Hace exactamente 5 años, en horas de la tarde, la Casa Rosada recibía a una minoría que poco a poco se apostaba en la puerta de Balcarce 50 para estar presente en un punto de inflexión de nuestra sociedad.
Aquellas personas a las que se les había negado un derecho de tanta importancia como el matrimonio estaban ahí, para grabar en su retina uno de los momentos bisagra de la historia de la cambiante cultura argentina y por qué no de la cultura de la humanidad. El 21 de julio de 2010 se convertía en ley el matrimonio igualitario, con la rúbrica de la Presidenta de la Nación, que para estar a tono con el evento, estaba vestida de color rosa, en claro homenaje a todos los presentes, y seguramente a los ausentes.
En ese momento muchos argentinas y argentinos veían cómo una simple firma los convertía en ciudadanos y ciudadanas con los mismos derechos que los heterosexuales. Asi de simple era, o parecía serlo. Pero detrás de esa firma estaba la firme decisión política de un modelo de país, que dejaba de excluir al diferente, a esa minoría que alguna vez alguien dijo que sería ideal que se vaya a vivir a una isla, a esa minoría que a mediados de los años 80 le negaban ser una asociación civil. Esa simple firma era el sello de muchos años de militancia por la igualdad de muchos de los presentes y de los ausentes.
La primera fila estaba reservada para militantes y exponentes de la diversidad sexual argentina, y ahí estaba sentado Néstor Kirchner, quien había ido a votar hacía menos de 3 meses como Diputado esa ley que se estaba promulgando en ese momento. í‰l es parte integrante de la conducción de este modelo que no le dio la espalda a ese silencioso pero llamativo movimiento.
Desde el espacio de diversidad de La Cámpora queremos recordar ese maravilloso día no como sello de esa historia de lucha, sino como el punto de partida de una militancia desde la diversidad sexual, entendiendo que la matriz de pensamiento machista, es la misma que la de la homofobia, y seguramente la xenofobia y toda aquella ideología que no quiere que otros tengan los mismos derechos y privilegios que ellos.
Por eso elegimos esta foto, que por esas casualidades quien está acercándole la ley para que promulgue la Presidenta es el actual candidato a vice presidente de la Nación, en una demostración clara de que el modelo igualitario no se detiene, sino que por el contrario, se profundiza, con más igualdad, no sólo en la letra de la ley, sino en el día a día de cada una de las personas que habitamos el suelo argentino.