“Es importante que los estudiantes desde la participación política construyan proyectos colectivos y solidarios para dar una mano en la comunidad y en su barrioˮ sostuvo Paula Penacca en la apertura de la primer jornada de Encuentros para reflexionar la educación pública en el Bicentenario.
En el debate participaron estudiantes de nueve escuelas medias de la Comuna 4 junto a Laura Rusian y Daniel Markarian, rectora y vicerrector del establecimiento anfitrión, como así también el equipo de educación del CIDAC de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, la comunera Victoria Colombo y los legisladores del FPV Paula Penacca y Javier Andrade.
Los asistentes se dividieron en comisiones donde se discutió la insuficiencia del presupuesto educativo y las problemáticas de infraestructura que atraviesa a todas las escuelas de la comuna, como también el rol activo de los centros de estudiantes tanto dentro de los establecimientos como en el barrio donde están insertos.
“En capital hay 2000 colegios secundarios públicos de administración pública y privada. De esos solo 200 tienen un centro de estudiantes. De esos 200, solo 30 centros de estudiantes funcionan medianamente bien. Hay que lograr que todos los colegios tengan un centro de estudiantes que funcione y vele por los intereses de los pibes y de la comunidadˮ, destacó el legislador Javier Andrade, quien presentó un Proyecto para una nueva Ley de Centros de estudiantes en la Capital, que tiene como objetivo incluir a todos los establecimientos educativos públicos y privados, para que el derecho a organizarse de los estudiantes en pos de su escuela y de la comunidad estén garantizados.
“Esta instancia fue una iniciativa de los propios estudiantes que decidimos acompañar desde la comuna, declarándola de interés en la Junta Comunalˮ explicó Victoria Colombo, quien se mostró conforme con el desarrollo de la jornada y subrayó “hubo mucha participación y mucho debate entre los chicos, que están visiblemente interesados en organizarse para afrontar aquellas cuestiones que los atraviesan tanto como alumnos como ciudadanos dentro de la comunidad todaˮ.
La próxima jornada “Educación y comunidadˮ contará con la participación de docentes, organizaciones barriales y estudiantes y en la tercera y última se debatirá la “Educación popularˮ y estará dirigida específicamente a docentes y formadores educativos.
Un ejemplo de desinterés sobre la educación y los estudiantes
Viandas en mal estado, ventiladores que se desprenden del techo, puertas que se caen, baños inundados, nidos de palomas en las aulas, todo esto no es parte de la escenografía de una película sobre la educación en alguno sitio remoto de un país subdesarrollado, es el día a día que deben enfrentar los alumnos de la escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano.
Del 5 al 17 de septiembre el establecimiento estuvo tomado como forma de protesta para que el Gobierno de la Ciudad y la ministra de educación Soledad Acuña tomaran nota de lo que viene sucediendo hace años. La respuesta en la primer reunión fue descreer de los 15 alumnos intoxicados por los sándwiches que se dan como única comida en una jornada que se extiende desde las 8 de la mañana a las seis de la tarde “además del jamón verde hemos llegado a encontrar alambre dentro de los medallonesˮ sostiene una alumna de segundo año y subraya “la respuesta de la ministra después de tratarnos de mentirosos fue que las viandas son un refrigerio y el gobierno no tiene por qué garantizar el almuerzo de los estudiantes, siendo que muchos compañeros de bajos recursos cuentan con esa única comida en el díaˮ.
A esta problemática se le suma el deterioro del edificio y las condiciones insalubres en que deben cursar “en una semana se cayó un ventilador del techo y una puerta y el lunes 19 cuando las autoridades se acercaron a la escuela después de levantar la toma, se inundó el baño de mujeresˮ cuenta la alumna y como si esto no fuera suficiente otra agrega “yo curso con un nido de palomas en el aula, en el sótano, que siempre está lleno de agua hay una paloma hace días en estado de putrefacciónˮ. Los chicos a través del centro de estudiantes reclaman más aulas para no tener que cursar en el patio, el boleto educativo que sirva tanto para ellos como para los docentes, un comedor manejado por la cooperadora y un título que esté avalado a nivel nacional, lo que les garantice un futuro tanto profesional como laboral.
“No se sientan solos, a partir de ahora vamos a luchar juntos por la educaciónˮ se le escuchó decir a una de las autoridades del área de educación artística, queda claro que el relato no exime a un gobierno cuyo color político está en su tercer mandato consecutivo, y que lo que ocurre en esta escuela no es más que otro ejemplo de la desidia en la política educativa de un modelo que pretende privatizarlo todo, dejando esta vez los pibes afuera.
