Patria Grande

Dilma: “Más futuro, más cambiosˮ

Otra vez un paí­s latinoamericano tení­a que elegir si continuar un proceso de cambio o volver al neoliberalismo.

Con una presidenta que avanzaba hacia su reelección frente a la derecha que reclamaba ˮ˜alternanciaˮ™, el pueblo que eligió continuar por el mismo camino.

Dicen que fue una de las campañas más sucias, como suele suceder cuando el principal oponente cuenta con el apoyo de los medios concentrados de comunicación.

Dilma contó con un 51,64% de legitimidad.

Tanto Aécio Neves como Dilma Rousseff basaron sus campañas en el concepto de “cambioˮ. Claro que, con significados diferentes.

El mismo proceso que aquí­ arrancó con Néstor y continuó con Cristina, en Brasil arrancó con Lula y continuó con Dilma. En este sentido, el “cambioˮ que propone Dilma es con respecto al pasado, al neoliberalismo del gobierno de Fernando Henrique Cardozo. Sacar a 30 millones de personas de la indigencia, sumar 42 millones de personas a la clase media, llevar adelante un plan de vivienda para más de 3 millones y medio de familias, reencontrar al Brasil con sus hermanos latinoamericanos y hacerlo jugar en la mesa internacional de los BRICS, son parte de este cambio rotundo con respecto a su pasado.

“Más futuro, más cambiosˮ fue el slogan de campaña.

Por otro lado, Aécio Neves, el candidato de la derecha, proponí­a un ˮ˜cambioˮ™ con respecto al que ya se hizo, esto es, retornar al rumbo previo. El mismo que llevó al Brasil a 11 millones de desocupados, una deuda externa insoportable, salarios bajos y gran desigualdad. Por supuesto, ese modelo de paí­s se lo esconde detrás de una retórica “tecnocráticaˮ, “republicanaˮ y “transparenteˮ. Al igual que la campaña de su abuelo Tancredo Neves, quien no logró asumir, utilizó la frase “Brasil cambiaˮ. En el caso de Tancredo era el cambio de un Brasil dictatorial por uno democrático, en el de Aécio era el de un Brasil popular por uno para pocos.

Los medios, concentrados en cinco familias, jugaron claramente a favor de Aécio. Al igual que acá, sabemos qué modelo de paí­s buscan.

La Universidad Estadual de Rio de Janeiro realizó un estudio en el que constata la protección mediática del candidato de la derecha. Cualquier similitud con la realidad, es mera coincidencia.

Dilma tuvo que remontar más de 10 puntos entre la primera y la segunda vuelta electoral, teniendo a los medios en contra, pero con la espalda de la fuerza de la militancia. “Brasil: ésta, tu hija, no va a huir de la lucha!” afirmaba Dilma en cada paso.

Militantes de las bases del PT, el PMDB, PC do B y todos los partidos de la coalición “Con la fuerza del puebloˮ, realizaron movilizaciones multitudinarias en todo el paí­s. Llevaron al pueblo la conciencia de la necesidad de no volver atrás, de consolidar sus triunfos y continuar con la conquista de derechos. Para ello, compañeros latinoamericanos escoltaron la campaña, poniendo el hombro, demostrando que la Patria Grande decide no volver atrás. Latinoamérica está unida y sabe lo que quiere, por la garantí­a del desarrollo y la inclusión.

Ahora Dilma apunta por el resto de la batalla: Reforma Polí­tica y Ley de Medios son los desafí­os.

Con una Presidenta en Lucha, con dos Presidentas en lucha y el respaldo de toda Latinoamérica que batalla también por la identidad de los pueblos, la continuidad del cambio es lo que se elige.

A dí­as del aniversario del histórico ˮ˜No Al ALCAˮ™, Cambio sigue siendo el nombre del futuro.

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