Un gobierno que habla  en nombre de la Democracia, el diálogo y el consenso, determinó votar una Ley de claro contenido inconstitucional, cercenadora de los derechos más esenciales de los trabajadores y trabajadoras de la administración pública, con el recinto cerrado y vallado a 200 metros a la redonda. Sencillamente porque no pueden mirar al Pueblo a los ojos, dado que no hacen más que avasallar sus derechos.

El proyecto de Emergencia Administrativa, que desde el oficialismo, con complicidades de bloques que se definen opositores pero que en la práctica convalidan sistemáticamente cada uno de sus atropellos, resultó en su tratamiento en la Cámara de Diputados un retroceso en la calidad institucional de nuestra provincia.

A través de una votación a libro cerrado, quitando la posibilidad de hacer uso de la palabra a los diputados de nuestros bloques, intentaron imponer una norma que facilita los negociados, permitiendo contrataciones sin licitación ni control, y habilitando a contratar personal por fuera de la ley para la administración pública bonaerense.

Sin que fuese suficiente con esto, el titular de la Cámara decidió, a pedido del presidente del Bloque Cambiemos, anular  el debate legislativo impidiendo que diputados y diputadas se expresaran  con libertad acerca de sus  visiones y pareceres sobre  el  proyecto de ley en tratamiento.

Ante la  airada protesta desde las bancas, se generó un momento confuso en el que  la conducción de la Cámara sometió el texto  a votación, convirtiéndolo supuestamente en Ley sin permitir  la votación en particular de los artí­culos ni el recuento nominal de los votos.

Lo que se vivió después, además del atropello de las  facultades de los legisladores, nos permite formular serios cuestionamientos a la validez de la votación y, por lo tanto, agotar las ví­as pertinentes para solicitar la nulidad de lo actuado.

El Presidente del cuerpo justificó su accionar en la supuesta “falta de garantí­asˮ para continuar con la sesión, e incluso llegó a hablar de “fuego en la puertaˮ del Palacio. Sin embargo, el cuerpo negó reiteradas veces nuestra solicitud de un cuarto intermedio para cerciorarnos personalmente de lo que sucedí­a afuera del recinto.

Reiteramos nuestro compromiso con los trabajadores y trabajadoras de la Provincia, y nuestra voluntad de estar, como lo hicimos hoy, siempre en la calle junto a ellos acompañando sus justos reclamos, y utilizando todas las herramientas de la Democracia para impedir atropellos ulteriores  a la voluntad popular por parte de éste gobierno corporativo y liberal.