El pasado sábado 2 de abril, los militantes de La Cámpora de la Comuna 3 junto a vecinos participaron de una charla organizada por el Frente para la Victoria de la comuna en la unidad básica “La razón de mi vidaˮ, dónde la memoria resultó ser el hilo conductor. La mesa de oradores estuvo compuesta por Carlos Tomada, legislador porteño por el FpV; Claudio Morresi, hermano de Norberto Morresi, detenido-desaparecido durante la última dictadura militar; Tito Nenna, ex legislador porteño por el FpV; Jorge Giles, periodista y ex director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur; Marcelo Rosasco, ex combatiente de la Guerra de Malvinas y los comuneros María Suárez y Gabriel Zicolillo.
María Suárez, representante de la Junta Comunal n °3, fue la primera en hablar asegurando que “tenemos que estar más fuertes y más unidos, tenemos que pensar que cada uno de nosotros refleja a los compañeros desaparecidos y esa es nuestra banderaˮ.
Por su parte Marcelo Rosasco quiso adentrarse con la temática contando su experiencia en el servicio militar y la conmoción que les causó a él y a sus compañeros enterarse de que había una guerra y debían participar. También se refirió a los militares que aún siguen sin pagar ante la justicia por las atrocidades cometidas contra sus subordinados: “Esa gente que nos maltrató, que nos vejo, que nos torturó física y psicológicamente, es gente que aún hoy sigue sin pagar ante la justicia la locura de habernos mandado con 18 años y sin preparaciónˮ.
Llegado este punto de la charla, donde se habían reflejado los dolores compartidos, incertidumbres y miedos, Claudio Morresi definió el punto de conexión entre la Dictadura y la guerra al definir que: “Hay un hilo conductor entre lo que fue la dictadura militar y Malvinas, y eso tiene que ver con una política económica que hizo lo que fuera para primero llegar al poder y después generar cualquier tipo de situación para sostenerseˮ.
Luego, tomó la palabra Jorge Giles, con un público compenetrado con las historias y atento a lo que iba a decir comenzó contando sobre aquellos días en que estuvo detenido como preso político, donde con el resto de sus compañeros -con quienes estaba privado ilegítimamente de su libertad- pensaban de qué manera ayudar a sus compatriotas que fueron a luchar en suelo malvinense. Fue entonces que con sus pares se ofrecieron para acompañar en la lucha a los soldados dejando en claro que no lo hacían para canjear su libertad, sino que una vez finalizada la guerra volverían a sus celdas. Pero ante la insistente la negativa pedían: “Aunque sea sáquennos sangreˮ.
La emoción colmó la Unidad Básica y fue entonces cuando tomó la palabra Carlos Tomada quien finalizó la charla citando a Rodolfo Walsh “nuestras clases dominantes pretenden borrarnos la memoria para que no tengamos historia, debiendo comenzar de nuevoˮ y agregó que “en términos de lo que está pasando hoy, en términos de los objetivos económicos, políticos y sociales, es lo mismo que en la década de los 90ˮ™ y es lo mismo que en la dictaduraˮ.
El marco de la convocatoria lo expresó Gabriel Zicolillo con sus palabras: “La idea de la actividad es reivindicar la causa pacífica por la que queremos recuperar Malvinas, plantear que, todos los chicos que fueron a la guerra fueron parte de ese mismo genocidio del Estado y por eso entendemos que todo el proceso de Malvinas no puede ser diferenciado de la dictaduraˮ.
Este 2 de abril se cumplieron 34 años de aquel día donde a los argentinos, bajo la fachada de patriotismo, se nos anunció que habíamos recuperado las Malvinas. Se trataba del último manotazo de ahogado de una dictadura cívico-militar ya debilitada, que veía el final de su recorrido cada vez más cerca.
Semejante decisión le costó la vida a 649 compatriotas. Al día de hoy 123 soldados siguen sin ser reconocidos, enterrados en cementerio de Darwin. Recordarlos y hacer presente las palabras Memoria, Verdad y Justicia es un ejercicio que nos debemos como sociedad. Es por eso que esperamos, que este nuevo golpe neoliberal nos encuentre más unidos que nunca y con memoria, e invitamos a la reflexión en todos los ámbitos, recordando que la causa de Malvinas debe ser principalmente una causa pacífica y de derechos humanos.