El jueves 27 de junio, se realizó el taller sobre Derechos Humanos en la localidad de Tristán Suárez, en el marco de la II Jornada de Extensión Cultural. El encuentro fue organizado por La Cámpora Ezeiza, junto con el Instituto Superior de Formación Docente Elvira J. R. de Voglino e integrantes de la comisión de Memoria, Verdad y Justicia de la Secretaría de Derechos Humanos de la organización.
Pasando, muy atrás del aeoropuerto, los countries, los clubes, la autopista. Por Brancoli al 500, casi al fondo del barrio nuevo, del barrio pueblo, las sillas se colocaron en ronda abrazando debates sobre políticas públicas y la militancia en materia de derechos humanos.
El taller se hizo para que el centenar y medios de estudiantes que concurren a este espacio, junto con los docentes, tengan la posibilidad de contar con más herramientas para construir los contenidos de las materias Sociopolítica, Política Institucional y Prácticas Jurídicas, del profesorado de Historia “en pos de ampliar la ciudadanía, para una sociedad más justa e igualitariaˮ, explicó el director del Instituto, Juan Carlos Ramírez.
“El Voglinoˮ es un espacio educativo para la libertad. Su historia guarda los entretejidos de una “crisis de sueldosˮ ocurrida durante el 2002, cuando se constituyera integrante en una red de cooperativa de trabajo, ante la amenaza de cierre de la institución por la escasez de fondos para sustentarla. De allí en más, trabajadores docentes, alumnos y vecinos, sustancian los profesorados discutiendo contenidos. Los compañeros de la comisión de Memoria, Verdad y Justicia de La Cámpora Derechos Humanos y un profesor del Instituto dieron el puntapié inicial para el intercambio de ideas con la descripción del contexto social, cultural e histórico del proceso que transitaron los Derechos Humanos en nuestro país.
Las intervenciones giraron en torno a explicar las condiciones culturales que generaron la violencia del terrorismo de Estado, la relación de fuerza imperante, los actores-sujetos colectivos que protagonizaron la resistencia contra el poder fáctico y la implementación del modelo económico que aniquiló el tejido social y cultural, que además se dispuso a inmovilizar a su sociedad proscribiendo primero al movimiento peronista que representó sus intereses; y luego suprimiendo, mediante la desaparición forzosa, la tortura, asesinatos y la exclusión de miles de compatriotas, toda organización social y política de juventud y de sindicatos, configurados como el enemigo interno, en el marco de la “Doctrina de seguridad nacionalˮ.
Empecinado como buen pedagogo, Ramírez, insiste con la necesidad de profundizar “una historia activa que milite por los derechos humanos, con lo cual es imperioso discutir la noción de verdad que pulula en los formadores de sentido común como los medios masivos de comunicaciónˮ.
Al respecto los compañeros de La Cámpora Derechos Humanos señalaron los avances sobre la materia que llevaron a ganar esta década en el sentido de la memoria, la verdad y la justicia. Condiciones para la creación de juicios contra los represores, la complicidad civil, la fiscalía de derechos humanos, los marcos regulatorios que acompañan este camino de reparaciones desde el reconocimiento desde el mismo Estado nacional, en el momento en que el presidente Néstor Kirchner pidió perdón en nombre del mismo Estado, por las atrocidades cometidas durante la dictadura cívico militar.
“Seguir construyendo futuro, gracias al sostén del pueblo, es una herramienta con la cual no cuenta la oligarquía, y es una de las condiciones que aportó esta década a diferencia de las anterioresˮ.