“Nosotros solamente queremos saber dónde están nuestros hijos, vivos o muertosˮ¦ Angustia porque no sabemos si están enfermos, si tienen frío, si tienen hambreˮ, exclamaba una de las Madres, inmortalizada en ese difundido archivo audiovisual que estremece el corazón, mientras marchaban en una de las primeras rondas en torno la Pirámide de Mayo, como para que su rezo perfore los muros sordos de la Casa Rosada, en plena dictadura cívico militar.
El miércoles 30 de abril se cumplieron 37 años de militancia activa por la reivindicación de los valores de memoria, verdad y justicia que impulsaron las Madres de los militantes detenidos y desaparecidos durante la última dictadura cívico militar, cuando 14 de ellas se juntaron por primera vez a reclamar por la aparición con vida de sus seres queridos en la Plaza de Mayo, la plaza del pueblo.
Se realizaron durante la conmemoración del aniversario, diversos actos políticos, donde asistieron miles de militantes, y personas que reconocen en esta mujeres el ejemplo de lucha, amor, coraje y dignidad que fueron un rayo de luz en medio de la oscuridad de la dictadura, y que luego fueron Madres de la Patria forjando sus valores para hacer que hoy todos y todas podamos vivir en una democracia que lleva más de 30 años ininterrumpidos.
Entre los principales actos de homenaje, uno correspondiente a las Madres Línea Fundadora que convocó para recordar a sus fundadoras Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco, secuestradas y asesinadas por la dictadura cívico militar, a partir de las 15.30; y otro más tarde, organizado por la Asociación Madres de Plaza, que incluyó un festival de en la memorable Plaza de la cual adoptaron su nombre.
“Tatyˮ Almeida, en representación de “Línea Fundadoraˮ destacó que “a 37 años hemos obtenido logros como la justicia legal, jamás justicia por mano propia, esa justicia que exigimos por años y no la lográbamos con las leyes de impunidadˮ. Además agregó: “Ojalá no existiéramos las Madres de Plaza de Mayo, porque tenemos 30.000 heridas“.
Culminando la jornada con un festival que reunió a diversos artistas sobre el escenario montado en la Plaza histórica, Hebe de Bonafini consideró durante su fogoso pero coherente discurso que “tenemos que seguir por este camino para ver el sueño de un país integrado. Por eso, hay que ir a los barrios y escuchar a la gente“.
Durante este último tramo participaron el Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, el vicegobernador de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y el diputado nacional por el Frente para la Victoria y secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, entre otros, quién señaló “Ahora hay dirigentes que surgen del mismo pueblo, pero los futuros dirigentes tienen que salir más de la militancia popular porque esa será la garantía de continuidad que tiene nuestro proyecto de transformaciónˮ.
La mayoría de los oradores coincidió en que las Madres son señeras de este proceso histórico, retomado por el gobierno desde el 2003, año en el que se ha iniciado el camino de Verdad, Memoria y Justicia, pero que llegó el momento de desenmascarar la complicidad civil, empresarial y religiosas con el terrorismo de Estado.
