Ayer, en la apertura del debate, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, explicó la propuesta de incremento tarifario del gas residencial en un promedio del 203 por ciento a partir del mes próximo y ajustes semestrales hasta el segundo semestre del 2009, además de ratificar la vigencia de la tarifa social para 1,5 millones de familias.
Hoy, el diputado nacional por el Frente Para la Victoria (FPV), Axel Kicillof, esgrimió una fuerte crítica a los aumentos y sostuvo que dichos incrementos “fueron hechos a medida de las empresas”.
“El Gobierno no entiende el enorme descontento que genera este enorme tarifazo que dispuso falto de oportunidad y de contexto”, al reseñar que se da “después del aumento de 370 por ciento de la electricidad, de 200 del agua, de 100 en el transporte y de una devaluación que ya supera el 50 por ciento”, y aseveró: “No hay salario ni ingreso en la Argentina que se haya movido en esta proporción”.
Por su parte, la diputada nacional Fernanda Raverta reclamó por la decidión del gobierno que arbitrariamente decidió dejar afuera a muchos representantes de usuarios y consumidores, e incluso de organizaciones políticas y sociales: “Han decidido quien se puede expresar y quién no. Pareciera que en la Argentina existen consumidores y usuarios calificados”.
La legisladora marplatense señaló también que el fallo de la Corte Suprema “había previsto fuera una parte sustancial en la toma de decisión del aumento de la tarifa. Sin embargo pareciera que venimos a notificarnos de una decisión que ya tomó el gobierno nacional”.