Nuestro proyecto político encabezado por la compañera Presidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo mucho por la ampliación de derechos, llevando la seguridad social al tope de la agenda, generando las leyes y estructura del estado para poder proteger a nuestros ciudadanos desde la panza de la madre, con la asignación por embarazo, hasta el paso por la tercera edad, con la jubilación.
Misiones no estuvo exenta de estas políticas transformadoras. Basta con observar los niveles de reinserción escolar con casi 60 mil jóvenes inscriptos en el Progresar o los más de 15 mil abuelos, nuevos jubilados gracias a la segunda etapa de la moratoria Previsional es cuando podemos afirmar que en nuestra Provincia, su gente mejoro ampliamente la calidad de vida, situación que es innegable hasta para los más acérrimos opositores al proyecto.
Es por ello que nuestro compromiso es continuar profundizando este modelo nacional y popular, caminando los barrios, buscando a esos abuelos que aún no han podido llegar a su jubilación por desconocimiento de sus derechos, llegando a cada pibe que esté en condiciones de hacer su PROGRESAR, para poder terminar sus estudios o tener un oficio, y vamos a luchar para que no quede ni un niño sin la asignación Universal para que puedan estar en las escuelas vacunados y estudiando y mucho menos a una mamá que en su panza lleve el futuro de esta nación sin su asignación por embarazo.
Entendemos que esto se logra solo llevando los derechos a la puerta de las casas, así como Néstor nos decía, transmitiéndonos esa motivación y mostrándonos que las cosas se pueden cambiar. Pero para ellos debemos salir de los escritorios o despachos, apagar la tele como dice el compañero Máximo, para llegar como funcionarios públicos al público. Porque entendemos que la política no es un fin, sino un medio para poder llegar a la gente y sus necesidades, en nuestro rol de funcionarios públicos y militantes, siempre teniendo en cuenta que los cargos son circunstanciales y ante todo somos militantes de este proyecto de país. Esta es la era del funcionario militante comprometido, ese que lucha como lo hace incansablemente nuestra Presidenta Coraje, soportando ataques sistemáticos de aquellos que quieren volver al neoliberalismo perverso de los años 90, esos poderes concentrados que vieron en estos últimos 12 años que la bonanza no viene de la mano del hambre del pueblo.
El 25 de mayo del 2015 la compañera Presidenta se dirigió a una Plaza colmada de Pueblo, de gente que iba a festejar que la Patria los incluía y los cobijaba, ante esa enorme cantidad de gente le dijo al Pueblo que debe empoderarse, que solo pasara lo que el Pueblo quiera. Estas palabras frente al nuevo escenario electoral cobran una relevancia importante y como sociedad debemos preguntarnos cuál es la Argentina que queremos: la de la ampliación de derechos o la de estigmatización de nuestro Pueblo.
La Argentina que saca de la juventud la solidaridad reconociendo que “la Patria es el otroˮ con compromiso por cambiar una realidad. La Argentina con un proyecto político coherente que defiendo lo del estado siempre y no dependiendo de lo que las encuestas lo marcan. La Argentina donde los pibes están cubiertos y van a estudiar vacunados. La misma que incluye a los abuelos en el sistema previsional. No enfrentamos al desafío y responsabilidad de continuar la ampliación de derechos, defendiendo este proyecto político no bajando la guardia frente a la derecha. No olvidando que cambian de disfraces pero sus ideas siguen siendo las mismas, para ellos la inclusión social es un gasto injustificable. Mientras para nosotros es una semilla más que nace una Argentina más justa.
Tenemos la enorme responsabilidad de ser la memoria viviente de una historia que nos incluyó, y ser implacables con los cantos de sirenas, de esos que están atrás de asesores de imágenes del poder concentrado. Tenemos la enorme responsabilidad de recordar donde dejaron nuestro país y hacia donde lo llevaron Nestor y Cristina.
Cristina Brítez (Misiones); la compañera es candidato a Diputada Nacional por el FpV.
