos Aires.

En estos dí­as se impone nuevamente en la agenda de la Ciudad la problemática de la seguridad ciudadana, sobresaliendo como í­tem fundamental la discusión del modelo de Policí­a que necesitamos todos los porteños y porteñas para sentirnos y estar más seguros.

Paradójicamente -o no- el debate institucional sobre el sistema de seguridad y la Policí­a de la Ciudad se da en un momento donde se multiplican los hechos de violencia institucional, abusos, requisas y detenciones ilegales por parte de miembros de las distintas fuerzas que operan en el territorio de CABA y que en muchos casos son amparados por el accionar de la justicia y el poder polí­tico generando situaciones que configuran delitos graví­simos. La memoria histórica nos permite afirmar que la selectividad de esa violencia institucional -ciudadanos jóvenes de barrios humildes- más temprano que tarde se extiende y nadie está a salvo, sin importar dónde viva, qué ropa use, ni en qué trabaje.

La Ciudad de Buenos Aires cuenta desde hace ya seis años con una fuerza de seguridad local, la Policí­a Metropolitana, que en éste tiempo ha sido protagonista de vastos episodios de represión y de violencia institucional: el Parque Indoamericano, la represión en el Borda y en el teatro San Martí­n están entre los más relevantes. Desde fines de 2010 hay registradas 28 muertes en manos de los metropolitanos en todas sus variantes. Según un relevamiento del CELS “seis de esos asesinatos fueron ejecuciones, ya que no hubo ningún tipo de enfrentamiento”.
Más aún, la Policí­a Metropolitana solo tuvo responsabilidad de brindar el servicio de seguridad preventivo en tres Comunas de la Ciudad, 12, 15 y 4, y en ninguna con exclusividad ya que continuaron desplegadas las fuerzas federales. Advertimos con preocupación que no se hayan destacado por la cantidad y calidad de las intervenciones en el orden de la prevención y conjuración de delitos, sino que fueran noticia por los hechos de abusos y violencia mencionados.

A partir de la aprobación legislativa del Convenio de Traspaso de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana a la Ciudad y el proceso de Creación de una nueva Policí­a que se deriva del mismo, la Ciudad tiene por primera vez el control directo de todos los recursos necesarios para brindar el servicio de Seguridad Pública, presentándose una oportunidad inmejorable para revisar y perfeccionar el sistema Integral de Seguridad que tiene a la fuerza policial como actor fundamental pero no único.

Consideramos que para los funcionarios responsables de la conducción de la polí­tica de seguridad en CABA, empezando por el actual jefe de Gobierno, se clausura la etapa del marketing y empieza la de los hechos. Ya no hay responsables externos y el servicio de seguridad pública está bajo su exclusiva responsabilidad. En los últimos meses la situación general de la seguridad en CABA nos muestra una escena de recrudecimiento de prácticas policiales abusivas y violentas y a la par el incremento de modalidades delictivas graves. Esperamos que el Jefe de Gobierno de cuenta este panorama y adopte las medidas necesarias para revertir la situación.

Nuestra tarea como representantes del pueblo es generar iniciativas legislativas que aporten a la estructura institucional, ejerciendo nuestra obligación de control de los actos de gobierno, y es en ese sentido es que presentamos nuestra propuesta de Policí­a de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Puntos a destacar sobre el proyecto del Ley del FpV para la Policí­a de la Ciudad:

– Una fuerza de seguridad conducida por una autoridad civil cuya elección por parte de Jefe de Gobierno sea sometida a una audiencia pública. Que prevea un sistema de control de legalidad y desempeño administrativo y operacional de carácter externo que haga más transparente y auditable su funcionamiento por parte de la ciudadaní­a.

– Una policí­a profesional con dedicación exclusiva cuyos miembros sean reconocidos como trabajadores que brindan un servicio público esencial y como tales sean protegidos en sus derechos en relación con una justa remuneración, descanso y desarrollo profesional, y para garantizar el respeto y la promoción de estos derechos es que proponemos la creación de la figura de Defensorí­a de la policí­a .

– Principios básicos de actuación de estricto cumplimiento y directamente operativos. Entre estos se destaca el deber de no guardar obediencia cuando la orden impartida por un superior sea manifiestamente ilegal e inconstitucional,

– Reglamenta el uso de armas. Cuando el ejercicio de las funciones policiales conlleve el uso de arma de fuego, el personal policial debe hacer uso exclusivamente del armamento reglamentario provisto, y únicamente puede portarlo o utilizarlo durante la prestación del servicio. Se Prohí­be la portación de arma de fuego letal en operativos policiales frente a manifestaciones públicas.

– Regula las facultades de detención, prohibiendo al personal policial realizarlas salvo en los supuestos expresamente autorizados por la ley. En ningún caso puede prolongarse por más de cuatro horas.

-Incorpora el paradigma del Policiamiento focalizado. La Policí­a de la Ciudad planifica, implementa y evalúa las operaciones y acciones de seguridad preventiva y de investigación a partir del cuadro de situación estratégico y táctico acerca de las problemáticas delictivas elaborado por el dispositivo policial de inteligencia criminal.

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