Son tantos los especialistas en marketing que insisten en que los militantes tenemos que estar todo el dí­a en la tele y ser famosos que a veces realmente lo dudamos. Pero nos quedamos tranquilos en cuanto vemos el papelón que hacen algunos  “profesores eméritos”(sic) que justifican su sueldo criticándonos. Es que a veces es mejor que piensen que somos tontos que escribir pavadas y confirmarlo.

El “emérito” de turno se llama  Eliseo Verón. En este caso, no vamos a andar dudando de la independencia del señor Verón aunque haya sido presentado por Clarí­n para  defender los intereses del grupo  ante la Corte Suprema. Lo cierto es que no hay forma de escribir semejante artí­culo y seguir dependiendo de alguien.

En  esta nota, tan “emérita”  como de quien viene, Eliseo parece que está muy ofendido y preocupado por algunas cuestiones relativas a la presidenta Cristina y a nuestro compañero Máximo   ¿Acaso Eliseo el emérito se preocupa por alguna decisión presidencial con la que desacuerda? Acaso alguna acción directa de La Cámpora afecta la paz y la seguridad de su barrio? Nada de eso. A un emérito no le hace falta todo eso.

La caracterí­stica particular de un emérito es que le cobra a su empleador por escribir algunos caracteres sobre un tweet y sobre una frase de un libro que ni siquiera leyó. Eso es lo que diferencia a un emérito del resto de los comunes.

A continuación observaremos una experiencia realizada en un laboratorio de la Universidad de Massachuses que demuestra la curiosa reacción de un “emérito” ante dos estí­mulos determinados.

Estí­mulo 1:  “Cuando nosotros hablamos de llevar adelante un proyecto polí­tico en el tiempo, permanentemente lo confunden con los tiempos institucionales. No hablamos de eso. Nunca hablamos de eso. Cristina conduce un proyecto polí­tico y ha generado  proleˮ  (Máximo Kirchner).

Estí­mulo 2:  “Hoy parece que el peronismo es lo que abarca todo, pero hay que ver qué piensan los  pibesˮ  (Máximo Kirchner)

Reacción quí­mica del emérito ante Estí­mulo 1 y 2:  “Pibes, prole: afirmación casi ingenua de una lógica de familia, que en el campo polí­tico, no de una monarquí­a sino de una democracia republicana, designa simplemente el ejercicio de una metodologí­a mafiosa”  (Eliseo Verón).

Advertencia importante para los pibes, para la prole y para los comunes: En caso de notar la presencia de un emérito suelto en la ví­a pública, los especialistas recomiendan no discriminarlo ni ignorarlo sino ofrecerle contención emocional y de ser posible, adoptarlo.