En base a una serie de supuestos, una editorial de la revista ARQ del diario Clarín titulada “Casas sin arquitectos”, plantea que con el plan de viviendas Procrear, el Estado 
quiere ahorrarse lo honorarios de los Arquitectos, ofreciendo a las Familias modelos proyectados listos para construir.
Primero me llamó Marco, un amigo de la infancia que hace pocos meses tuvo su segundo hijo. Trabajador sacrificado, padre responsable y ex futbolista destacado de apenas 25 años.
Marco y su mujer son beneficiarios del Procrear y comenzaron a gestar su sueño, el sueño de la Casa Propia, que tantas veces se había truncado. La cuestión es que Marco me llamó entonces, preocupado y extrañado por una nota que vio compartida en su muro de Facebook titulada “CASAS SIN ARQUITECTOSˮ.
Curiosamente en la facultad venimos con varios compañeros discutiendo sobre el rol del arquitecto, la función social de la arquitectura, la falta de compromiso de algunas universidades que aun no han erradicado por completo su cuña liberal, y que muchas veces se encuentran de espaldas al pueblo, cuando es el pueblo quien la sostiene y nos permite acceder a ella. Paradójico ¿no?.
Si bien dentro de la estructura universitaria encontramos docentes comprometidos socialmente, que transmiten la necesidad de pensar la arquitectura como un bien social y no un bien de consumo, como una herramienta de igualdad, dignidad y progreso, son los menos, y prevalecen en cambio las clases magistrales donde el alumnado deslumbrado por las grandes obras comerciales y más altas torres del mundo, escucha al docente decir: “esto es lo máximo que pueden aspirar a hacerˮ.
Las desafortunadas declaraciones de la nota “CASAS SIN ARQUITECTOSˮ, evidencia claramente el compromiso del autor hacia esta temática, donde como arquitecto posiciona su profesión por encima de la función que cumple y como periodista demuestra que la parcialización y las críticas tendenciosas pueden ser acompañadas de suposiciones que son fácilmente desechables con un mínimo de investigación.
De la casa como medio y la familia como fin, a la casa como medio y el Arquitecto como fin.
El editor nos dice en su título “CASAS SIN ARQUITECTOSˮ que su preocupación sobre la temática pasa por y para el profesional, la casa ya no cumple la función de alojar una familia, o por lo menos esa función queda relegada por no ser de su preocupación o incumbencia.
Es por eso el título de nuestra nota es “CASAS CON FAMILIASˮ, una realidad que se niega a reflejar el editor.
Los Arquitectos somos críticos por excelencia, aprendemos a criticar en el taller, y aplicamos nuestros conceptos para hacer crítica de todo lo que nos rodea. Pero también sabemos que la misma precisa de argumentos, formas, contenidos, coherencia. Crítica significa “separar en partesˮ, para analizar las componentes que resultan positivas y negativas. Una crítica rigurosa necesita contemplar todos los aspectos, ya que si se hace foco en un solo punto estamos parcializando el análisis, lo que hace perder valor objetivo.
El editor, más que crítico es opinólogo y más que periodista es publicista.
Y no se necesita ser periodista para llegar a la información técnica y escrita que existe sobre normas de construcción, líneas de crédito, modelos de casa (en los que constan pliegos de adecuación bioambiental según la región) y honorarios para el profesional arquitecto.
La sugerencia de que se podrían hacer casas de este programa sin la necesidad de un arquitecto para ahorrar sus honorarios desconoce por lo menos las siguientes consideraciones:
-En caso de elegir uno de los modelos provistos por el programa, de igual manera el propietario debe recurrir al profesional arquitecto para armar la carpeta (pliegos) tanto como para realizar la adecuación al terreno y la dirección técnica de la obra. Lo que se pautó con entidades como FADEA (FEDERACIí“N ARGENTINA DE ENTIDADES DE ARQUITECTOS) un 7% en honorarios.
En páginas no oficiales de Facebook se muestran casas en construcción mandadas por los beneficiarios donde se puede apreciar que la mayoría no eligió los modelos que provee el programa, mientras los arquitectos trabajan cada vez más. (https://www.facebook.com/ProCreArBicentenario?fref=ts)
Marco me contó que no tenían mucho tiempo debido a su trabajo (es asistente de abordo en una empresa de viajes) de recurrir a un estudio, y que además se decidieron por uno de los modelos para la región NOA, de dos habitaciones el cual tiene planteado el 3º dormitorio que construirá por su cuenta a futuro. Y que el Arquitecto que está realizando su carpeta está trabajando con otros dos proyectos de Procrear y tiene dos más en ejecución. Me aconseja que me reciba pronto porque entiende que voy a tener mucho trabajo con este programa.
Imagino al Arq. Rodolfo Livingston expresándose sobre esta editorial del suplemento ARQ. “Un método tan adecuado para hacer publicidad contra el gobierno como lo es escribir un artículo periodístico de arquitectura renunciando al carácter profesional del periodismo y la arquitecturaˮ
Más allá de la triste editorial de ARQ, quienes exigimos a los profesionales y al estado un mayor compromiso social, festejamos que muchas familias hoy están construyendo su casa propia por medio de esta oportunidad que brinda el Estado Nacional, y festejamos que de una buena vez se haya incluido a sectores que históricamente fueron postergados durante décadas.
Sin dejar de observar que aún restan muchas cosas por hacer, pensamos que sólo podremos transformar la realidad de quienes más necesitan consolidando al estado y profundizando las políticas de seguridad social.
Vamos por más CASAS CON FAMILIAS, hasta la justicia social siempre!!!
Estudiantes de Arquitectura de la UNT y militantes de la Cámpora en Tucumán.
